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Documental Especial

Vallenato: la mística de los juglares, los grandes contadores de historias del norte de Colombia

Lorenzo Morales y Emiliano Zuleta Baquero, grandes juglares del folclor vallenato.

Lorenzo Morales y Emiliano Zuleta Baquero, grandes juglares del folclor vallenato.

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Segundo capítulo de la serie documental 'Vallenato, un canto contado' de EL TIEMPO.

David Alejandro López BermúdezPeriodista de Reportajes Multimedia

Sobre un burro, bajo las inclementes temperaturas del entonces Magdalena Grande, un hombre recorría decenas de kilómetros entre caseríos. Lo llamaban Francisco. Cuando llegaba a algún lugar, declamaba sobre lo que veía: los matorrales secos, el estruendoso sonido de un río chocando con rocas, los nuevos nacimientos en las familias, los recados o los mensajes de amor. Una vez, tras una intensa parranda, decidió buscar un espacio solo y se dirigió por un camino polvoriento en medio de la noche. 

Cerca de un palo, aún encima del animal, abrió su acordeón y comenzó a tocar melodías que había compuesto. Cuando terminó una de las piezas, a lo lejos se empezó a escuchar otro acordeón. El hombre decidió seguir el sonido. El sonido se hizo más fuerte y se detuvo cuando estaba cerca. La imagen era tenebrosa: estaba el diablo con un instrumento similar sobre unas raíces. Sus ojos ardían. El acordeonero se armó de valor y lo retó a un duelo. Entonces continuó interpretando con la magia que lo caracterizaba. Durante varios minutos cantó e interpretó, hasta que miró hacia el cielo, pidió ayuda y dijo el credo al revés. Ese fue el detonante para obligar al demonio a huir hacia las montañas y desaparecer para siempre. 

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(Vea: La magia de una auténtica parranda, la máxima expresión del vallenato
Esa historia forma parte de una leyenda que ha trascendido desde finales del siglo XIX en el norte de Colombia. En efecto, el sujeto existió. Se llamaba Francisco Antonio Moscote Guerra y se dice que nació en el corregimiento de Tomarrazón (hoy jurisdicción de Riohacha, La Guajira). Por su hazaña, lo apodaron ‘Francisco, el hombre’. 
Gabriel García Márquez lo incluyó en el realismo mágico de Macondo, en Cien años de soledad, y inmortalizó describiendo en él los atributos de un juglar, un término que venía de la Edad Media en Europa para identificar a la persona que recitaba poesía y contaba historias. Aunque años antes ya había sido identificado por la gente como tal de esa manera. Lo que tocaba con el acordeón fueron una de las primeras melodías atribuidas al vallenato y que desembocaron en icónicas canciones. 
Y es que hablar de vallenato es hablar de juglares. La consolidación del género musical se debió a lo que ellos lograron. Eran campesinos que llevaban las noticias, y componían, tocaban acordeón y cantaban. “Se codeaban con el pueblo”, diría el folclorista Alfonso Cortés Marroquín.
(Vea: Festival vallenato: ¿qué comían los juglares y cuáles son los platos infaltables en una parranda?)
Tal es el caso, por ejemplo, de Sebastián Guerra, quien "alertó a la región sobre la blenorragia", revela el escritor Tomás Darío Gutiérrez. O de Chico Bolaño, quien hizo cantos para inspirar a la tropa colombiana en la guerra con Perú.
En este segundo capítulo de la serie documental ‘Vallenato, un canto contado’, se detalla cómo estas personas, entre 1840 y 1950, se nutrieron de historias, compusieron y establecieron los códigos que hoy se usan en la música vallenata. 
Capítulo 2: juglares. Serie documental 'Vallenato, un canto contado'

Segundo capítulo de 'Vallenato, un canto contado' sobre los juglares.

Foto:EL TIEMPO

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Nombres como los de Emiliano Zuleta Baquero, Alejo Durán, Pacho Rada, Lorenzo Morales, Luis Enrique Martínez, Abel Antonio Villa, Adolfo Pacheco, Carlos Huertas, Juancho Polo ‘Valencia’ Cervantes, Nafer Durán, Alfredo Gutiérrez, Rafael Escalona, Leandro Díaz, Jorge Oñate y Calixto Ochoa son recordados y enmarcados dentro de la generación pionera de la juglaría vallenata. 
(Vea aquí el primer capítulo de 'Vallenato, un canto contado' sobre la tierra)
Alejo Durán durante el primer Festival Vallenato, en 1968

Alejo Durán durante el primer Festival Vallenato, en 1968

Foto:Festival de la Leyenda Vallenata

Después, le siguieron cantantes e intérpretes que tomaron esas creaciones para elaborar nuevas composiciones —muchas de ellas aún suenan en la actualidad—, como sucedió con el cacique Diomedes Díaz, que se convirtió en uno de los grandes exponentes de la historia reciente. 
Algunos aseguran que, en términos prácticos, con la llamada ‘nueva ola’ hay algunos cantantes que podrían clasificar como ‘nuevos juglares’ porque reunirían características de los primeros. Sin embargo, muchos lo desestiman y fijan su posición en este segundo capítulo: ¿se han extinguido por completo los juglares vallenatos como los conocíamos?
(Vea: Mujeres en el vallenato, de inspiración de juglares a protagonistas y reinas del festival)

¿Qué es 'Vallenato, un canto contado'?

El Festival de la Leyenda Vallenata, que este año llega a su versión número 57 con el homenaje al maestro Iván Villazón, va mucho más allá de ser un encuentro de fiestas y parrandas.
Aunque sí hay bastante de eso, necio sería negarlo, el festival viene a ser hoy la expresión final de una historia centenaria que se fue tejiendo con el tiempo; un cúmulo de expresiones, encuentros, historias, anécdotas y luchas de un pueblo que se sobrepuso a la adversidad.
(Le puede interesar: Diez grandes juglares vallenatos de la historia)
El vallenato, como bien lo señalan varios de los expertos que acompañan este especial periodístico, es un canto a la tierra, a la mujer, a la amistad, a las costumbres, a la vida en su máxima expresión; es un canto contado, al decir del folclorista Alfonso Cortés Marroquín, la savia que ha nutrido a toda una estirpe de hombres y mujeres a quienes EL TIEMPO rinde un merecido homenaje.
Rada fue declarado rey vitalicio del Festival Vallenato.

Pacho Rada fue declarado rey vitalicio del Festival Vallenato.

Foto:Archivo EL TIEMPO

Durante varias semanas, un equipo de periodistas y productores de esta casa editorial se sumergió en las entrañas de esa vasta región del Caribe colombiano, que componen los departamentos de La Guajira, Cesar y Magdalena, en donde para bien del país echó raíces el vallenato; recorrieron sus caminos, hablaron con sus gentes, saborearon sus comidas, acompañaron amaneceres y atardeceres, escucharon a los poetas y se conmovieron con la armoniosa vivacidad de la caja, la guacharaca y el acordeón.
Fruto de ese trabajo, EL TIEMPO presenta 'Vallenato, un canto contado', una serie documental de 7 capítulos que exalta el principal baluarte del pueblo vallenato de cara a su festival, pero sobre todo, pretende irradiar y contagiar a aquellos que se aprestan a asistir a su fiesta y a los que estarán ausentes de ella, para que este patrimonio inmaterial de la humanidad siga latiendo como las notas de un acordeón, "ese fuelle nostálgico, amargamente humano y que tiene tanto de animal triste", según sentenció Gabriel García Márquez.

¿Dónde ver la serie documental sobre vallenato en Colombia?

Desde el 23 de abril, en las plataformas de EL TIEMPO y en nuestro canal de YouTube, usted podrá encontrar los capítulos de 'Vallenato, un canto contado'. En total, son 7 capítulos: la tierra, los juglares, la parranda, la gastronomía, las mujeres, el homenajeado Iván Villazón y el festival vallenato.
REDACCIÓN EL TIEMPO

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David Alejandro López BermúdezPeriodista de Reportajes Multimedia
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