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Análisis

Cultura

No queremos más noticias: 'Somos sublimes haciendo ficción y patéticos produciendo información' / El otro lado, columna de Omar Rincón

Omar Rincon, El otro lado'

Omar Rincon, El otro lado'

Foto:César Sánchez Carreño

El crítico de televisión analiza por qué en Colombia somos geniales produciendo ficción y "patéticos produciendo información".

ómar rincón
La conclusión de estos 70 años de televisión en Colombia es que somos sublimes haciendo ficción y patéticos produciendo información.

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Somos precarios en la información porque siempre ha estado a favor de los poderosos: antes los políticos, ahora los empresarios; hacemos periodismo feo y obvio del en vivo sin ton ni son; echamos al olvido a la crónica, el reportaje, el testimonio. El informe Reuters 2024 cuenta que más del 70% de la gente ya no quiere ver noticias, peor que los que se informan por redes digitales cada vez son menos, y que cada cual tiene su “modo”: ganando YouTube seguida de WhatsApp y TikTok… La más baja es la del mayor medio de desinformación del mundo: X.
Las razones para que la gente no quiera noticias ya se sabe: mucho político diciendo bobadas que en su mayoría son fakes news o tirar hate, exceso de analistas que gritan ante la falta de argumento y relato de un mundo inhóspito tomado por los delincuentes, los malandros, el cinismo, el caos. Ante este “mundo del periodismo”, la gente aprendió que sin informarse todo no es tan perverso y tenemos vida más allá de lo que dicen las noticias.
Los periodistas y medios, por su parte, seguiremos echándoles la culpa a los gobiernos, a los políticos, a las plataformas digitales, a las fake news, a la Inteligencia Artificial. Seguiremos haciendo periodismo fanático en nuestros guías políticos, nuestros empresarios dueños y nuestros egos. Seguiremos atacando a los colegas para decir que yo si soy bueno, los otros son el mal periodismo. Seguiremos diciendo que la libertad de expresión soy yo, a los demás censuras.

"Las razones para que la gente no quiera noticias ya se sabe: mucho político diciendo bobadas que en su mayoría son fakes news o tirar hate".

Y en nuestro club de la queja seguiremos felices en festivales, encuentros y seminarios diciendo que es el oficio más bello del mundo, que somos los “defensores” de la democracia y la libertad (no la de milei, bukele o trump, la nuestra: la de expresión).
El informe Reuters seguirá diciendo que la crisis es un asunto de las grandes compañías tecnológicas, las redes sociales, los motores de búsqueda, la IA; un asunto de si es en video o audio o infografía o de formatos divertidos y atractivos para mantener la atención; un asunto de las fakes y los mileis, trumps, bukeles.

¿Y de “auto-crítica” cuándo?

De analizar que (i) nuestros criterios periodísticos poco tienen que ver con los de la gente; (ii) los periodistas nos hemos convertido en actores políticos que opinamos más que reportear; (iii) somos propagadores de fakes y hates; (iv) estamos “secuestrados” por la agenda de los mileis, bukeles, petros, amlos, trumps; (v) ignoramos los sentires de la gente y la vida cotidiana, la salud, la comida, la educación, las violencias familiares; (vi) hacemos periodismo feo, aburrido, mal escrito y peor narrado…
El problemón es que el periodismo que hacemos es inútil, cero impacto y no tiene que ver con la vida de la gente. Si no hacemos la auto-crítica y producimos un periodismo necesario, cada vez seremos más inservibles. El problemón es el periodismo que hacemos.
ómar rincón
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