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Entrevista

Partidos Políticos

'Hay que hacer acuerdos nacionales, pero con miras al 2026': exfiscal Francisco Barbosa

Francisco Barbosa, exfiscal general.

Francisco Barbosa, exfiscal general.

Foto:Cortesía

En entrevista con EL TIEMPO, el exfiscal habla del gobierno Petro, dice que se requiere acuerdos para el 2026 pero lejos de las posturas radicales. Dice que no es momento de pensar en candidaturas.

Mateo García AgudeloPeriodista
el exfiscal general Francisco Barbosa, quien dejó su cargo en febrero y ha estado dedicado a la academia en los últimos meses, reapareció en Cartagena en el marco del congreso del Partido Conservador, realizado el viernes, donde algunos sectores de centroderecha plantearon la posibilidad de hacer un acuerdo de cara a las elecciones del 2026.

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Pero aclara que no es momento de pensar en candidaturas.
En entrevista con EL TIEMPO, Barbosa hizo un balance de los primeros dos años de gobierno del presidente Gustavo Petro, el cual, a su juicio, es negativo. Pero, además, dijo que es necesario llegar a un acuerdo para las elecciones presidenciales alejados de los extremos.
“Colombia no requiere una respuesta radical a un fenómeno que está involucrando problemas sociales, políticos y económicos. Colombia requiere firmeza en unos principios que se han olvidado de orden, seguridad, libertad, pero requiere también darse cuenta de que aquí hay un problema histórico de desequilibrio social que Petro no lo pudo resolver, producto de su desgobierno”, aseveró.

¿A qué se ha dedicado Francisco Barbosa desde que dejó la Fiscalía?

Francisco Barbosa, exfiscal general.

Francisco Barbosa, exfiscal general.

Foto:Cortesía

Fui a Estados Unidos como profesor del Centro Adam Smith de la Universidad de Florida. Allí enseño diferentes temas como justicia, órdenes políticos y económicos, y populismo en América Latina. En la actualidad estoy escribiendo un libro que entregaré a la editorial en noviembre y que saldrá para la próxima Feria del Libro. 

¿Cómo ve a Colombia hoy? 

Veo un panorama bastante gris. Un panorama político, económico, social, muy complejo. Desde el punto de vista de lo político veo un gobierno que está envuelto en, probablemente, uno de los mayores escándalos de corrupción que se ha presentado en la historia reciente de este país, que ha tocado las fibras más altas del Estado y que le genera un engaño al pueblo, en la medida en que esos recursos eran para las personas menos favorecidas. En ese sentido, en los próximos dos años lo judicial va a primar sobre lo político. 

¿Y lo económico? 

La situación es muy mala. Tenemos un problema de desempleo creciente ya en dos dígitos. Tenemos un crecimiento muy lánguido del 0,6 por ciento en la primera parte del año. En los últimos dos meses hemos crecido, según dice el Gobierno, en más del 1 por ciento. Ese aumento también se debe al aumento de las remesas. Es decir, colombianos expulsados que envían recursos a sus familias y ayudan a reactivar el consumo. No puede el Gobierno ganarse méritos por eso. Este año cerraremos en casi 11.000 millones de dólares en remesas. Vemos, además, una falta de ejecución de presupuesto. Hoy estamos con el 36,9 por ciento en la ejecución presupuestal. Una disminución en el recaudo tributario del 17 por ciento. Hay una actividad petrolera que cae en el 13,5 por ciento. Seguramente el año próximo vendrá un desabastecimiento de gas y se viene una situación caótica en el sector eléctrico, por ejemplo, en la costa Caribe, donde esta semana les cortaron el servicio de energía a 191.000 usuarios. 

¿Cómo ve la seguridad y el orden público? 

No ha cambiado nada después de que yo me fui. Hemos visto un control territorial por parte de las disidencias, de los grupos armados. No hay orden alrededor de la ‘paz total’, no existe gerencia, hemos visto cómo, por ejemplo, la situación en Cauca está totalmente degradada. Hay bombardeos donde mueren niños, como en El Plateado. Hay problemas económicos, políticos y sociales porque los recursos no están llegando a la gente y el pueblo está viendo cómo la plata que se requiere invertir en esas zonas desaparece en corrupción y, ahora, el Gobierno en medio de esta crisis pretende exigirles a los colombianos una reforma tributaria. ¿Cómo se le va a pedir plata a la gente cuando los recursos se los están robando? 

Llegamos a dos años del gobierno del presidente Gustavo Petro. ¿Cuál su balance? 

Es un balance negativo porque no hay resultados, no hay las inversiones que se prometieron, no hay los cambios que se plantearon. Se está presentando un bloqueo del Gobierno a todos los sectores para que colapsen. Una vez ocurra eso, les echarán la culpa a otros. Recordemos que el gobierno del cambio llegó atacando la corrupción y terminaron robando al pueblo. Había advertido el año pasado que nos iban a meter en el embeleco de una constituyente. Y ocurrió. Discursos, discursos y discursos, sin resultados. 
Presidente Gustavo Petro en la inauguración de la Casa Colombia.

Presidente Gustavo Petro en la inauguración de la Casa Colombia.

Foto:Presidencia

¿Y qué va a pasar? 

Estos dos años que quedan van a estar enmarcados en dos grandes discusiones. La primera: el fracaso de las grandes reformas que se quieren porque las quieren atar al acuerdo de paz en el marco de un acuerdo nacional que va a fracasar. Y, en segundo lugar, una defensa judicial del Gobierno ante los tribunales. Creo que es lo que va a ocurrir. 

¿Habría que hacer, entonces un acuerdo nacional sin el presidente Petro? 

Hay que hacer acuerdos nacionales, pero con miras al 2026. Los mismos sectores que apoyaron ese proyecto no los respaldarán. El pueblo colombiano no es tonto. Por lo pronto, debe recordarse que la oposición debe superar esa superficialidad en las críticas al jefe de Estado y centrarse en las respuestas que requieren escuchar las regiones. El presidente actual no va a estar en el tarjetón del 2026. Es necesario que pensemos, más bien, en el proyecto que representan los diferentes sectores, en cómo se va a resolver cada una de las problemáticas sociales y políticas de la gente y acercarse al pueblo con el que debe reconstruirse el país. 

Habló usted el viernes en el congreso conservador de que Colombia no necesita “vengadores”. ¿Por qué esa afirmación? 

Colombia no requiere una respuesta radical a un fenómeno que está involucrando problemas sociales, políticos y económicos. Colombia requiere firmeza en unos principios que se han olvidado de orden, seguridad, libertad, pero requiere también darse cuenta de que aquí hay un problema histórico de desequilibrio social que Petro no lo pudo resolver producto de su desgobierno. Eso no significa que los problemas de miseria y pobreza se desconozcan. Colombia no volverá a ningún modelo anterior. El que pretenda volver hacia atrás se va a equivocar. Tampoco requerimos modelos estilo Bukele o Milei. Aquí no requerimos una extrema derecha para decir que hay que vengarse de lo que ha ocurrido. Se requiere una evaluación consciente, firme de que el país se recupera con la Constitución en la mano, instituciones, reducción del poder central y mucha autonomía territorial. El camino de los extremismos llevaría a la guerra civil.

¿Cuál es el camino para recuperar el país? 

Es muy importante que los partidos se están empezando a poner de acuerdo. Rescato, profundamente, la comunicación del expresidente César Gaviria que creo que el Partido Liberal debe escuchar con mucha atención en la convención de final de año para poder entender este fenómeno que se está produciendo alrededor de unos principios que unan a los partidos Conservador, Liberal y de ‘la U’, seguramente a Cambio Radical y Mira. Si esa circunstancia se hace de forma adecuada tendremos posibles alternativas para que, después de marzo de 2026, haya un candidato elegido que pueda enfrentar la primera vuelta contra la extrema izquierda, contra la extrema derecha o contra aquellos que se disfracen de antipetristas pero que siempre fueron petristas. 
Francisco Barbosa, exfiscal general de la Nación.

Francisco Barbosa, exfiscal general de la Nación.

Foto:Fiscalía

¿En ese acuerdo habría cabida para otros sectores más de derecha?

Es posible siempre encontrar voces que acompañen, en un momento dado, propuestas alrededor de la Constitución y la ley y de una profunda autonomía territorial. Pero con posturas radicales no va a ser posible. En ese sentido, no vería con claridad acuerdos entre sectores de ultraderecha o de extrema derecha en el marco de búsquedas y de soluciones a los problemas. Se requiere ganar elecciones, pero también es necesario garantizar gobernabilidad y tener flexibilidad en el ejercicio del gobierno. No pueden existir corsés ideológicos que ya se ha demostrado que asfixian a los presidentes. Los ejemplos abundan. En Venezuela destruyeron los partidos y las instituciones, en los noventa defenestraron al expresidente Carlos Andrés Pérez de forma abusiva y les quedó Chávez y una constitución a su acomodo. En Colombia no podemos dejar que esta venganza social continúe. La democracia no es venganza, es construcción de acuerdos posibles e imposibles en un momento determinado. Lo que requerimos es construcción de acuerdos, recuperación del tejido social, de la inversión, del orden, de la decencia, de la dignidad como país, diálogo interinstitucional con las Cortes, redignificación de nuestra Fuerza Pública, con el Congreso, con los sectores empresariales, industriales y, por supuesto, un diálogo profundo con el pueblo colombiano. 

Sobre el caso de UNGRD, ¿tenían indicios en la Fiscalía de que algo olía mal en la entidad? 

No me voy a pronunciar sobre los casos. Fui Fiscal General hasta el 13 de febrero. Lo que conozco es lo que los medios han publicado. Es muy grave que se diga en una audiencia que en la cúpula del Estado existía un aparato criminal tendiente a desviar dineros del Estado. Es lamentable. Sin ninguna duda, este escándalo de corrupción de la UNGRD le pasará factura al petrismo y al Pacto Histórico en el 2026

¿Y cómo ha visto a su sucesora? 

Tomé la decisión, el 12 de febrero, de no referirme a los aciertos ni errores de mi sucesora. Es un parámetro de respeto institucional que conservo. 

Ya ha dicho públicamente que no es momento de pensar en candidaturas presidenciales. ¿Pero podría aparecer Francisco Barbosa en el tarjetón del 2026? 

Estoy reflexionando y conversando con diversos sectores en el país. No estamos para candidaturas, sino para generar discusiones propositivas para el país. El objetivo siempre será defender nuestra democracia.
MATEO GARCÍA
Subeditor de Política
Mateo García AgudeloPeriodista
icono el tiempo

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