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Noticia

Bogotá

'Dejé mi carro en consignación por solo un millón de pesos', dice víctima de pirámide de compra y venta de vehículos en Bogotá

La Unipol de la Policía Nacional continúa en las labores de investigación con el fin de reunir material probatorio contra los presuntos responsables de la millonaria estafa.

La Unipol de la Policía Nacional continúa en las labores de investigación con el fin de reunir material probatorio contra los presuntos responsables de la millonaria estafa.

Foto:Mauricio Moreno

La mujer no entiende cómo modificaron sus datos en el RUNT y vendieron su carro sin que ella haya firmado los documentos de traspaso.

Guillermo ReinosoEditor de Bogotá

A Andrea*, una joven bogotana que vendió su carro a través de un negocio que utilizaba la fachada de concesionario de vehículos, aunque era una compraventa de usados, aún no logra entender cómo fue que terminó convertida en víctima de una millonaria estafa, de la que hay personas –dice- que todavía no saben que corrieron la misma suerte.

Esta mujer tiene más de 9 años de experiencia en trámites de automotores y por eso, por más que intenta descifrar qué pasó, no encuentra explicaciones, y afirma que tampoco las autoridades de tránsito se las dan.

Todo comenzó cuando, junto con su esposo, decidieron poner en venta el automóvil Mazda el año pasado. Como muchos bogotanos pagaron un aviso en una página de internet de ventas de carros.

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En esa plataforma estuvo el anuncio algunos meses, pero este año fueron contactados por una asesora comercial de Autos del Cedro, la compraventa de vehículos a la que la Unipol (Unidad Nacional de Intervención Policial y de Antiterrorismo) y la Fiscalía están investigando por casos de millonarias estafas.

De hecho, de acuerdo con la Policía, hay alrededor de 300 denuncias en tres juzgados y no se descarta que más personas estén afectadas, porque dejaron sus carros en depósito, con el fin de venderlos, o compraron allí o sirvieron de intermediarios.

Andrea cuenta que en un primer momento fue contactada por una mujer, al parecer empleada de la compraventa, interesada en el vehículo. La invitó a visitar las oficinas que tenían en el cuarto piso de un reconocido centro comercial localizado en la calle 100 con avenida Suba, en el norte de Bogotá.

Ella estaba pidiendo 62 millones de pesos por su automóvil y no pensaba bajarle un peso al precio. Pero, para su sorpresa, le dijeron que podían sostenerle el valor, aunque debían hacerle el peritaje.

La mujer fue al lugar con algo de incertidumbre y se encontró con que una amplia zona del sótano estaba ocupada por vehículos del establecimiento comercial y que, supone, los habían recibido y estaban para la venta.

Esos cupos de parqueo estaban llenos, a tal punto que, recuerda, para sacar un carro debían mover otro.
La policía les pide a las personas que compraron vehículos en la compraventa Autos del Cedro acercarse a una CAI o estación de policía y hacer entrega de esos automotores.

La policía les pide a las personas que compraron vehículos en la compraventa Autos del Cedro acercarse a una CAI o estación de policía y hacer entrega de esos automotores.

Foto:Mauricio Moreno

Subió hasta las oficinas de la compraventa y allí fue atendida por un asesor comercial que también le dijo que podían mantenerle el precio que pedía. Lo que no la convenció mucho fue que la misma persona, y no un perito, bajó hasta el sótano a darle una mirada al carro.

El asesor también le dijo que como era un vehículo muy comercial y por su estado se podía vender ‘muy rápido’. “En uno o dos días”, recuerda la mujer.

Las arras eran de apenas un millón de pesos y quedaba el compromiso de que a los 20 días le deban el resto, ya sea porque el carro fuera vendido o no. Además, debía firmar un documento de compraventa.

Pero a Andrea no le perecía atractivo dejar su carro solo por un millón de pesos. Eso más bien la llenaba de dudas.

Entonces decidió preguntar con los vigilantes y las personas que administran el parqueadero del centro comercial. Dice nadie la alertó, solo le decían que era una empresa que llevaba meses en el centro comercial y que de la zona de parqueo que tenía la “concesionaria” entraban y salía carros todo el tiempo.

A pesar de sus dudas, esta mujer accedió, finalmente, a dejar su carro el 21 de marzo, y quedó pendiente del concepto del perito.

Pero esto no fue tan rápido. Tras su insistencia, el miércoles de Semana Santa le informaron que el carro había pasado el peritaje. Después de eso no la volvieron a contactar. Era ella quien estaba pendiente y le escribía mensajes al asesor comercial que la había atendido.
La Policía hizo entrega a sus verdaderos dueños de cinco de los carros que fueron vendidos o adquiridos a través de esa compraventa.

La Policía hizo entrega a sus verdaderos dueños de cinco de los carros que fueron vendidos o adquiridos a través de esa compraventa.

Foto:Mauricio Moreno

Aunque guardaba la esperanza de que la venta se concretara, a pesar de sus dudas y su incomodidad, un mensaje en la red social de Instagram la alertó de que algo estaba pasando con Autos del Cedro. En el mensaje decía que estaban teniendo problemas de seguridad.

En ese momento Andrea llamó y le confirmaron los supuestos problemas de seguridad, y le informaron que solo estaban atendiendo por medio de citas, pero que no había espacio en la agenda.

Ella estuvo insistiendo en varias ocasiones y al no lograr la cita, decidió volver al centro comercial para preguntar personalmente.

Para su sorpresa, se encontró que la zona de parqueo estaba aislada y había personas que no dejaban que se les acercaran a los carros. Le llamó la atención que ya no estaba tantos vehículos como cuando fue por primera vez. “Había pocos, unos 15 o 20”.

Ella estuvo insistiendo en varias ocasiones y al no lograr la cita, decidió volver al centro comercial para preguntar personalmente.

Asustada, cuenta, subió hasta el cuarto piso, donde estaban las oficinas del establecimiento comercial y se encontró también con que estaban cerradas; no sabía cuánto tiempo llevaban así.

Ese día, dice, había mucha gente protestando y reclamando por sus carros. Unos decían que habían comprado y no recibieron el vehículo, y otros que lo entregaron y no les pagaron.

Era evidente la preocupación de esta mujer. No sabía qué había pasado con su carro, solo tenía claro que lo dejó un día allí por unas arras de un millón de pesos.

Sin embargo, empezó a indagar por su cuenta y a los días descubrió que el automotor había sido vendido en 51 millones de pesos, es decir, 11 millones menos de lo que ella había acordado con la compraventa.

La transacción se realizó el 10 de abril y en pocas horas el vehículo estaba a nombre de otra persona, quien ya tenía también tarjeta de propiedad.

Esto, por supuesto, la aterró aún más porque no había firmado en ningún momento los documentos de traspaso, solo la compraventa. Ella no estaba informada de ese proceso.
La policía hizo entrega de cinco de 10 vehículos que ha logrado recuperar y que habían sido entregados a compraventa de carros

La policía hizo entrega de cinco de 10 vehículos que ha logrado recuperar y que habían sido entregados a compraventa de carros

Foto:Mauricio Moreno

Descubrió que para hacer eso cambiaron algunos de los datos suyos que aparecen en la plataforma del RUNT (Registro Único Nacional de Tránsito).

Puntualmente, su firma no coincidía con la que ya estaba en la plataforma, la dirección tampoco y, si bien no ha podido confirmar, sospecha que el correo electrónico igualmente fue modificado porque no ha recibido notificación de la actualización.

Además, no aparece que se haya hecho pago alguno por ese trámite –en Bogotá cuesta 6.000 pesos y en Cundinamarca- unos 20.000-, ni la oficina de tránsito donde se hicieron los cambios. Esa información aún es incierta.

Entonces, sus preguntas fueron: ¿cómo cambiaron sus datos en el RUNT? ¿Cómo vendieron el carro sin que ella haya firmado el traspaso?

Esos interrogantes, dice, no se los han resuelto de manera satisfactoria ni las autoridades de tránsito distritales ni nacionales, a las que ya les ha pasado derechos de petición, y por eso espera que sea la Fiscalía la que le ayude.
Su caso es uno de los que están investigando el ente acusador y de la Unipol. Se cree que por la cantidad de vehículos y el número de denuncias (alrededor de 300) el monto de los hechos puede estar entre los 15.000 y los 18.000 millones de pesos.

Luego su propósito fue ubicar al hombre que había comprado el carro. No descansó hasta lograrlo. Siguió indagando y localizó al nuevo propietario, quien pretendía poner en venta el automotor y ganarse unos buenos pesos adicionales.

Ella lo abordó y le expuso la estafa de la que estaban siendo víctimas. El hombre, más o menos de su misma edad, le dijo que él le había comprado el vehículo a un “compraventero” (intermediario) de forma legal, ya tenía la tarjeta de propiedad a su nombre y no estaba dispuesto a entregarlo.

Hasta ese momento, eso era un gran avance. El Mazda estaba en el parqueadero de un conjunto residencial.
La Unipol informó que sigue en la investigación y en la labor de recuperación de los carros que le fueron entregados o vendidos a Autos del Cedro

La Unipol informó que sigue en la investigación y en la labor de recuperación de los carros que le fueron entregados o vendidos a Autos del Cedro

Foto:Unipol

Ya teniendo la ubicación de su automotor, lo que le faltaba era informar a la Fiscalía para que este fuera inmovilizado. Allí le ayudaron y la asesoraron. Pero le dijeron que debía esperar que el automóvil lo sacaran a la calle para que fuera requerido.

Y rodó con suerte. Aunque le gastó tiempo vigilando el automotor, finalmente, el Mazda fue sacado y las autoridades procedieron a realizar la inmovilización.

Andrea es una de las pocas víctimas de la compraventa Autos del Cedro que ya logró que la Policía le devolviera el carro, aunque este sigue a nombre de otra persona.

Sabe que eso se puede demorar. Debe esperar que la Fiscalía avance en la investigación y notifique a las autoridades de tránsito de la ciudad o que un juez, si el otro propietario persiste en llevar el caso a un litigio, declare la nulidad del acto administrativo mediante el cual se realizó el traspaso.

Lo que no ha logrado y que la sigue perjudicando, es que mientras no sean corregidos sus datos en el RUNT, ella no podrá gestionar trámites de vehículos, su trabajo, del cual ha obtenido sus ingresos en los últimos 10 años. Así lleva un mes.

Empezó a indagar por su cuenta y a los días descubrió que el automotor había sido vendido en 51 millones de pesos, es decir, 11 millones menos de lo que ella había acordado con la compraventa.

Toda la dura experiencia que ha vivido con la frustrada venta de su carro no solo le dejan dudas sobre cómo hicieron para cambiar sus datos y vender el vehículo, sin haber firmado el traspaso, sino también preocupación porque, así como ella, puede haber más personas, muchas que aún no saben el lío en el que están metidas.

Incluso, no descarta que la compraventa de usados les haya vendido carros que lograron obtener con engaños a más “compraventeros” y que estos u otras personas puedan estar llamando a los propietarios originales para decirles que también fueron víctimas y proponerles “repartir por mitad las pérdidas”.

“A veces queremos pensar que todo el mundo actúa bien, pero no, hay gente mala”, afirma ahora Andrea, quien se reprocha porque no atendió a sus dudas.

Sobre este caso, el RUNT le dijo a EL TIEMPO que ellos apenas son una plataforma y que cualquier actualización de la información sobre un vehículo o el propietario la realizan las autoridades de tránsito respectivas o los operadores que estas tengan.

Al cierre de la edición, la Secretaría de Movilidad de Bogotá no se había pronunciado sobre si los cambios en la información del propietario se hicieron en la ciudad o no y cómo un tercero puede hacerlo sin dejar rastro.

*El nombre fue cambiado por solicitud de la víctima

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GUILLERMO REINOSO RODRÍGUEZ
Editor de Bogotá
En X: @guirei24
Redacción EL TIEMPO
Guillermo ReinosoEditor de Bogotá
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