Quebrar la mano, por Cristóbal Soto

¿Por qué me gusta  
algo?
¿Por qué no habría
de-gus-tar-me?
Mmmm... en fin, al fin, delfín...
también se puede escribir sobre esos no-poemas
que no-podemos siquiera
como placer culpable         
reconocer.
 
Re-conocer: estoy en un paradero de micro.
Espero micro. Esperando micro. Pensando.
Y pienso                   
mientras pasa el tráfico -en tanto tráfico-
y pienso:                                                                                         
y pienso en poemas
que no puedo recordar
Questiones, Las muchachas, El olor de la ciudad que bulle,
La memoria de tantas cosas... por re-conocer, para re-latar.
 
En un cuaderno
lo único que en serio          
pero en serio
cabe en un cuaderno             
puede ser poesía.
 
La poseía
Mmmmm... lento, lanzado
escribir para descubrir
el tamaño que las letras pueden obtener
cuando nacen de la interacción entre lápiz & papel
y la fuerza de mi mano... mmmmmmm...
 
Eso, esto: la mano rota                                                                                         
quebrada
puede ser
que quebrar la mano quede mejor en algunos
quede antes de esto
que querría
quizás qué
quiebra
la mano
sola / sólo / solo / sole
cuando no se puede escribir.

en Fanfarrias, Inédito

Grabado “San Jerónimo en su estudio” (1514), de Albrecht Dürer (Durero)