La pequeña Luciana, de tres años, viajó de vacaciones a México junto a sus padres y hermana mayor. La familia colombiana tenía planeado recorrer el país azteca, aprovechando las semanas de receso escolar.
No obstante, al cabo de unos días, la niña enfermó por cuenta de una bacteria y requirió de asistencia médica. Su estado de salud decayó hasta que murió.
Sharon Vera, su mamá, le contó a EL TIEMPO la situación que han atravesado por la pérdida inesperada de la menor.
"Queríamos conocer varios lugares de México, como Guadalajara y San Miguel de Allende. Estábamos en Ciudad de México cuando sucedió todo. La niña estaba bien, pero el lunes 24 de junio le dio fiebre", señaló.
A la mañana siguiente, la menor tuvo signos de un resfriado. Con el pasar de las horas, no mejoró, así que sus padres la trasladaron de urgencia a un hospital.
"Al principio, el diagnóstico fue una neumonía. Le hicieron varios procedimientos y la comenzaron a medicar. La idea era que el viernes estuviera mucho mejor, pero no sucedió. (Los médicos) vieron que tenía en el pulmón unos puntos de necrosis, entonces, le programaron una cirugía para el sábado", añadió Vera para este diario.
Horas antes del procedimiento, Luciana sufrió un paro. Durante 20 minutos trataron de reanimarla sin éxito.
Según los primeros análisis de los especialistas de la salud, la pequeña contrajo una bacteria: "Todavía no nos han dicho cuál fue la bacteria que la afectó. Sabemos que es una bacteria demasiado agresiva porque no cedió ante los medicamentos. El doctor que la atendió nos dijo que no había visto algo así en muchos años".
Además, tuvo un shock séptico por la gravedad de la infección. "La bacteria tenía demasiado invadido el cuerpo y afectó otros órganos", expresó su mamá.
La familia está a la expectativa de estudios más detallados que les permita identificar qué tipo de bacteria acabó con su vida.
Gracias a donaciones, los padres lograron pagar la cuenta en la clínica y cremar su cuerpo, con la esperanza de poderlo traer a Colombia en los próximos días. Ahora, están a la espera del certificado de defunción para apostillarlo y tramitar el documento que los autoriza a viajar con las cenizas.
"Los gastos médicos fueron cubiertos porque mucha gente se solidarizó. Aún estamos recibiendo donaciones porque se nos vienen varios gastos. Si la gente nos quiere colaborar, lo recibimos con todo el amor del mundo", aseguró Vera.
Allí, han dejado un emotivo mensaje para todos aquellos que les han colaborado: "Aunque nuestra hija ya no está físicamente con nosotros, su memoria vive en cada acto de amor que hemos recibido de ustedes. El apoyo incondicional que nos han brindado es un testimonio del inmenso poder de la comunidad y la fe".
*Las fotografías de la niña se publican con autorización de la familia.
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