En este portal utilizamos datos de navegación / cookies propias y de terceros para gestionar el portal, elaborar información estadística, optimizar la funcionalidad del sitio y mostrar publicidad relacionada con sus preferencias a través del análisis de la navegación. Si continúa navegando, usted estará aceptando esta utilización. Puede conocer cómo deshabilitarlas u obtener más información aquí

¡Hola !, Tu correo ha sido verficado. Ahora puedes elegir los Boletines que quieras recibir con la mejor información.

Bienvenido , has creado tu cuenta en EL TIEMPO. Conoce y personaliza tu perfil.

Hola Clementine el correo [email protected] no ha sido verificado. VERIFICAR CORREO

icon_alerta_verificacion

El correo electrónico de verificación se enviará a

Revisa tu bandeja de entrada y si no, en tu carpeta de correo no deseado.

SI, ENVIAR

Ya tienes una cuenta vinculada a EL TIEMPO, por favor inicia sesión con ella y no te pierdas de todos los beneficios que tenemos para tí.

Análisis

Sectores

Desplome en inversión extranjera ¿Un bache temporal? / Análisis de Ricardo Ávila

Barcos con mercancías llegan hasta los 12,5 metros.

Barcos con mercancías llegan hasta los 12,5 metros.

Foto:Santiago Saldarriaga. EL TIEMPO

La inversión extranjera que llegó a Colombia registró una caída del 29 por ciento en el primer semestre, un retroceso que amerita mirar con atención lo sucedido.

ricardo ávila
Hace un par de semanas ProColombia envió a los medios de información un comunicado de prensa en el que aparece un muñeco de gran tamaño vestido de médico, saludando desde la plaza de Bolívar de Bogotá. Es probable que los transeúntes que pasaron por el lugar en el momento de la instantánea no supieran de quién se trataba, a menos que entre el público hubiera alguien proveniente de México.

Conforme a los criterios de

La razón es que el personaje en cuestión es conocido como el Dr. Simi en dicho país, al ser la imagen de las Farmacias Similares. Descrita como la segunda cadena minorista más grande del mundo en la comercialización de medicamentos genéricos, con 9.800 puntos de venta, también tiene operaciones en Chile.
Ahora la compañía probará suerte en el territorio nacional, con un puñado de almacenes en el distrito capital que llevan el nombre de Droguerías del Dr. Simi. Pero a la luz de lo hecho en otras latitudes, resulta factible que se expanda con rapidez en un buen número de poblaciones –la meta es llegar a 25 locales para diciembre– en donde hará conocer su eslogan: ‘Lo mismo, pero más barato’.
Más allá de cómo le vaya al emporio de origen mexicano, el caso referido confirma que Colombia sigue siendo un sitio que despierta el interés de los inversionistas extranjeros. Sin desconocer las turbulencias o las preocupaciones en el plano económico, político, social o de seguridad, los capitales no han dejado de tocar a la puerta en múltiples sitios.
Invest Pacific, que lidera el tema en el Valle del Cauca, asegura que el departamento captó 119 millones de dólares distribuidos en 12 proyectos entre enero y julio pasados. “Queremos fortalecer el atractivo de la región para atraer negocios verdes, oportunidades que además de generar beneficios económicos, ayuden a la construcción de un futuro sostenible”, dice Juan Carlos Castro, director de la entidad.

Sumas y restas

Aun así, también es cierto que las cifras son menos dinámicas ahora. La semana pasada el Banco de la República dio a conocer las estadísticas del primer semestre sobre el comportamiento de la balanza de pagos, que registra las transacciones que tenemos con el resto del mundo.
Según el reporte, los ingresos por inversión extranjera directa llegaron a 6.720 millones de dólares al cierre de junio, un descenso del 29 por ciento frente a igual periodo de 2023. En cifras gruesas, la reducción es de casi 2.700 millones de dólares entre un año y otro.
Falta ver qué pasa en la segunda mitad del calendario, pero todo apunta a que superar el máximo histórico de 17.183 millones de dólares alcanzado en 2022 será imposible. A pesar de que en 2023 el dato respectivo fue cercano a ese récord, hay evidencias de que en áreas como la minería y el petróleo las empresas registraron como inversión recursos que se destinaron al pago de impuestos. Ahora, lo más factible sería ubicarse en algo cercano a los 13.000 millones anuales que fueron la norma a finales de la década previa.
Tal como lo señaló hace poco la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), Colombia ocupó el año pasado el quinto lugar en la región como destino de los capitales foráneos, por debajo de Brasil, México, Chile y Argentina. Los tres últimos puestos varían entre un calendario y otro, pero no los dos primeros, pues las principales economías del área se han llevado la mayor tajada desde tiempo atrás.
Ubicarse en la parte alta de la lista es algo relativamente reciente para el país. Aunque tanto por población como por tamaño del territorio había argumentos para ser atractivos en esta materia, no fue sino hasta 2004 que comenzamos a subir en las clasificaciones internacionales.
Sin duda, la mejora en las condiciones de seguridad del que durante un largo periodo fue considerado un Estado fallido despertó un apetito que antes era moderado. A lo largo de décadas los problemas de violencia, ocasionados en parte por los carteles de la droga y las organizaciones ilegales armadas, influyeron para espantar a muchos.
Hubo excepciones, claro. Algunas privatizaciones o la llegada de la telefonía celular atrajeron recursos en los noventa. Por su parte, la extracción de petróleo o minerales como carbón y níquel concentró la mayoría de lo recibido.
No obstante, lo tradicional era que el peso de la inversión extranjera en la economía oscilara alrededor del uno por ciento del producto interno bruto, muy por debajo del promedio regional. En cambio, de unos 15 años para acá, la proporción ha llegado a superar el cinco por ciento, superior a la media latinoamericana.
Semejante dinámica resultó ser determinante en varios frentes. Por ejemplo, un documento escrito por técnicos del Fondo Latinoamericano de Reservas y el Banco de la República señala que entre comienzos del siglo y 2020 “los flujos de inversión extranjera directa han sido 2,1 veces más que los de cartera y hasta 4,2 veces más que los recursos que han llegado al país por concepto de otra inversión” como es el caso de préstamos.
Añade el trabajo que “al ser financiación de largo plazo, el país enfrenta un escenario de menor riesgo y vulnerabilidad ante choques externos, lo cual es un indicador de tranquilidad y confianza”. Puesto de otra manera, la economía ha ganado en solidez gracias a lo ocurrido.
Esa calificación positiva no solo viene de los especialistas, sino también del público. En el más reciente sondeo de Invamer, 69 por ciento de los encuestados estuvieron de acuerdo con “fomentar la llegada de multinacionales y la inversión extranjera en Colombia”, mientras que solo 29 por ciento se manifestó en contra.

Las caras de la moneda

Quienes ven con buenos ojos el arribo de empresas de afuera destacan aspectos como transferencia de tecnología, aumentos en productividad, desarrollo de vínculos empresariales o la transformación de la estructura productiva, con ganancias en eficiencia y competitividad. En ciertos casos puede lograrse acceso a las cadenas globales de valor por cuenta de exportaciones que, además, diversifican las fuentes de divisas y abren nuevos mercados.
Pero también hay que contar con capacidad de atracción, en un mundo en el cual múltiples naciones buscan promover sus respectivas ventajas comparativas. Elementos como la localización geográfica o la disponibilidad de insumos entran en la ecuación, junto con la capacitación, disponibilidad y costo de la fuerza laboral. No menos importantes son las reglas de juego y el marco institucional, incluyendo los impuestos, la estabilidad jurídica o la propia salud de la economía.
Dicho lo anterior, vale la pena subrayar que en estos asuntos la mayoría de las naciones han aprendido de los errores del pasado. Tanto la legislación como la opinión pública hacen más difícil hoy en día las prácticas depredatorias del medioambiente o el maltrato de los trabajadores.
¿Qué nos hace llamativos? Para comenzar, está el tamaño de la demanda interna que atrae a quienes desean ofrecerles bienes y servicios a 50 millones de consumidores. El hecho de ser un país mayoritariamente urbano y con un elevado número de ciudades de más de 100.000 habitantes llama la atención.
Por ejemplo, la sexta transacción más importante de 2023 en América Latina fue la compra de Almacenes Éxito por parte del Grupo Calleja de El Salvador. Si bien el socio mayoritario de la cadena de supermercados con sede en Medellín era el grupo francés Casino –y en ese sentido se remplazó un dueño extranjero por otro– las cualidades mencionadas arriba pesaron mucho para que el conglomerado centroamericano hiciera una apuesta significativa.
Hecha la consideración, los analistas señalan que, a pesar de ubicarnos en la esquina noroccidental de Suramérica, con costas en los dos océanos, son relativamente pocas las empresas que deciden instalarse aquí para concentrarse más en las exportaciones que en el mercado local. En épocas recientes algunas firmas norteamericanas o asiáticas comenzaron a operar –sobre todo en Barranquilla– para llegar con condiciones preferenciales a Estados Unidos, pero el número es todavía pequeño.
Dentro de las explicaciones que se escuchan es que el clima para hacer negocios no resulta ser el más propicio. Aparte de la inseguridad o la maraña de normas de orden municipal o nacional, conseguir una visa de trabajo para alguien extranjero es un proceso largo y dispendioso. Realidades como el alto precio de la electricidad o la pobre calidad del servicio en áreas como la costa Atlántica también descorazonan a más de uno.
Cuando se mira a dónde llegan las inversiones, es evidente que la explotación de recursos naturales encabeza las preferencias. Las estadísticas muestran que de los 196.841 millones de dólares recibidos entre 2000 y 2020 el 41 por ciento se destinó a minería y petróleo, el 16 por ciento a la industria, el 14 por ciento a los servicios financieros, el 10 por ciento al transporte y un 9 por ciento adicional a hoteles y comercio.
Es cierto que en épocas recientes el abanico se ha diversificado, pero podría abrirse mucho más. A pesar de lo hecho, Colombia está a años luz de México, que es un verdadero gigante en materia de manufacturas.
Otras naciones más pequeñas como Costa Rica o República Dominicana pueden exhibirse como casos de éxito. La primera utilizó la instalación de una planta de Intel en cercanías de San José para impulsar el segmento de alta tecnología. Por su parte, la segunda no solo es una potencia turística, sino que eliminó barreras y corteja activamente a potenciales inversionistas, algo que incluye estímulos de diverso orden.
Y, claro, hay que adelantar una labor de promoción para hacerse conocer. ProColombia es la encargada de poner la cara mediante la organización de eventos, sedes en el exterior y producción de información. En ocasiones la entidad trabaja de la mano de las oficinas que existen en varias capitales y departamentos colombianos, que se concentran en allanar el camino en lo local.
Como siempre, el desafío consiste en estar a la altura de las circunstancias. Para citar un caso concreto, a finales de abril pasado se organizó un evento con inversionistas en Londres que contó con la presencia de varios ministros. En este se presentó un documento de casi 150 páginas que incluyó decenas de proyectos, con un claro énfasis en infraestructura, pero de una calidad mediocre, fuera de problemas gramaticales y de sintaxis en la versión traducida al inglés.
Sobra decir que cualquiera que desee arriesgar millones de dólares en Colombia no lo hará por cuenta de lo que diga una presentación de carácter oficial. En un mundo interconectado la información que se requiera está a un clic de distancia y basta tomar un avión para evaluar las posibilidades reales de un lugar determinado.
Para quienes saben, pesan más los testimonios de otros inversionistas o la voluntad real de ayudar con trámites a través de esquemas como la llamada “ventanilla única”, en la cual se pueden hacer varias gestiones al tiempo. “Colombia ha demostrado ser un país con oportunidades consistentes, y cuando se compara con otros países de América Latina, resalta por su resiliencia y estabilidad a largo plazo”, afirma María Claudia Lacouture, exministra de Comercio y presidenta de la Cámara de Comercio Colombo Americana.
Bajo esta óptica, importa más la trayectoria del país que una coyuntura compleja. Además, Lacouture sostiene que el ciclo de decisión de una inversión toma algún tiempo, por lo cual el dinero que ingresa ahora es consecuencia de una evaluación hecha años atrás.
Sin embargo, ello no impide reconocer que al capital no le gustan los sobresaltos. Perú, afectado por una notoria inestabilidad política y por bandazos en la regulación, dejó de ser uno de los sitios preferidos por los inversionistas que se aventuran en la región, como lo muestran las cifras del año pasado.
Debido a ello, Colombia debe tener en cuenta que no puede dar pasos en falso, entre otras porque recuperar el prestigio, después de perderlo, es una tarea ardua. Un deterioro de las percepciones puede dar paso a círculos viciosos que se traducirán en una caída adicional de la inversión que traería menor crecimiento y empleo, lo cual desembocaría en menos oportunidades de negocios.
Para que eso no suceda, el remedio es enmendar la plana y adelantar la tarea de mejorar las condiciones objetivas a la hora de hacer empresa. Solo así se podrá asegurar que el bache de este año sea temporal y la diversificación anhelada en el destino de los capitales que vienen de afuera acabe concretándose.
RICARDO ÁVILA
ANALISTA SENIOR
ricardo ávila
icono el tiempo

DESCARGA LA APP EL TIEMPO

Personaliza, descubre e informate.

Nuestro mundo

COlombiaInternacional
BOGOTÁMedellínCALIBARRANQUILLAMÁS CIUDADES
LATINOAMÉRICAVENEZUELAEEUU Y CANADÁEUROPAÁFRICAMEDIO ORIENTEASIAOTRAS REGIONES
horóscopo

Horóscopo

Encuentra acá todos los signos del zodiaco. Tenemos para ti consejos de amor, finanzas y muchas cosas más.

Crucigrama

Crucigrama

Pon a prueba tus conocimientos con el crucigrama de EL TIEMPO