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Control de daños

De Cristo dependerá, en parte, que este gobierno sea recordado por lo que dijo que iba a cuidar.

Sara TufanoConsultora independiente
Ante la falta de resultados, y las críticas de la oposición, la campaña del 26 se adelantó. Frente a la activación del “modo campaña”, la posición del presidente Petro es que esta sea, por lo menos, conducida en sus propios términos, de ahí la idea de una constituyente. Esta idea es la que le permitirá liderar la narrativa de la próxima contienda presidencial. Sin embargo, ni él mismo sabía exactamente de qué se trataba cuando la mencionó por primera vez. Prueba de ello es que no se desmarcó de la salida extraconstitucional de Leyva. Además, en unos escenarios ha hablado de asamblea constituyente; en otros, de poder o proceso constituyente. Pero no importa, lo que importa es dominar el discurso de campaña de las próximas elecciones: por un lado, los que estarán a favor de un cambio y de una constituyente; por el otro lado, los que no.

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Pero ni en el propio Gobierno les sonó mucho la idea. Velasco, exministro del Interior, dijo que una constituyente “sería meter al país en una vacaloca”. El mismo Cepeda, uno de los senadores más importantes del PH, también se distanció de la propuesta.
Por esto, para Petro, la llegada de Juan Fernando Cristo, quien me parece un líder político sensato, hábil y modesto, es providencial. Cristo, en pocos días, ha hecho lo que Petro no ha podido hacer: explicarle al país de qué se trata su propuesta. En este sentido, es providencial por varias razones. Y aquí retomaré las declaraciones de Cristo a Patricia Lara en su entrevista para la revista Cambio.

Petro seguirá hablando de poder constituyente sin necesidad de explicar de qué se trata porque le es más útil la ambigüedad, y porque así sigue movilizando al petrismo y a su electorado incondicional.

La primera razón es que, muy rápidamente, Cristo está posicionando el discurso de que más que la constituyente, su tarea fundamental va a ser “relanzar la implementación del acuerdo de paz con las Farc”, y que el Ministerio del Interior también se convierta en Ministerio del Posconflicto.
De hecho, esa fue una idea que había expresado en mi columna anterior: “Petro debería enfrentarse menos a quienes lo precedieron y esforzarse más en mostrar resultados”. Es decir, ¿para qué enfrentarse a Santos si en esa pelea Petro sale perdiendo? Y pierde más tratándose del acuerdo de paz, un acuerdo que, a pesar de sus reconocidas limitaciones, es lo que ha permitido que el discurso de la paz se siga consolidando, y lo que permitió la elección de Petro.
La segunda es que la constituyente pasa a un segundo plano porque cualquier reforma tiene que estar precedida por un acuerdo nacional. Por esto, esta será la segunda prioridad de Cristo: hablar con todos los sectores políticos, económicos y sociales del país para construir ese acuerdo.
La tercera es que las reformas constitucionales van más allá del petrismo: la reforma política, la reforma de la justicia, la reforma territorial, entre otras, han sido reformas propuestas por el establecimiento en legislaturas pasadas, el mismo que Petro desacredita, pero con el que le toca gobernar.
La cuarta es que, de esta forma, Cristo tratará de seguir aglutinando a las personas que votaron por Petro en las elecciones pasadas justamente con la esperanza de que este implementara el acuerdo después del nefasto gobierno Duque y de la consigna de “hacer trizas” la paz.
Así, Petro seguirá hablando de poder constituyente sin necesidad de explicar de qué se trata porque le es más útil la ambigüedad, y porque así sigue movilizando al petrismo y a su electorado incondicional.
En esta segunda parte del gobierno Petro, estos dos discursos irán de la mano mientras se materializa el acuerdo nacional. De Cristo dependerá, en parte, que este gobierno sea recordado por lo que dijo que iba a cuidar: la implementación del acuerdo de paz y la vida de excombatientes y líderes sociales. En esta difícil tarea, uno de los grandes desafíos de Cristo será no perder la credibilidad.
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Sara TufanoConsultora independiente
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