La Cervecería Correos fue un establecimiento mítico madrileño, situado al lado de la Glorieta de Cibeles. Fue lugar de reunión de intelectuales desde los años 20 a los 70 y por sus mesas pasaron Alberti, Lorca, Neruda... Hoy, el local que acogió tan emblemático bar, abre como Bareto, nacido para recuperar la esencia del "bar de toda la vida" en clave actual y sin perder las tradiciones. Barra de mármol, cañas bien tiradas, vermú y tapas de siempre imprescindibles en la capital, desde la croquetas a las gildas pasando, como no, por las patatas bravas o el montado de calamares.
La decoración está firmada por la interiorista Alejandra Pombo y en la concepción del espacio ha buscado una vuelta al origen y a las cosas prácticas: «el objetivo era centrar la experiencia en torno a la mesa donde lo que importa es lo que vives en el espacio y lo que comes». Así, en su gigantesca barra que ocupa más de la mitad del local, se preparan tapas y raciones clásicas durante todo el día, desde las 9 de la mañana hasta las 2 de la madrugada.
Un plus: no te pierdas los torreznos y pregunta por el plato del día. Y disfruta en su terraza exterior con vistas a la Puerta de Alcalá y la Cibeles. Bareto. Alcalá 55. Madrid.
