Cuando se busca un reloj, los relojes Cartier para hombre son imprescindibles.
Todo el mundo, o casi todo el mundo, ha oído hablar de Cartier, la casa de joyería fundada en 1847 en París por Louis-François Cartier, nunca seguidor, siempre creador de tendencias, que estableció la empresa familiar en 1899 en el famosísimo 13 de la rue de la Paix de París. Ya sea por sus joyas o sus piezas de relojería, la firma (que hoy pertenece al grupo Richemont) forma parte de las marcas más influyentes del lujo y las más vanguardistas, como con el lanzamiento en 1904 del Santos, el primer reloj de pulsera diseñado para satisfacer las necesidades de los aviadores.
Combinando la elegancia francesa con el savoir-faire suizo, posee una historia y un patrimonio ricos en innovaciones, logros y anécdotas. No es por nada que el rey Eduardo VII de Inglaterra dijo sobre Cartier que era “el joyero de los reyes y el rey de los joyeros”, trabajando también para Napoleón III, el zar Nicolás II de Rusia y muchas familias reales en las cortes de España, Bélgica, Rumania y Egipto. Es lógico, entonces, que hoy en día Cartier siga inspirando a los amantes y coleccionistas de bellos mecanismos que no dudarían en lucir en su muñeca un reloj Cartier Tank, Santos, Ballon Bleu, Pasha, Tortue o incluso una Panthère para los más audaces.
He aquí un inventario en siete etapas de los relojes Cartier más bonitos para hombre, según la opinión de los editores de GQ.
Cartier Privé Tortue Chronographe Monopoussoir
El año 2024 marca el gran regreso de un ícono de Cartier: el reloj Tortue. Lanzado en 1912, es uno de los modelos más populares de la firma. ¿Su principal característica? Su caja lisa en forma de tonel, con un diseño soberbio. En la década de 1920, se añadió una versión cronógrafo del Tortue, con una corona especial a las 3 en punto —llamada monopulsador— que permite accionar las funciones de “inicio”, "parada" y “reinicio” del cronógrafo. El reloj se viste aquí de platino. Retoma los códigos de antaño con una caja que mide 43.7 mm x 34.8 mm de diámetro y 10.2 mm de grosor.
Limitado a 200 ejemplares numerados, este Tortue presenta una esfera opalina plateada con motivos triangulares en cada una de sus esquinas. El modelo incluye finas aplicaciones metálicas para los números romanos, así como subesferas azuradas con manecillas pomme de acero azulado. Para los amantes de la ingeniería mecánica refinada, es en la parte trasera donde el espectáculo alcanza su apogeo. Un fondo de zafiro revela el calibre manufactura de forma, el 1928MC de Cartier, un nuevo movimiento de cronógrafo de rueda de columnas, decorado con Côtes de Genève en los puentes y capaz de ofrecer alrededor de 44 horas de reserva de marcha. Sin duda alguna (y con total objetividad), uno de los relojes más bellos de este año 2024. Y un reloj Cartier con un estilo inimitable.
Cartier Tank Cintrée
La marca fue una de las pioneras de los relojes con forma con el legendario Tank, inventado por Louis Cartier en 1917 y lucido por estrellas como Andy Warhol y Catherine Deneuve. Inicialmente de forma cuadrada, el Cartier Tank se transformó y presentó numerosos aspectos. Entre ellos, el rectángulo, que apareció en 1921 en el reloj Tank Cintrée. Esta fue la primera gran evolución del concepto Tank y fue aclamado por su curvatura que se adapta a la muñeca. Hoy es el arquetipo del “lujo silencioso” y se reinventa una y otra vez, como en esta versión en oro rosa y esfera negra animada por un movimiento de cuerda manual Calibre 8971 MC. Simplemente bello.
Cabe destacar que el actor Timothée Chalamet se ha decantado por una versión Tank Cintrée en platino (cuyo precio ronda los 35.000 euros) que los observadores más atentos pudieron ver en su muñeca en el estreno de la película Dune: Segunda Parte el pasado febrero en París. ¡Buena elección, Tim!
Cartier Santos
Corre el año 1901. Alberto Santos-Dumont, un joven dandi brasileño afincado en Francia que es a la vez el rico heredero de un industrial cafetero y un especialista en vuelos en globo aerostático, se queja con su amigo Louis Cartier, de las dificultades que tiene para manejar su reloj de bolsillo en pleno vuelo. Le preguntó si podía inventar algo más práctico. Ese “algo” apareció tres años más tarde, en 1904, en forma de reloj de pulsera: el Cartier Santos que conocemos hoy.
Para rendir homenaje al Santos, Cartier presenta este año una nueva versión del Santos grand modèle, un reloj que apreciamos especialmente por su aspecto bicolor. La caja de acero de 39.8 mm de diámetro (9.38 mm de grosor) se combina a la perfección con un bisel liso de oro amarillo. El mismo material se utiliza para cubrir discretamente los tornillos del brazalete de acero integrado en el reloj, equipado con el sistema de tallaje “Smartlink”. En la esfera gris antracita degradada, satinada y soleada, se mueven finas manceillas gladius de acero dorado pulido, así como una ventana de fecha situada a las seis. En el aspecto mecánico, este Santos, resistente al agua hasta 100 metros, es uno de los relojes automáticos de Cartier para hombre más codiciados. Está animado por un movimiento mecánico automático 1847 MC. Chic y sobrio, todo lo que nos gusta.
Cartier Ballon Bleu
Desgraciada e injustamente olvidado por los amantes de los relojes. Sin embargo, la colección Ballon Bleu de Cartier es una de las más atractivas del catálogo de la firma. ¿Su mantra? Una nueva visión de lo redondo, en perfecta armonía. El Ballon Bleu (diseñado tanto para hombre como para mujer) fue creado por Cartier en 2007. Los diseñadores de la marca querían dar volumen al tradicional círculo que adorna la mayoría de los relojes del sector. Con su forma de doble convexidad, consigue el equilibrio ideal entre línea y volumen. Y para evitar cualquier ruptura estética, Cartier ha diseñado un cristal de zafiro abombado que se integra perfectamente en el centro de la caja del Ballon Bleu, al igual que la cuerda con su burbuja azul y su protector de corona insertado bajo un aro metálico a las tres. El Ballon Bleu de 42 mm está realzado por una caja de oro rosa y una esfera guilloché azul con grandes números romanos y una ventanilla de fecha a las 3. Accionado por un movimiento automático MC 1847, este reloj viene con una correa de aligátor azul marino. Deliciosamente chic, este reloj redondo Cartier para hombre.
Cartier Santos-Dumont Rewind
El desafío de reinventar uno de los relojes de forma más célebres y elegantes de la casa era arriesgado. Los puristas coinciden, de hecho, en que una pieza firmada por Cartier debe ser seria. Pues bien, tal vez no, como lo demuestra este nuevo Santos-Dumont Rewind. Un modelo más que insólito, claro, pero que no dejó a nadie indiferente.
Este Cartier Santos-Dumont Rewind rompe con el orden establecido y va literalmente en contra de la tradición. A primera vista, nada anormal. Pero al observar más de cerca, y a pesar de los índices XII y VI en su posición habitual, el resto de los números romanos están completamente invertidos. El 11 se convierte en el 1, el 10 en el 2, el 9 en el 3 y así sucesivamente. La hora se lee al revés y no hacia adelante en la esfera muy lograda en cornalina de este audaz Rewind cuya caja de 31.5 x 43.5 mm ha sido hecha de platino. Este lado disruptivo de Cartier no se detiene ahí. Rindiendo homenaje al fantasioso aviador Alberto Santos-Dumont, para quien todo era posible, la marca invierte el curso del tiempo haciendo retroceder las manceillas pomme en lugar de hacerlas avanzar. Esto, gracias al nuevo calibre 230MC de cuerda manual que funciona en rotación inversa a la de las agujas de un reloj clásico. Un imprescindible de la relojería, siempre que puedas permitírtelo, claro.
Cartier Pasha
Diseñado en los albores de la década de 1930, este modelo fue el resultado de un encargo especial de Louis Cartier. Thami El Mezouari El Glaoui, pachá de Marrakech, quería un reloj de pulsera resistente al agua para poder llevarlo consigo cuando fuera a nadar. Aunque hoy en día la resistencia al agua y a la humedad es un requisito indispensable, en aquella época era toda una proeza. Para responder lo mejor posible a las exigencias de su cliente, el Pasha incorpora las tecnologías más avanzadas de la época: caja de acero, resistencia al agua hasta 100 metros, movimiento automático, reserva de marcha de 37 horas, bisel fijo de acero pulido, índices bastón con insertos luminiscentes, brazalete de acero.
Este pedido especial sirvió de punto de partida para el futuro Pasha en 1985, inspirado también en un reloj Cartier hermético de 1943. Pasha se convirtió en una colección por derecho propio, audaz y llena de carácter gracias a su estilo inconformista. Presenta un cuadrado engastado en un círculo, líneas poderosas, un protector de corona y cuatro números arábigos sobredimensionados. Un cóctel que se refleja plenamente en esta versión de acero de 41 mm, hermética hasta 100 metros y propulsada por un calibre mecánico automático 1847 MC. ¡Sumérjete en el lujo!
Cartier Panthère - 4700 euros
Ya podemos oír a los puristas poner el grito en el cielo: es cierto que el reloj Panthère de Cartier (un felino presente en las joyas Cartier desde 1914) fue creado para las mujeres. Pero existe una tendencia creciente entre los conocedores de la alta relojería. La de los relojes unisex, es decir, referencias de pequeño formato adoradas por los hombres. Un actor (ya mencionado) está dispuesto a jugar a este juego: Timothée Chalamet —cuya influencia en el mundo de la joyería masculina es bien conocida—, quien nunca (o casi nunca) se quita de la muñeca su emblemático reloj Panthère, reconocible al primer vistazo, ya que el modelo se ha convertido en una leyenda en la historia de la casa Cartier.
En realidad, se trata de un Cartier Panthère en tamaño pequeño. Este mini reloj cuenta con una caja de acero de 23 x 30 mm (con un grosor de 6 mm) que presenta a las 3 en punto una corona adornada con un espinela sintético azul. En cuanto a la esfera, es muy clásica: un tono plateado, agujas tipo espada en acero azul y números romanos. Animado por un movimiento de cuarzo, el reloj viene con una correa a juego con la caja, hecha de acero. ¿Estilo adoptado, verdad?
Artículo publicado originalmente en GQ Francia.
