Ester Sofía nació en un hospital público de Bogotá a comienzos de abril. Un parto en plena cuarentena del coronavirus y un nuevo nombre en la lista de más de 43 mil hijos de venezolanos que han nacido desde el 2015 a este lado de la frontera y que desde agosto del año pasado tienen todos los derechos que da la ciudadanía colombiana. Son más de 40 mil niños cuyo futuro ya era incierto por la precariedad en la que viven sus familias, las mismas que ahora están entre las más golpeadas por el apagón económico generado por la pandemia.
Sus padres son Samuel y Carolina. A finales del año pasado decidieron irse de Ocumare del Tuy, un caluroso pueblito del Estado Miranda, porque "parir en Venezuela no era una opción". Apenas habían logrado malacomodarse en el mundo del rebusque diario de Bogotá cuando los sorprendió el confinamiento. Hoy, en un 'pagadiario' sobre la céntrica Calle 19 siguen resistiendo y tratando de completar los 15 mil pesos por jornada que les vale la pieza. Y aunque dicen que todos los días extrañan su tierra y a sus familias, están plenamente conscientes de que las críticas condiciones que los hicieron salir de Venezuela no han cambiado. Por el contrario, pueden haber empeorado por la escasez de gasolina y por la mortal amenaza que representa la enfermedad en una nación con un sistema de salud desmantelado.