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Análisis

Conflicto y Narcotráfico

En medio de la peor escalada de violencia de las disidencias, la purga de generales no termina

De izquierda a derecha: el coronel Oswaldo Forero y el general Óscar Vera, del Ejército Nacional.

De izquierda a derecha: el coronel Oswaldo Forero y el general Óscar Vera, del Ejército Nacional.

Foto:Ejército

En dos años han salido 65 generales. El último fue Óscar Vera, de la Quinta Brigada del Ejército. Hablan expertos.

Alicia Liliana MéndezSubeditora
"Doy gracias a Dios por permitirme llegar a este momento sin ningún problema, sin ninguna investigación, sin ninguna tacha en mi hoja de vida. Los tiempos de Dios son perfectos: es el momento de cerrar el ciclo. Me voy con la frente en alto después de 34 años de carrera con entusiasmo y entrega”.

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Con ese mensaje y la voz entrecortada, el comandante de la Quinta Brigada del Ejército, el general Óscar Vera Peláez, oficializó el pasado miércoles ante sus tropas su paso a retiro. El curtido militar, especializado en inteligencia, le entregó el mando al coronel Oswaldo Forero Moreno, quien es ahora el máximo jefe militar en Santander.
La evidente desazón del general por su inesperada salida de la vida militar y el traspaso del mando de miles de soldados a manos de un oficial con mucha menos antigüedad y experiencia son dos constantes que han marcado a la Fuerza Pública en los dos años de gobierno del presidente Gustavo Petro.
Cercanos al general Vera le indicaron a EL TIEMPO que el comandante del Ejército Nacional, general Luis Emilio Cardozo, lo llamó el 12 de junio y le pidió que diera un paso al costado para evitar que lo llamaran a calificar servicios.
General (r) Luis Emilio Cardozo Santamaría

General (r) Luis Emilio Cardozo Santamaría

Foto:Ejército

De acuerdo con las mismas fuentes, el comandante del Ejército no le dio detalles de la solicitud, por lo que Vera asumió que era una orden, situación normal dentro de la cadena de mando. Como lo informó EL TIEMPO, el general Vera pidió la baja esa misma noche, antes de la cumbre de generales y almirantes que se llevaría a cabo en la Escuela Militar José María Córdova.
Por fuentes militares consultadas por este diario y extraoficialmente trascendió que la salida de Vera podría haberse dado por su paso como director de inteligencia del Ejército durante el fin del gobierno Duque y principios de la era Petro, en el grado de coronel.
Para muchos oficiales es claro que en este Gobierno no tienen cabida ni los altos mandos investigados por casos de derechos humanos, en especial los señalados por los ‘falsos positivos’, ni las cabezas de inteligencia o contrainteligencia de las pasadas administraciones. Esto a pesar de que el Presidente se la ha jugado por mantener a algunos oficiales que han tenido graves cuestionamientos (aún sin decisiones judiciales), como el recién ascendido coronel Carlos Feria, jefe de seguridad de Palacio, investigado por el escándalo del polígrafo a la empleada de la hoy jefa del Dapre, Laura Sarabia.
Gustavo Petro, presidente de Colombia, durante el lanzamiento de 'Misión Cauca'.

Gustavo Petro, presidente de Colombia.

Foto:Juan Diego Cano. Presidencia

Altas fuentes militares le dijeron a EL TIEMPO que a la salida de Vera Peláez podría sumarse la de otros dos altos mandos: el segundo comandante del Ejército, mayor general Ómar Sepúlveda, y el mayor general Juan Carlos Correa Consuegra, subjefe de la Jefatura de Planeación del Comando de Fuerzas Militares.
Esto sería un daño colateral, por razones de antigüedad, de la reincorporación del mayor general Luis Emilio Cardozo (quien estuvo fuera de la institución castrense por dos años tras ser llamado a calificar servicios en el primer gran remezón de generales –agosto de 2022– con la llegada del presidente Gustavo Petro), y quien asumió como comandante del Ejército Nacional hace tres semanas.
El Ministerio de Defensa priorizó la presentación de las hojas de vida ante el Congreso de la República para que se aprobaran –antes del 20 de junio, cuando finalizó la segunda legislatura– los ascensos del mayor general Cardozo y del mayor general Hugo López al grado de general full. El trámite se dio en Senado, sin mayores contratiempos.
El ascenso a Cardozo lo fortalece en el comando del Ejército, donde siguen los ruidos entre los oficiales que están incómodos por el regreso del retiro de un general que el mismo Gobierno había descartado hace dos años. El ascenso del general López responde también a su papel como delegado en la mesa de negociación con el Eln. Se espera que la ceremonia de ascenso de Cardozo y López se concrete a mediados de julio.
Comandante de las Fuerzas Militares, general Helder Fernan Giraldo Bonilla.

Comandante de las Fuerzas Militares, general Helder Fernan Giraldo Bonilla.

Foto:Cortesía

Los dos generales son compañeros de promoción del actual comandante de las Fuerzas Militares, Helder Fernán Giraldo. Altas fuentes del Ministerio de Defensa y del generalato señalan que son fuertes las versiones según las cuales el reencauche de Cardozo sería el paso previo a su llegada al Comando de las FF.MM, lo que a su vez le permitiría al Presidente promover a otros generales en el Comando del Ejército y desactivar los ruidos relacionados con la reintegración del oficial.
Pero lo que dicen esas fuentes es que Cardozo no es necesariamente el militar de mayor confianza para el alto Gobierno. Ese papel se lo atribuyen, incluso generales activos, a un coronel retirado, Juan Carlos Mazo, quien desde enero de este año es el director de Indumil y del que Cardozo era subalterno en la industria militar.
De hecho, afirman que Mazo se ha ganado toda la confianza del jefe de la cartera castrense, Iván Velásquez. Ese coronel es experto en inteligencia y muchos oficiales aseguran que habla al oído del Gobierno incluso en asuntos relacionados con la Dirección Nacional de Inteligencia (DNI).

65 generales, ‘de Evertif’

Con la llegada de Gustavo Petro a la Casa de Nariño han salido 65 generales (27 de la Policía y 25 del Ejército). El más importante fue el del general Luis Mauricio Ospina (21 de mayo), quien fue el primer comandante de Ejército nombrado por esta administración y salió en medio de fuertes polémicas.
El mayor general Luis Emilio Cardozo, comandante del Ejército, se dirige a la tropa.

El mayor general Luis Emilio Cardozo, comandante del Ejército, se dirige a la tropa.

Foto:Cortesía

Más allá de las consideraciones del Gobierno para decidir los cambios –que de hecho son una de sus facultades constitucionales– sigue el debate por el impacto que tiene la pérdida de años de experiencia militar en el manejo del orden público, hoy fuertemente impactado por la violencia de las disidencias. Un impacto que se maximiza, además, por el alejado estilo de liderazgo del ministro de Defensa, Iván Velásquez.
Henry Cancelado, experto en seguridad, considera que los cambios que se han dado en los últimos meses en la cúpula de la Fuerza Pública “afectan la experiencia” dentro de la institución, interrumpen la línea de ascenso y perjudican la forma como se enfrenta un conflicto armado tan complejo como el que se registra en Colombia”.
Los generales que han pasado incluso por varios gobiernos tienen menos temor a la hora de expresar sus reservas frente a decisiones del Ejecutivo. Los nuevos, o los coroneles en ascenso, rara vez lo hacen porque saben que sus carreras están amarradas a que encajen en las políticas del Gobierno. Un general al mando de una división, en teoría, tiene más experiencia y más aire en las alas para identificar las amenazas para la seguridad en sus regiones y plantear las acciones que se deben tomar frente a las mismas.
Franceses dicen que cambiaron las reglas de juego y que se debe frenar el contrato.

Ministro Iván Velásquez.

Foto:Archivo particular

Sobre la línea de ascenso coincide Andrés Nieto, analista y experto en temas de seguridad. “El ascenso se da precisamente porque han pasado por diferentes pruebas tanto administrativas como operativas que permiten que, cuando lleguen a la cabeza de alguna de las divisiones, tengan la posibilidad de dar ese proceso doctrinal”, sostiene.
Nieto explicó que ese proceso consiste no solo en un conocimiento táctico, sino en un conocimiento avalado por la experiencia “que permite guiar a los que vienen detrás”. De acuerdo con el analista, quizás lo más complicado sea “que si seguimos sacando a los altos mandos en el rango de general, habrá un momento en el cual nos vamos a quedar sin quién dirija las principales operaciones y las principales unidades de Ejército y Policía (...) Con coroneles van a llegar a puestos de mando antes de tiempo”, puntualizó.
Nieto también coincide en las repercusiones en los trabajos en las zonas complejas de orden público: “Se va a estar cambiando la estrategia cada seis meses y así no se podrán ver resultados a mediano y largo plazo”.
Jean Carlo Mejía, asesor y consultor en seguridad y defensa y derechos humanos, considera que la salida de tantos generales está creando “una inseguridad jurídica” para los uniformados “porque se está generando desconfianza que lleva a que las tropas no quieran usar la fuerza y entrar a actuar en los territorios”. Entre los analistas, y así lo admiten oficiales de FF.MM. y Policía, es fuerte la lectura de que la Fuerza Pública no está a la ofensiva en las regiones. Y romper esa inercia será cada vez más difícil sin mandos que no solo tengan la convicción sino la formación y experiencia para lograrlo.
Alicia Liliana Méndez - Redacción Justicia - @JusticiaET - [email protected]
Alicia Liliana MéndezSubeditora
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