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Fernando Botero, el artista colombiano más grande de todos los tiempos

Fernando Botero falleció este viernes 15 de septiembre de 2023 en Montecarlo, en su residencia. Su hija Lina y su nieta estaban con él y lo acompañaron en sus últimos segundos de vida. El artista más importante de Colombia murió a los 91 años tras permanecer unos días con quebrantos de salud a causa de una pulmonía. 

Colombia, el mundo y la industria artística lloran su muerte y lamentan la partida del hombre que deslumbró con su obra al mundo. Desde América Latina hasta Asia, sus creaciones fueron reconocidas y aclamadas. Fue el hombre que puso el arte nacional en los escenarios internacionales más relevantes del planeta y uno de los colombianos más ilustres de la historia reciente. 
Su historia se remonta a 1932, en Medellín, donde nació. Una ciudad que marcó su carácter y le proporcionó experiencias indelebles que constituyen la esencia de gran parte su producción. Se inició artísticamente en 1951 como acuarelista siguiendo una arraigada tradición antioqueña, y representando escenas con cierto acento costumbrista, como pescadores en las playas de Tolú y entierros de aldeanos.

Sus primeras ilustraciones publicadas fueron para el periódico El Colombiano. En 1951 realizó su primera exposición en Bogotá: en la galería Leo Matiz: acuarelas, tintas, óleos y gouaches. Un año después, en el IX Salón Nacional, fue galardonado con el segundo premio en Pintura con óleo frente al mar. Tenía 20 años.

En 1954, se casó con Gloria Zea, fundadora del Museo de Arte Moderno de Bogotá y exdirectora de Colcultura. Con ella tuvo tres hijos: Fernando, Lina y Juan Carlos.

Después decidió irse a vivir a Europa hasta 1955. Estuvo en la Academia de San Fernando de Madrid y en la Academia de San Marcos de Florencia. "En realidad me considero autodidacta", cita el Banco de la República como referencia a ese momento de su vida.

Sus obras imponentes

El estilo y la técnica del maestro Botero fue cambiando con los años. Desde acuarelas y trazados hasta las figuras voluptuosas.

En 1956 viajó a México, Washington y Nueva York. En 1957 regresó a Colombia y volvió a ser premiado. Durante la década de los 60, su obra se extendió por el país y la región. En 1961 se instaló en la capital del mundo, Nueva York, y desde allí trabajó durante doce años. En 1967, su obra La familia presidencial fue adquirida por el Museo de Arte Moderno de Nueva York (MoMA). Después se radicó en París. 

En 1964, el pintor colombiano se casó de nuevo con Cecilia Zambrano. De esa unión nació Pedro (1970), quien murió en 1974 en un accidente de tránsito en España. El maestro lo retrató en una pintura que en la actualidad está en el Museo Nacional de Colombia. 

Tras el hecho, la relación se disolvió. No fue sino hasta 1978 que Fernando Botero se casó con Sophia Vari, la artista griega que se robó sus suspiros y era su inspiración permanente. Vivieron en París hasta que ella murió en mayo de este año. La partida supuso un deterioro en la salud del artista, que ya venía con afectaciones por un párkinson. Después, Botero se trasladó a Montecarlo a una de sus residencias. 

Un colombiano ilustre

tista fue alguien que llevaba al país en su pensamiento y contribuyó de forma importante al arte e historia del país.

En 1977 expuso por primera vez sus esculturas en el Grand Palais de París. Fue en esa misma ciudad en la que tuvo después un reconocimiento por sus 32 creaciones expuestas en los Campos Elíseos en 1992.  

En 1993, Botero expuso sus esculturas en la Quinta Avenida de Nueva York. En 1995, una de ellas, El pájaro, que estaba en la plaza de San Antonio de Medellín, fue explotada con una bomba. En 1998, expuso en la Plaza de Comercio de Lisboa. 

Para el nuevo milenio, en el 2.000, el maestro donó 208 obras al Banco de la República de Bogotá, dando luz al hoy Museo Botero, uno de los más recorridos y apetecidos por los turistas extranjeros. También donó 108 obras al Museo de Antioquia en Medellín, lo que dio pie para abrir la Plaza Botero con 23 de sus esculturas. 

Un ojo sobre la realidad

Fernando Botero plasmó con su obra escenas de la vida colombiana. Una de sus colecciones tuvo que ver con la violencia en el país.

En 2007 donó las 47 obras de su serie Abu Graib (2005) a la Universidad de California en Berkeley. Entre 2015 y 2016, se realizó una exposición antológica de su obra en el Museo Nacional de China en Pekín y en el Museo de Arte Chino en Shanghái.

En 2018 se realizó una exposición en el Museo Nacional de Colombia sobre su obra temprana. En 2020, se celebraron dos décadas del Museo Botero. Según fuentes cercanas, hasta sus últimos días, pintó acuarelas y dibujos en papel. 

Sus esculturas majestuosas

Las obras de gran magnitud de Fernando Botero le dieron la vuelta al mundo: desde Pekín, hasta París, Nueva York, Lisboa, y Medellín y Bogotá.

El 15 de septiembre de 2023 se confirmó su fallecimiento. La semana previa había presentado afectaciones serias de salud. El propio maestro decidió salir del hospital y retornar a su casa hasta su lamentable partida. Sus restos estarán en Pietrasanta, en Italia, donde también están los de Sophia Vari. 

Hablar de la obra de Fernando Botero es hablar de inmortalidad. Fue uno de los últimos pintores vivos de su generación que marcaron hitos en la historia de la cultura nacional y mundial. "Ni la pintura ni la escultura de Botero tienen realmente antecedentes cercanos", explica Eduardo Serrano. Y está en lo cierto. La importancia de lo que hizo fue destacada por los principales centros artísticos del planeta y millones de extranjeros lo reconocen. Sus donaciones a Colombia, inéditas, impulsaron el desarrollo de los museos y ayudó a que las personas tuvieran sentido de pertenencia por la cultura nacional. El maestro deja un legado majestuoso.

Homenaje a su vida, en palabras de su familia

Este fue el perfil que EL TIEMPO le hizo cuando cumplió ocho décadas de vida

Visita del maestro 
Fernando Botero al lanzamiento de la "Maleta de Botero", material didáctico preparado por el Museo Botero.
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Créditos

Redacción: Eduardo Serrano, Fernando Gómez Echeverry, Juan Carlos Botero Zea y David Alejandro López Bermúdez. 
Editor de Cultura: Fernando Gómez Echeverry. 
Diseño de apertura: Sandra Rojas. 
Maquetación: Carlos Bustos. 
Fotografías: archivo EL TIEMPO, AFP, Efe.
Video: Melissa Serrato y unidad de Video de EL TIEMPO.
Los derechos de las obras y fotografías publicadas en este especial periodístico pertenecen a la Galería El Museo, Banco de la República, la familia de Fernando Botero y la Casa Editorial EL TIEMPO. Su reproducción total o parcial con fines editoriales y/o comerciales en otros portales digitales está prohibida sin previa autorización.