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Isla Mauricio: el paradis�aco refugio de 'royals' y arist�cratas al que ahora es m�s f�cil viajar desde Espa�a

El id�lico enclave ba�ado por el �ndico est� salpicado de playas de ensue�o, cascadas espectaculares y formaciones geol�gicas fascinantes. Un vuelo directo nos lleva a conocerlo.

Isla Mauricio: el paradis�aco refugio de 'royals' y arist�cratas al que ahora es m�s f�cil viajar desde Espa�a
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Cuentan que un isle�o le dijo a Mark Twain algo as� como que "Mauricio fue hecha primero, y luego se hizo el cielo; y el cielo fue hecho a imagen y semejanza de Mauricio". Otras versiones sostienen que fue el escritor el que, tras quedarse absorto ante la belleza del lugar, intent� expresar, con palabras, el espect�culo que ten�a ante sus ojos.

Mauriciano o estadounidense, el caso es que el autor de tan grandilocuente descripci�n no se qued� corto. Ubicada al sur del continente africano, en medio del oc�ano �ndico y al este de Madagascar, Isla Mauricio siempre ha sido ese para�so al que se so�aba 'escapar' si tocaba la loter�a o al que se planeaba viajar una vez en la vida para gozar de una luna de miel inolvidable.

Refugio de 'royals' y arist�cratas europeos, nuestros sue�os viajeros fueron alimentados durante d�cadas por las im�genes en papel cuch� de Estefan�a de M�naco, enfundada en uno de estos ba�adores plateados que tan bien dibujaban su atl�tica figura, haciendo esqu� acu�tico (all� grab� el famoso v�deo de su canci�n 'Hurac�n') o del Pr�ncipe Harry (antes de encontrar a Meghan), en busca de algo de intimidad.

Ed�n turquesa, de fin�sima arena blanca, frondosa vegetaci�n y clima s�peragradable (la temperatura var�a entre los 20�C en agosto -su invierno- y los 26�C en febrero, su verano), esta isla de origen de volc�nico es uno de esos escasos para�sos que ha logrado mantener su apabullante patrimonio natural a salvo (a excepci�n de su m�tico dodo, ave end�mica de Mauricio que acab� por extinguirse como consecuencia de la llegada de los colonos holandeses, all� por el siglo XVII).

Estado soberano desde que se independiz� del Reino Unido en 1968 (la Rep�blica se instaur� en 1992), su impoluta limpieza, la seguridad que all� se respira y la apabullante hermosura de sus paisajes hacen sentir al que lo visita como si, en lugar haber viajado f�sicamente, se hubiera desplazado en el tiempo hacia un lugar en el que la vida transcurre de otra manera; en el que el ser humano y la naturaleza todav�a siguen viviendo en comuni�n. All�, todo parece encajar. Todo es sencillo. Hasta recorrer sus cuatro puntos cardinales.

Con una extensi�n de 2.040 kil�metros cuadrados (pr�cticamente la misma que Tenerife), el norte dista 58 kil�metros del sur, 12 m�s que los que separan la costa este de la oeste. Tranquilas (a no ser que uno se desplace en hora punta o se tope con las rotondas que dan acceso a la capital) y en buen estado (el gran reto es mentalizarse de que all� se conduce por la izquierda), sus carreteras est�n flanqueadas por esas interminables plantaciones de ca�a de az�car con la que se fabrica el popular ron mauriciano.

Paso obligado de la ruta comercial hacia la India, el legado portugu�s, holand�s, franc�s y brit�nico se refleja en sus nost�lgicas mansiones de aire colonial y sus exuberantes jardines bot�nicos. Pero nada como darse una vuelta por su capital, Port Louis (de unos 155.000 habitantes), para empaparse a fondo del crisol de culturas y religiones que cohabitan en este remoto rinc�n del continente africano. Salpicada de mezquitas, coloridos templos hind�es y puestos callejeros donde degustar las delicias de la comida local (de clara inspiraci�n india) y oriental, visitar su mercado es un espect�culo en el que merece la pena recrearse (sobre todo, si uno domina los 'secretos' del regateo). Sus piezas m�s cotizadas: especias (sobre todo, ese curri cuyo aroma lo envuelve todo); bolsos de mimbre y, como no, recuerdos de todo tipo con la imagen de un dodo.

PLAYAS EN LAS QUE SO�AR DESPIERTO

Pero Isla Mauricio es, ante todo, un destino para disfrutar a tope de la naturaleza. El arrecife de coral que rodea la isla a modo de barrera natural convierte las aguas del �ndico que acarician sus costas en pac�ficas (y seguras) piscinas saladas -cuya temperatura oscila entre los 22 y los 28 grados cent�grados, dependiendo de la estaci�n-, ideales para nadar o practicar snorkel, buceo o p�del surf.

Aunque la misi�n de elegir cu�les son las mejores playas se antoja casi imposible, hay lugares que no se pueden dejar de visitar. Escenarios en los que uno llega a dudar si lo que tiene ante sus ojos es real o (perd�n por volver a tirar del mismo recurso) un sue�o, como la Isla de los Ciervos. Situado en la costa este, adem�s de su espectacular club de golf, este capricho de la naturaleza est� bendecido por ed�nicas playas de arena blanca y c�lidas aguas turquesa que apenas llegan a cubrir a la altura de la cadera.

La interminable playa de Flic-en-Flac, en el oeste, es el escenario perfecto para contemplar las puestas de sol m�s espectaculares de Mauricio. Esas que tan al alza de cotizan en Instagram.

Y, en el sudeste, el contraste entre Le Morne Brabant, el imponente afloramiento de roca bas�ltica de 556 metros de altitud -declarado Patrimonio Mundial de la UNESCO en 2008 no solo por su espectacular belleza natural, sino por el extraordinario valor hist�rico que le confiere haber sido escenario de la resistencia a la esclavitud-, y el mar hace de este punto uno de los m�s majestuosos de la isla.

TIERRA DE LOS SIETE COLORES

Otra de las paradas obligadas en Mauricio, esta vez vez, en el suroeste, es la Tierra de los Siete Colores. Ubicada en el geoparque de Chamarel, rodeada de cascadas espectaculares y frondosa vegetaci�n, esta fascinante formaci�n geol�gica debe sus tonalidades ocres, rojas, amarillas, verdes, violetas, azules y p�rpuras a las fusiones de aluminio, zinc, hierro y cobre, �xidos minerales de diferentes colores y densidades.

Perfectamente planificado para los amantes del turismo activo, este parque natural puede recorrerse a pie, siguiendo el recorrido de sus pasarelas, en 'quads' o, incluso, en tirolina.

C�MO VIAJAR Y D�NDE ALOJARSE

El paquete vacacional de Iberojet -que arranca en junio acaba a finales de septiembre- brinda en bandeja la oportunidad de viajar a Mauricio en vuelo directo (de 11 horas de duraci�n) y pasar ocho d�as en hoteles (desde tres estrellas) con todo incluido desde 1.326 euros.

Entre la oferta de hoteles, destacan estos tres de la cadena Sunlife:

Sugar Beach (5 estrellas): Ubicado en la costa oeste, en la espectacular playa de Flic-en-Flac, es un santuario de inspiraci�n colonial desde el que disfrutar de las mejores puestas de sol de la isla. Las habitaciones son muy amplias y decoradas con ese aire a 'Memorias de �frica' que impregna todo el resort.

Cuenta con dos piscinas (una de ellas solo para adultos), pista de tenis, cancha de p�del y un espectacular 'kids club' (con buffet incluido) que har�a las delicias de cualquier ni�o. En su gimnasio, equipado con las m�quinas de cardio m�s punteras y una sala de pesas bastante completa, se ofrece asesoramiento personal y la oportunidad de apuntarse a clases de yoga (bastante recomendables).

Su oferta gastron�mica es espectacular, tanto el buffet del desayuno y de la cena de Le patio (su carta tambi�n es muy variada y s�per 'healthy'), como las delicias de Buddha Bar (el 'sushi' y los c�cteles, con o sin alcohol, te trasladan a otra dimensi�n) y Citronella.

Entre las actividades m�s 'curiosas' que ofrece Sugar Beach, destacan un taller de creaci�n de perfumes (�ideal para volver a casa con el aroma de Isla Mauricio!); los partidos de 'crazy croquet', amenizados por un grupo musical que recrea el pasado colonial de la isla y las experiencias 'wellness' de The Beauty Bubble.

Long Beach (5 estrellas): Localizado en la costa este y de arquitectura perfectamente integrada en la naturaleza de la isla, este refugio frente al �ndico destaca por sus espaciosas habitaciones con acceso directo al jard�n.

Sus restaurantes, Chopsticks, Sapori, Le Marche, Tides y Hasu conforman una oferta culinaria de lo m�s completa, entre la que destaca el 'sushi' (�riqu�simo!) y los guisos de pollo y curry,

Tiene campos de f�tbol y de golf, zona para ni�os y tres piscinas, una de ellas infinita, y otra, frente al gimnasio -con buena zona para hacer sesiones de fuerza- que es perfecta para hacer ejercicios en el agua.

Ubicado en un entorno on�rico, su spa y los tratamientos -individuales y en pareja que all� se ofertan- elevan al que lo visita a otra dimensi�n.

Merece mucho la pena hacer su 'trail' de biodiversidad para descubrir los detalles del compromiso de este hotel con la conservaci�n del entorno privilegiado en el que se enclava.

La Pirogue (4 estrellas): Hermano siam�s de Sugar Beach (apenas se sabe d�nde acaba uno y empieza otro), sus habitaciones recrean la caba�as originales de la isla y est�n decoradas con ese acogedor estilo Boho-chic tan de la isla. Su piscina, ante el mar, es un aut�ntico espect�culo... Al igual que sus restaurantes y caf�s: Magenta, Wolmar, Morne Beach Club, Coconut Caf� y Bar Medine.

DATOS �TILES

La diferencia horaria de Espa�a con Isla Mauricio es de dos horas.

Al estar en el hemisferio sur, sus estaciones van 'al rev�s' que las nuestras, aunque, all�, las temperaturas apenas difieren entre el verano y el invierno. Las precipitaciones son abundantes, especialmente, en la meseta central durante febrero y marzo. Entre enero y abril, existe la probabilidad que se registre alg�n cicl�n.

Para pasar el control de aduanas, es necesario haber cumplimentado previamente un sencillo documento con nuestros datos b�sicos.

Aunque el idioma oficial es el ingl�s, los mauricianos suelen hablar franc�s o criollo.

La moneda de Mauricio es la rupia mauriciana. Un euro equivale a 90,92 rupias.

La mayor�a de los platos locales llevan picante, as� que es mejor avisar si no nos gusta demasiado.

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