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Colombia, referente latinoamericano en la prestación del servicio de aseo

La transición a una economía circular requiere de una normatividad clara.

La transición a una economía circular requiere de una normatividad clara.

Foto:Archivo

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El país también sienta las bases para una transición organizada a una economía circular.

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De acuerdo con Ángela María Escarria Sanmiguel, ingeniera sanitaria de la Universidad del Valle, Magíster en Gestión Ambiental y Planificación Territorial, y actualmente directora sectorial de Acueducto, Alcantarillado, Aseo y Gestión de Residuos de Andesco, Colombia es referente latinoamericano en la prestación del servicio de aseo y la gestión con altos estándares y técnicos en la disposición final de residuos.

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Dentro de los aspectos que destaca para que el país tenga esa buena imagen están la cobertura y eficiencia, ya que en los últimos 20 años Colombia ha avanzado de manera muy importante en el servicio de aseo con coberturas en zonas urbanas casi universales del 98,4% en la recolección y transporte de residuos, un indicador que refleja la eficiencia y efectividad del modelo de gestión de residuos implementado en el territorio nacional.
“Este logro es el resultado de un marco normativo sólido y la participación de prestadores de servicios tanto públicos como privados, quienes han realizado inversiones significativas en infraestructura y tecnología. Además, somos el único país en Latinoamérica con un esquema sostenible, mediante el reconocimiento de los costos en la tarifa que paga el usuario, complementado con los subsidios destinados por los municipios que han sido cruciales para asegurar la sostenibilidad financiera y la recuperación de las inversiones”, asevera Escarria.

Somos el único país en Latinoamérica con un esquema sostenible, mediante el reconocimiento de los costos en la tarifa que paga el usuario, complementado con los subsidios destinados por los municipios que han sido cruciales para asegurar la sostenibilidad financiera y la recuperación de las inversiones.

Así mismo, anota que otro referente es la regionalización en la disposición final de residuos, pues el 92% de los residuos municipales del país se disponen en 66 rellenos sanitarios regionales, lo que significa que hay toda una logística en torno a la recolección, transporte y disposición, que es una oportunidad para dar el paso hacia la economía circular, aprovechando las economías de escala y estos rellenos que hoy en día han evolucionado en su concepto transformándose en Parques Tecnológicos Ambientales (PTA).
A esos factores, donde la participación pública y privada es esencial, la experta de Andesco les suma la infraestructura para la gestión de residuos y la tecnología avanzada para la valorización y tratamiento de diferentes corrientes de residuos; innovación (con la implementación de los PTA) y sostenibilidad, con proyectos de descarbonización, capturando y aprovechando el biogás generado en los rellenos sanitarios, siendo una práctica que no solo reduce las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), sino que también promueve el uso de energías renovables.
Al respecto, Horacio Terraza, especialista líder urbano del Banco Mundial, asegura que hay dos aspectos que son los más importantes y que posicionan a Colombia como ese referente en la Latam: el primero es la regulación tarifaria.
“Hace muchos años que utilizo el caso colombiano como ejemplo más allá de la región; lo he utilizado como ejemplo inclusive en África e India. En una época donde, en la región, la conciencia de los municipios sobre la necesidad de recuperar los costos de provisión del servicio no estaba fuertemente establecida el caso de Colombia era ejemplo. El otro aspecto en el que el país ha avanzado de manera referencial es la asociación y coordinación intermunicipal. Este aspecto es clave para lograr la sustentabilidad económica del servicio en ciudades medias y pequeñas de la región”, señala Terraza.
En esa línea, Judith Buelvas, CEO en Veolia Colombia y Panamá, coincide en afirmar que el país cuenta con muy buenos indicadores en términos de cobertura y calidad, sobretodo en disposición final, recolección y transporte de residuos urbanos.

El otro aspecto en el que el país ha avanzado de manera referencial es la asociación y coordinación intermunicipal. Este aspecto es clave para lograr la sustentabilidad económica del servicio en ciudades medias y pequeñas de la región.

Indica que la cobertura está por encima del 98% en rellenos sanitarios, vigilados por la Superintendencia de Servicios Públicos, la mayoría de ellos manejados por grupos empresariales que aplican altos niveles de calidad en la gestión de los rellenos.
“La cobertura de recolección y transporte en las zonas urbanas es cercana al 100%, hecho que evidencia el éxito tras la aplicación de la Ley 142 de 1994. Además, son de resaltar los factores de estabilidad institucional, ya que tenemos instancias de política pública, regulación y vigilancia; aparte de un sector empresarial fuerte y sólido, también un sector de recicladores que se ha venido fortaleciendo y comunidades bien informadas”, resalta la directiva.

Transición hacia una economía circular

El 26 Congreso de Andesco abordó el tema de la economía circular, sus retos y posibilidades.

El 26 Congreso de Andesco abordó el tema de la economía circular, sus retos y posibilidades.

Foto:Archivo Particular

Según Ángela María Escarria, la transición hacia la economía circular en el sector de aseo en Colombia se basa en la tecnificación del servicio y la regionalización de la disposición final de residuos, impulsada por la Ley 142 y políticas posteriores. 
Para ella, estos avances han permitido la entrada de prestadores especializados, desarrollando infraestructuras adecuadas como rellenos sanitarios regionales y tecnologías avanzadas para el manejo de residuos.
“Gracias a estos esfuerzos, se han logrado altas coberturas urbanas en la recolección y transporte de residuos, así como en la disposición final con condiciones ambientales seguras. Sin embargo, el principal reto es la transición organizada hacia modelos de economía circular para residuos que incorpore en el modelo los residuos orgánicos y materiales reciclables”, advierte Escarria.

El principal reto es la transición organizada hacia modelos de economía circular para residuos que incorpore en el modelo los residuos orgánicos y materiales reciclables.

Y agrega que las empresas ya han comenzado este camino mediante la creación de Parques Tecnológicos Ambientales, la captura y aprovechamiento de biogás para descarbonizar la gestión de residuos, y la colaboración con recicladores de oficio para reincorporar materiales reciclados en los procesos productivos. “Estos esfuerzos no solo buscan mejorar la sostenibilidad, sino también dignificar el trabajo de los recicladores y reducir la cantidad de residuos enviados a rellenos sanitarios”, destaca.
En ese sentido, el especialista líder urbano del Banco Mundial considera que la transición es sumamente necesaria y que debe comenzar por un acercamiento en fases, pues cree que lograr la transformación del sector en un par de años es imposible.
Para él, el primer paso debe ser comenzar con la recolección diferenciada de calidad en las principales ciudades del país y creando espacio para la participación del sector informal, la cual debe estar coordinada con la instalación de plantas de recuperación a escala que garanticen el aprovechamiento y valorización de los materiales separados.
“Relacionado con este aspecto está el principal reto, que es cambiar la percepción social para que incorpore la necesidad de la separación en la fuente basada en una operación eficiente que dé confianza a la sociedad de que el esfuerzo de la separación se refleja en un menor impacto ambiental. El tratamiento de los materiales de manera biológica o térmica pueden ser complementarios, pero llevaran más tiempo en su implementación. Esto constituye otro reto. Los tiempos relacionados con el diseño y la obtención de permisos, así como el mayor nivel de inversión muy posiblemente implique una planificación en el tiempo”, advierte Horacio Terraza.
A su turno, la CEO de Veolia en Colombia y Panamá dice que para garantizar esa transición organizada lo primero es no echar atrás los logros y avances conseguidos (cobertura, arquitectura institucional, normas, regulación y la fortaleza del empresariado) y, adicionalmente, ir incorporando incentivos y mecanismos para promover el aprovechamiento tanto de residuos orgánicos como de los materiales.
“Es muy importante dar señales de corto plazo para financiar este tipo de proyectos, por ejemplo, los que tienen que ver con el tratamiento del biogás, ya que este básicamente es metano y equivale en cada una de sus moléculas a cerca de 28 veces el CO2. Por lo tanto, es muy importante que se maneje el metano en los rellenos a través de captación activa o proyectos de valorización de gas metano que puedan usarse en producción de energía, ya sea para autoconsumo, venta de gas o producción energética”, manifiesta Judith Buelvas.

Es muy importante dar señales de corto plazo para financiar este tipo de proyectos, por ejemplo, los que tienen que ver con el tratamiento del biogás, ya que este básicamente es metano y equivale en cada una de sus moléculas a cerca de 28 veces el CO2.

Así las cosas, dentro de los retos que plantea dicha transición, sostiene que se requiere una actualización normativa, actualizar el sistema tarifario en la medida en que se puedan reconocer otro tipo de tecnologías para el tratamiento de residuos, pero enfatiza que solamente con tarifas no se pueden financiar todos los desafíos, así que es importante dar señales desde la política pública, desde la regulación que viene del MinVivienda y MinAmbiente y que necesita recursos adicionales, ya que todos estos proyectos –sin importar si son públicos o privados– requieren un cierre financiero que, como en otros países, proviene del sector público, por lo que indica que el tener más financiación es uno de los elementos fundamentales.
Por otra parte, con relación al papel de los Parques Tecnológicos Ambientales (PTA) en estos objetivos, Buelvas asegura que los PTA se han concebido como un aporte del sector empresarial que busca manejar integralmente tecnologías y tratamiento de residuos en un solo lugar.
“En Veolia estamos evolucionando al concepto de Centros Inteligentes de Gestión Ecológica, buscando aumentar el impacto de la digitalización y descentralizar los tratamientos de residuos, de modo que podamos abordar los riesgos en compostaje, biogás, reciclaje de materiales, así como proyectos de combustible derivado de residuos”, informa la directiva, al tiempo que destaca que estos parques son un enorme aporte a una transición organizada, porque toman sitios de disposición final que ya están siendo utilizados, pero adicionalmente permiten avanzar aún más en el concepto para seguir aportando a la economía circular.

En Veolia estamos evolucionando al concepto de Centros Inteligentes de Gestión Ecológica, buscando aumentar el impacto de la digitalización y descentralizar los tratamientos de residuos.

“Los PTA representan la integración es un espacio físico de una multiplicidad de soluciones ambientales. Esencialmente una buena idea, pero como toda idea o proyecto, el éxito radica en la calidad del servicio de aprovechamiento, tratamiento y disposición final. La capacidad municipal de supervisión técnica del servicio provisto y resultados es otro de los grandes retos para los municipios no solo colombianos sino en toda la región. Parte de esta calidad requerida y supervisión implica también el involucramiento de la sociedad civil”, concluye Horacio Terraza.
*MÁS CONTENIDO. Un proyecto de Contenidos Editoriales Especiales de EL TIEMPO con el auspicio de Andesco.
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