Metro de Bogotá: cómo los ciudadanos pueden cuidar la primera línea

Bogotá está próxima a dar uno de los pasos más importantes en toda su historia. Dentro de algunos años, los capitalinos se levantarán con la esperanza de poder movilizarse hacia sus trabajos o lugares de estudio en uno de los sistemas de transporte más innovadores y eficaces que han visto las ciudades modernas durante los últimos años: el metro.

La capital ya alista los cimientos de lo que será la primera línea y las esperanzas de tener este sistema crecen con la evolución de las obras de infraestructura del megaproyecto.

Decenas de trabajadores del consorcio chino ya están en Colombia enfocados en la obra que cambiará de forma radical la manera en la que se movilizan los capitalinos.

Dentro de cinco años, las historias cotidianas de las personas cambiarán y los pasillos y entornos en los que se comparten anécdotas se llenarán con relatos de vivencias en los nuevos vagones verdes que llegarán a Bogotá.

Sin embargo, el hecho de tener metro es un reto inmenso para la Empresa Metro de Bogotá (EMB) y para el Distrito, quienes tendrán que diseñar una cultura en torno a un sistema de transporte que es desconocido en la capital.

La misión comenzará en construir sentido de pertenencia por una de las obras más grandes que se han ejecutado en Bogotá y que cambiará la calidad de vida de los capitalinos.

Expertos han asegurado que es de vital importancia que los bogotanos, y todos los pasajeros de este nuevo sistema de transporte, aprendan nuevas formas de comportarse en los espacios públicos, primando los valores de respeto, tolerancia y solidaridad.

EL CAMINO PARA RESPETAR EL METRO

Desde la Empresa Metro el trabajo ya comenzó y la apuesta es grande por hacerle entender a todos los ciudadanos que los trenes y las estaciones que llegarán a mejorar la vida de los pasajeros es responsabilidad de todos.

La empresa rectora de la megaobra se está asegurando desde ya en que los ciudadanos entiendan que el metro, aunque aún no estén andando los vagones, ya es una realidad que está cambiando la forma de vivir.

Desde la compañía han asegurado que es importante crear un tejido social, en el que todos los actores que convergen en Bogotá tengan sentido de pertenencia por el trabajo del metro y lo apropien dentro de su cultura y sus vidas.

“Estamos generando transformaciones culturales que fortalezcan el tejido social, basados en el respeto, en el cumplimiento de acuerdos, de empatía, de solidaridad, de inclusión, de equidad y de confianza, pero sobre todo, reconocernos en nuestra diversidad y en nuestro territorio”, aseguró la Empresa Metro en diálogo con este medio.

El cuidado de las personas y del metro ha sido uno de los pilares claves en el trabajo de doble vía que ha adelantado la empresa en su deseo porque el nuevo sistema de transporte público sea una herramienta que satisfaga las necesidades de los capitalinos.

Según la compañía, el trabajo de concientización para los pasajeros será un camino pedagógico, en el cual los usuarios del sistema entiendan que el metro será un elemento de orgullo que resaltará en Bogotá y en varias ciudades de Latinoamérica.

“Estamos convencidos de la diversidad cultural, que es una de las riquezas más importantes de nuestra ciudad. Con el metro, Bogotá va a ser distinta y por eso necesitamos de nuestras políticas de cultura y principios para que la red se convierta en un bien que nos interese a todos”, manifestó la compañía constructora.

Es así como desde la Empresa Metro de Bogotá se espera que se creen nuevas historias de ciudadanos que se reúnen en un espacio público como los vagones de los trenes para trabajar en la transformación de la ciudad y la evolución de la capital colombiana.

NIÑOS SERÁN PROTAGONISTAS

Desde la Alcaldía de Bogotá y la Empresa Metro de Bogotá ya se iniciaron los programas pedagógicos para presentarles a los ciudadanos el nuevo sistema de transporte que comenzará a rodar por la capital desde el 2028.

A principios de año, una réplica exacta de uno de los vagones del metro aterrizó desde China y se ubicó en el parque de los Niños y las Niñas para que todos los menores de edad en la capital pudieran vivir una experiencia única que los transporta al futuro de Bogotá.

En dicho espacio, los menores podrán conocer una estación, aprender sobre la historia y evolución de la movilidad en la ciudad y construir la cultura ciudadana alrededor del nuevo sistema. El innovador espacio cuenta con mapas, sala de aprendizaje y maquetas a escala real.

El ingreso está abierto para que los niños y niñas puedan visitarlo de martes a viernes, con sus colegios, o los fines de semana junto a sus padres o familiares.

La experiencia está diseñada para vivirla en seis momentos: Soñando despiertos, Bogotá interconectada, Nuestra Primera Línea, Un día en el metro, Club metro e Imaginando.

En cada una de las estaciones, los niños, niñas y adolescentes podrán entender que el metro de Bogotá ya es una realidad y que es un compromiso de todos crear en este espacio un ambiente de respeto, diversidad y equidad. También se escucharán las propuestas de los futuros usuarios de este sistema.

De hecho, desde la empresa constructora aseguraron que esta población será los protagonistas en la construcción y “realización de este sueño”.

Sus argumentos están basados en que la ciudad del futuro será pensada para todos aquellos que están en crecimiento y que serán los actores viales que mayor uso le den a la línea del metro que ya se construye.

Sin embargo, el ejercicio comenzó varios meses atrás, cuando una escuela enfocada en crear cultura ciudadana llegó a los diferentes colegios distritales para instruir a los estudiantes sobre el nuevo estilo de vida que está construyendo en la ciudad.

Dentro de este programa de pedagogía también hubo espacios para que todos aquellos habitantes que viven en los sectores aledaños al trazado del metro puedan compartir sus ideas y propuestas para el nuevo sistema de transporte que llegará a beneficiar sus vidas.

“No es un tema solamente de una transformación en la movilidad, sino también de una transformación social, de una transformación económica, de una nueva forma de vivir la ciudad”, aseguró la Empresa Metro de Bogotá.

Desde la Secretaría de la Mujer también se adelantan los trabajos por cuidar desde ya este espacio, enfocando todos los esfuerzos en que este medio de transporte no tolere los abusos en contra de esta población.

El camino sin duda será largo, pero no imposible. Cuidar el metro de Bogotá es un deber que tienen todos los residentes de la capital, quienes tendrán en sus calles un sistema de transporte moderno que por fin llegará a cambiar sus vidas.

En algunos años, los vagones verdes y las estaciones del metro harán parte de la identidad de la capital. Es por eso que merecen que se les dé el respeto y el cuidado que merece Bogotá en su camino por cada día ser una ciudad mejor.

Hace dos años y medio comenzaron las primeras obras del metro de Bogotá y, con corte al 15 de noviembre pasado, el avance general era del 27 por ciento, y se espera que con la tecnología de punta que tiene el consorcio chino a cargo del proyecto cada vez logre mejoras en los tiempos de ejecución.

El megaproyecto contempla seis frentes de trabajo. Sin embargo, lo que hasta ahora ha estado a la vista de los bogotanos son unos pocos sitios.

Los residentes de la Ciudadela Porvenir, de la urbanización Metrovivienda y del entorno del parque Gibraltar, en el extremo occidental de la localidad de Bosa, han sido los principales testigos, desde junio de 2021, de todo el movimiento de maquinaria y personal.

En ese sector se encuentra el patio taller, localizado en un terreno de 36 hectáreas cerca del jarillón que fue construido hace más de una década para contener las mayores crecidas del río Bogotá.

La adecuación de este predio fue hecha para que sea muy remota –una vez en 1.000 años- la posibilidad de que una inundación afecte la operación de la red ferroviaria.

Esta obra fue la primera en comenzar en el megaproyecto. Arrancó el 17 de junio de 2021. Su complejidad y tiempo de construcción exigían, según la Empresa Metro de Bogotá (EMB), que fuera así.

El patio taller y los primeros 4.000 metros de viaducto (llamados ramal técnico) se necesitarán para las pruebas que deben superar entre septiembre de 2026 y marzo de 2027 cada uno de los trenes. Luego de eso está programada una operación comercial.

La adecuación de los suelos del patio taller avanza en un 90,4 por ciento, con corte al 15 de noviembre. En ese punto, considerado el corazón del metro, se deben construir las edificaciones desde donde se administrará el sistema y operará un centro de control de respaldo (el principal estará en la calle 26 con Caracas).

Por ahora, en esa gran explanada se establecieron de manera temporal las fábricas de pilotes prefabricados PHC (por su sigla en inglés) y de las vigas en U, piezas clave del viaducto por donde transitarán los trenes eléctricos y autónomos —sin maquinista— de la primera línea.

Cabe recordar que la primera línea del metro arrancará con una flota de 30 trenes eléctricos y podrá tener en operación hasta 60. Se espera que los primeros lleguen en 2025.

Cada tren es conformado por seis vagones y puede transportar a 1.800 personas al tiempo. Eso equivale a la capacidad de siete buses biarticulados y a 12 articulados de TransMilenio.

Así las cosas, esta línea ferroviaria tendrá una capacidad para transportar 72.000 pasajeros hora sentido y al día se podrían movilizar 1’050.000 personas.

El contrato de construcción, operación y mantenimiento de la primera línea fue adjudicado en 2019 por el entonces alcalde Enrique Peñalosa, con lo que se puso fin a más de 70 años de intentos fallidos en la ciudad por tener metro.

El costo del proyecto asciende 22,3 billones de pesos, aprecios de 2017, de los cuales la Nación aporta en vigencias futuras 15 billones y el Distrito alrededor de 6 billones. De total de la inversión, 12,9 billones son para la construcción y 9,39 billones, para la financiación.

Los prefabricados

Un desarrollo clave de la ejecución del metro es la construcción de pilotes (tipo PHC) y de vigas en U, piezas esenciales de la estructura elevada por donde transitarán los vagones, en el patio taller.

Esas estructuras, en especial los pilotes, son las que, en opinión de los expertos, le permitirán al contratista lograr avances importantes. Esos son los cimientos de la extensa infraestructura del viaducto.

De hecho, con corte al 20 de noviembre, el consorcio chino Metro Línea 1 (ML1) ya contaba con un stock de 1.565 secciones de pilotes PHC (con longitudes de 7 y 15 m) listos para ser hincados.

En total, en el proyecto de la primera línea se estima que se necesitarán 343.823 metros lineales de pilotes, de los cuales cerca del 70 por ciento corresponden a prefabricados.

Con ese fin el consorcio y la Empresa Metro han concentrado los trabajos en los primeros 2 o 3 km del trazado, es decir, desde cerca del río Bogotá, pasando por el costado norte del parque Gibraltar y las avenidas Villavicencio y Guayacanes.

En esa zona fueron empotradas las cuatro piloteadoras importadas desde China en abril de este año y que desde septiembre son la punta de lanza de la construcción del viaducto por donde transitarán los trenes.

Según la EMB, cada una de esas máquinas puede hincar de 2 a 3 pilotes PHC al día o más a profundidades de 37 m. Claro está que esto depende de las condiciones del suelo.

A nivel de ejemplo, el 20 de noviembre pasado una de esas máquinas logró hincar 4 a 30 m de profundidad, en una jornada de 7 de la mañana a 10:30 de la noche, y según la Empresa Metro, están trabajando para “lograr esos resultados de manera rutinaria”.

Las cifras de pilotes prefabricados hincados supera de lejos el método tradicional de preexcavados, en donde hacer uno solo de 50 m de profundidad toma de 2 a 3 días.

El reporte de la EMB es que al 30 de noviembre se habían hincado 422 pilotes prefabricados (que corresponden a 13.456 m lineales), la mayoría a 30 m de profundidad.

Un resultado que con el sistema que se utiliza hoy en todos los proyectos de infraestructura vial en Colombia tomaría muchos meses de lograr.

En ese sector del suroccidente de la ciudad también se construye un puente metálico de 120 m de longitud que servirá para cruzar el canal Cundinamarca y es el inicio del viaducto que se prolongará a lo largo de 23,9 km, entre Bosa y la calle 72 con Caracas.

Será un recorrido que pasará por las 16 estaciones que tendrá la primera línea y que se podrá hacer en 27 minutos. Hoy, ese mismo desplazamiento puede tomar hora y media o dos horas.

Las obras de la calle 72

En esta intersección está en ejecución otra de las obras importantes de la primera línea: el paso a desnivel en la calle 72. Este permitirá la conexión de los vehículos en los sentidos oriente-occidente y occidente-oriente y contará con carriles para tomar la Caracas hacia el norte o el sur de la ciudad.

En septiembre de 2021 se inició dicha construcción. En ese sector del centro financiero también avanza el traslado de redes domiciliarias de servicios públicos.

Este frente, que se vio afectado al principio por hallazgos arqueológicos y demoras en el traslado de redes principales de servicios públicos, tiene una ejecución del 42,97 por ciento, con corte al 15 de noviembre.

En la Primero de Mayo

En este sitio se encuentra una obra clave del metro elevado que debió anticiparse por el tiempo que tomaba la ejecución y la importancia y el impacto que puede tener en la movilidad de ese sector de la ciudad.

Allí está en construcción uno de los dos puentes vehiculares nuevos que habrá sobre la avenida 68 con Primero de Mayo. Actualmente se trabaja en el puente del costado norte, que tiene un avance del 30,8 por ciento.

Esa obra deberá entrar en funcionamiento en mayo de 2024 para dar paso a la demolición del puente existente y el inició del segundo, en el costado sur.

En este punto de la ciudad, el proyecto contempla que el viaducto del metro pasará por el medio de las estructuras vehiculares a una altura de 14 m. También se construirá una estación, la número siete.

El frente de Los Héroes

Un punto de obra activo que desconocen los bogotanos –hay un encerramiento metálico que no permite ver lo que se hace allí- se encuentra en la zona de Los Héroes, donde estaba el monumento del mismo nombre.

En ese sitio del norte se realiza el pilotaje de la plataforma donde estará ubicada la llamada “cola de maniobras”.

De acuerdo con los diseños, en dicho lugar, los trenes, sin realizar ningún giro, podrán cambiar de forma automática de riel para hacer la ruta de regreso a Bosa, pasando por la Caracas y la Primero de Mayo.

Los diseños de la primera línea además contemplan estructuras a lo largo del viaducto y en las estaciones que permitirán disipar el ruido y reducir las vibraciones que pueden producir los trenes en su tránsito.

En la misma línea de innovación, hay que decir que los vagones contarán con un sistema que genera energía cuando los trenes empiezan a frenar y, al tiempo, van alimentando a los que están emprendiendo la marcha. Ese fluido eléctrico se sumará al que le suministrarán al sistema tres subestaciones de energía.

Más allá del retraso que el proyecto sufrió este año por la demora del contratista con los estudios y diseños de detalle principales, es decir de obras que debían iniciar 2 y hasta tres años después, lo que por el momento no afectaba los tiempos de ejecución, el proyecto de construcción de la primera línea continúa avanzando de acuerdo con el cronograma y el inicio de la operación comercial se mantiene para marzo de 2028.