¿Y si te dijera que es posible vivir más en modo vacaciones, sin modificar demasiado tu rutina o tu presupuesto?
Antes que nada, ya deberías estar usando todos tus días de vacaciones. Las investigaciones científicas demuestran que los empleados se sienten más creativos después de tomarse vacaciones, lo que contribuye a su éxito en el trabajo. El tiempo libre también está relacionado con una mayor productividad y satisfacción laboral. Así que si formas parte del alto porcentaje de trabajadores que no utilizan sus días de vacaciones, conviértelo en una prioridad ahora.
Pero los estudios demuestran que la felicidad después de las vacaciones dura unas dos semanas. Después, los niveles de felicidad vuelven a ser los de antes. Además, las vacaciones son caras y poco frecuentes. En Estados Unidos, un empleado a tiempo completo promedio disfruta de entre 8 y 15 días de vacaciones pagadas al año, lo cual no es mucho.
Los expertos nos explican que una mejor estrategia para la salud mental en general y para evitar el burnout es incorporar a la rutina aspectos similares a las vacaciones, especialmente los fines de semana. La doctora Cassie Mogilner, profesora de behavioral decision-making en la Anderson School of Management de UCLA y autora de La hora más feliz, nos habló de un estudio que dirigió en el que se dividieron a los participantes en dos grupos. A un grupo se le pidió que pasara los fines de semana como si estuviera de vacaciones. A la otra mitad se les dijo que pasara los fines de semana como lo hacían normalmente. Probablemente, puedas adivinar qué grupo acabó siendo más feliz. De hecho, la Dra. Mogilner afirma que los que pasaban el fin de semana en modo vacaciones eran significativamente más felices.
Ahora bien, ¿cómo podemos vivir en modo vacaciones y al mismo tiempo conservar el trabajo?
1. Sal de la rutina
Parte de lo que hace que unas vacaciones sean vacaciones es ir a un lugar nuevo. “Los seres humanos buscamos la novedad”, afirma el psicólogo Richard Davidson, autor de La vida emocional de tu cerebro. Pero aclara que no es necesario viajar para buscar la novedad; pasar los fines de semana realizando actividades fuera de la rutina es otra forma de romper con la monotonía.
Hacer esto realidad requiere un esfuerzo consciente. Es probable que haya rutas de senderismo y pueblos que valga la pena explorar a pocas horas en auto de donde vives, pero a menos que planees ir con antelación, llegará el sábado por la mañana e inevitablemente te sentirás agotado y decidirás quedarte en casa sin hacer nada, una vez más. Así que planifica tus excursiones locales con antelación, igual que harías estando de vacaciones. Tampoco tienes que esperar a los fines de semana para hacerlo. Quizá te propongas comer en un restaurante diferente del barrio todos los jueves por la noche, eso también cuenta.
2. Haz los quehaceres durante la semana
La Dra. Mogilner cuenta que algo que diferenciaba a los vacacionistas de fin de semana del otro grupo del estudio era que no pasaban los fines de semana haciendo tareas como lavar ropa, cortar el césped o limpiar. Recomienda hacer durante la semana todo lo que te parezca una tarea, de modo que los fines de semana queden libres para el descanso y la relajación.
Otra forma de liberar los fines de semana es delegar las tareas domésticas (por ejemplo, contratar limpieza profesional o hacer la compra a domicilio). Un estudio descubrió que las personas que gastaban su dinero de esta forma eran más felices que las que lo hacían en posesiones materiales.
3. Resístete a llevar el teléfono contigo a todas partes
Para muchas personas, mantener un trabajo significa estar atado al correo electrónico y a Slack o Microsoft Teams durante la semana. Además de eso, usamos la tecnología para divertirnos, respondiendo mensajes de texto y navegando en las redes sociales. Si quieres activar el modo vacaciones, mantente alejado de la computadora y del teléfono en tus horas libres lo más que puedas —un buen detox digital—. “Las vacaciones implican desconectarnos de nuestras rutinas digitales”, asegura la doctora Davidson.
4. Sal a la calle
El doctor Arthur Brooks, profesor de Harvard que estudia la ciencia de la felicidad y autor de Construye la vida que quieres, dice que una de las mejores formas de adoptar una mentalidad de vacaciones es salir más al aire libre. “La ciencia es muy clara: los paseos por el bosque o el parque ayudan a reducir el estrés, estimulan la creatividad y mejoran el estado de ánimo. No necesitas necesariamente irte a una playa mediterránea para descansar y relajarte. Sal a la calle sin tus dispositivos y dedica tiempo a maravillarte con la naturaleza que te rodea”, recomienda.
5. Pasa más tiempo en la cama, solo o acompañado
Cuando la Dra. Mogilner y sus colegas analizaron los resultados de su estudio y vieron cómo pasaban el tiempo los veraneantes de fin de semana, dice que pasaban más tiempo en la cama y teniendo sexo que el otro grupo —otra cosa que querrías hacer en vacaciones, ¿verdad?
De lo que se trata es de reconocer que integrar más descanso y relajación en tu rutina te llevará a estar menos agotado por el trabajo y a sentir menos que necesitas desesperadamente irte a algún lugar muy, muy lejano. “Tu mentalidad importa mucho más que tu ubicación”, concluye el Dr. Brooks, una opinión que comparten tanto el Dr. Davidson como la Dra. Mogilner.
¿Todavía deberías irte de vacaciones? Por supuesto que sí. Pero te mereces -y necesitas- más tiempo libre del que te permite tu trabajo. Y tú decides qué hacer con él.
Artículo originalmente publicado en GQ.
