Quizás un poco de barriga, pero te sientes que no estás mal, nada mal. Estás en forma, se te ve bien en vaqueros y camisa. Si no fuera por esa curva de la felicidad, podrías ser portada del mes… pero es que la cerveza tira mucho, o el chorizo, o pasarse demasiadas horas sentado. Bueno, la genética y los cambios hormonales también tienen que ver, claro, pero no tanto como para echarles la culpa de todo, son lo que menos influyen a la hora de perder tripa.

La barriga se puede eliminar, pero el plan de ataque es distinto según el tipo de tripa que tengas. Ahí está el quid de la cuestión, porque la barriga significa grasa, pero es muy diferente si la grasa que tienes es periférica o subcutánea (la que está debajo de la piel) o grasa visceral, la que se adhiere a las vísceras. Mírate el vientre, ¿es blandito, formado por michelines en los que puedes hundir el dedo o se trata de una tripa curvada, dura, la mal llamada "barriga cervecera"?

Porque ninguna panza es buena, y a la dos hay que combatir, pero esta última, la "cervecera" es mucho más peligrosa ya que suele estar formada por grasa visceral, mientras que esos michelines blanditos no son más que grasa que se ha acumulado debajo de la piel, fea, pero en principio inocua.

A veces, con la edad y los malos hábitos alimenticios, la barriga fofita se transforma en cervecera. No dejes que eso ocurra, ya que entonces de nada servirán las planchas (cómo hacer bien una plancha para marcar tus abdominales) y los crunches, y menos aún el bisturí. Pero vayamos por partes. La grasa corporal, se sitúe donde se sitúe, generalmente es indicador de una mala alimentación y de falta de ejercicio físico. Y el remedio, en ambos casos, está en una dieta equilibrada y un estilo de vida activo.

Barriga de michelines, fofita

  • Indicador de grasa subcutánea

Es fea, pero no tiene mayor problema para la salud, si no va a más. Es la que está formada de grasa subcutánea. ¿Que te machacas en el gimnasio? Entonces cambia de alimentación; olvídate de los productos ultraprocesados, de los azúcares y grasas saturadas y añade más verdura y fruta a tu dieta. Haz ejercicios de fuerza y de cardio, y entrenamientos de todo el core para fortalecer los músculos abdominales. Controlando este tipo de grasa, quitándonos esos michelines, vamos a controlar la otra grasa, la visceral antes de que aparezca en nuestro cuerpo. Recuerda, la grasa visceral no solo es antiestética, sino que se asocia con más problemas para tu salud.

homer simpson enseña la barriga a un doctor
Giphy

Barriga cervecera

  • Indicador de grasa visceral

Esa barriga dura y prominente tal vez no debería llamarse cervecera, ya que hay estudios científicos que destierran el mito de que el consumo –moderado– de cerveza provoca la aparición de grasa visceral, producto de una alimentación desequilibrada y una vida sedentaria. La grasa visceral está más interiorizada en nuestro organismo. Se encuentra en la zona del abdomen, rodea a la vez que sujeta los órganos internos, por lo que supone un peligro para la salud si se almacena en exceso. Normalmente el exceso de grasa visceral va precedido de un exceso de grasa subcutánea. La grasa visceral es metabólicamente más activa, lo que quiere decir que afecta a nuestras hormonas.

Eso supone un aumento de la resistencia a la insulina y del riesgo de padecer diabetes 2, alteraciones del colesterol, un incremento de los niveles de triglicéridos, subida de la tensión arterial, y del riesgo a sufrir una trombosis. En definitiva, es un marcador clínico del síndrome metabólico, que se caracteriza por la presencia de múltiples factores de riesgo cardiovascular, un gran aumento de la mortalidad.

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La grasa abdominal es más común en hombres, ya que la testosterona del hombre hace que se almacene en la barriga y en el torso y los estrógenos femeninos provocan que esa acumulación sea en las caderas y muslos. Aunque a partir de los 60 años el riesgo es similar en ambos sexos. (40 maneras de acelerar tu metabolismo para perder peso).

¿Cómo sé si tengo grasa visceral?

La obesidad abdominal o central (la acumulación de grasa visceral) se toma hoy en día como un factor determinante para medir el evaluar el riesgo de sufrir enfermedades metabólicas en lugar del IMC (índice de masa corporal) , ya que el IMC no distingue entre tejido magro y tejido graso.

Según la OMS, el valor máximo de perímetro abdominal saludable según la OMS es de 88 cm para la mujer y 102 centímetros para el hombre. Sin embargo, eso depende de la altura de la persona, por lo que hoy en día se utilizan otros métodos como el índice cintura/cadera y el que se ha incorporado de forma más reciente o el índice cintura/altura (nuestra cintura debería tener el valor de menos de la mitad de nuestra altura), o sea, si medimos 180 cm, nuestra perímetro abdominal debería ser de menos de 90 cm. También hay básculas inteligentes que miden, entre otros parámetros, el nivel de grasa visceral.

Qué hacer para quitarse la tripa cervecera

Bueno, lo primero, si bebes mucha cerveza, ya sabes, moderación. Pero no solo con la cerveza, sino con cualquier tipo de alcohol, y elimina por completo la comida basura: nada de pizzas congeladas, hamburguesas, helados, azúcar. Limita el consumo de carnes rojas y aumenta la ingesta de pescado, legumbres, frutos secos, verduras y fruta. Aumenta el consumo de fibra y calcio y controla tu nivel de colesterol.

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La grasa visceral no es un problema de estética, sino de salud. Haz ejercicio, lleva una vida activa. Quítate una hora de televisión y utilízala para hacer ejercicio, aunque sea caminar. La barriga cervecera no se quita haciendo abdominales sin parar, ni con bisturí y mucho menos con cremas o lociones. Es cuestión de hacer un cambio de estilo de vida.

Alimentos que ayudan a quemar la grasa abdominal

Sabemos de sobra que no hay alimentos mágicos que nos hagan perder la grasa de la barriga, pero sí que pueden estimular la pérdida de calorías y ayudarnos a quemarla. Te contamos los más recomendables: verduras como el brócoli o la alcachofa, el té verde y matcha, el yogur griego, los frutos secos por su poder saciante, la manzana y los frutos rojos, el aceite de oliva virgen extra, la canela, legumbres como garbanzos o lentejas, el pavo o el pollo, el chocolate negro, el aguacate, el zumo de limón, la chía y el tomate.

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Rosa Martí

Rosa Martí es experta en libros, novedades literarias, fitness, yoga y nutrición. Lleva más de 10 años vinculada a diferentes cabeceras de Hearst, donde escribe sobre literatura en Esquire y sobre ejercicios y bienestar en Men’s Health, Women’s Health y Runner’s World.

Su experiencia viene avalada por una amplia trayectoria en la que combina devorar libros, escribir textos, correr maratones, traducir cómics y novelas, la investigación filológica, la crítica literaria, el ballet clásico, practicar yoga a diario y preparar su tesis doctoral.

En Esquire podrás leer sus contenidos sobre libros (ordenados por género, por estilo o por autor) y sus artículos de entretenimiento. Lo mismo te cuenta cuáles son los gentilicios más curiosos, las palabras más bonitas del castellano o los insultos en inglés más originales.

En Men’s Health, Women’s Health y Runner’s World, en cambio, se centra en su faceta más healthy, escribiendo sobre nutrición y alimentación, sobre ejercicios y entrenamiento (enfocado especialmente a running, yoga, ciclismo y natación) y sobre salud y bienestar.

Rosa Martí tiene un grado en Lenguas Modernas por la Universidad del Oeste de Inglaterra, una licenciatura en Lenguas Aplicadas por la Universidad de Rennes II en Francia y un grado de Arte y Humanidades estudiado en la Universidad de Barcelona. También es máster en Filología y Literatura por la Universidad Autónoma de Barcelona, facultad en la que prepara su tesis doctoral.

Toda esta formación le ha llevado a ser traductora de libros, cómics y de la versión impresa de Esquire. Lleva más de 10 años escribiendo en diferentes medios como Esquire, Runner's World, Women's Health, Men's Health, El País y Vanitatis.