TEST DRIVE

PEUGEOT 208 ALLURE

Presentación

MARCA:

Peugeot
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El Peugeot 208 argentino fue un modelo que vivimos muy de cerca. Tuvimos la info y lo manejamos antes que nadie hasta su estreno en agosto de 2020, cuando se levantó el embargo (todavía algunos medios lo respetamos) y pudimos publicar todas nuestras impresiones. Sin ir más lejos, el B+ fue uno de los ganadores de los Premios auto test que entregamos todos los años.

Naturalmente, para el “debut” en auto test, Peugeot nos prestó la versión Feline tope de gama, con todas las novedades: ADAS, i-Cockpit 3D y todo lo que te contamos en la prueba que publicamos en la web, en Motorpress Full, en nuestro canal de Youtube y en papel.

Sin embargo, muchas veces ustedes nos piden que también manejemos las versiones menos equipadas, algo que depende de las marcas y sus flotas. Por suerte para todos, la filial local puso a nuestra disposición toda la gama del Peugeot 208 ya que unas semanas después nos subimos a la opción Like (base) y ahora pudimos manejar y probar el intermedio con la combinación que nos faltaba: el Allure 1.6 de 115 CV combinado con la caja manual de cinco velocidades. Estas son nuestras sensaciones, sus prestaciones y sus consumos.

Videos

Características

Desde que nos subimos al nuevo 

Peugeot 208

 lo que más recibimos fueron elogios (alguna que otra crítica a Gilles Vidal hubo también). Este Allure también nos tocó en azul quasar, mismo color que el Feline que, a mi juicio, le suma algunos puntos por lo menos a la hora de destacarse en el tránsito, aunque, como en ocasión del tope de gama, los colmillos delanteros son un imán de miradas per se. El resto del auto se mantiene prácticamente igual (hasta comparten las llantas Kenobi de 16”) con sutiles diferencias estéticas: en este los espejos y el alerón son color carrocería, la tercera luz de stop es roja (versus “fumé”) y las ópticas de LED fueron reemplazadas por halógenas. Lógicamente también hay cambios de equipamiento pero de eso hablaremos más adelante. Atrás, además del alerón, también todo se mantiene prácticamente igual, con las ópticas y el aplique negro que resaltan el remate.

A la hora de hablar sobre equipamiento, acá viene la gran diferencia, porque para ubicarlo abajo del Feline obviamente que hubo un recorte en su dotación. Ya te anticipamos algunas cosas pero hagamos el repaso de acuerdo a los dos grandes grupos: confort y seguridad.

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En el primer copón, el Peugeot 208 Allure pierde la cámara de 180º (lleva una tradicional), faros de LED que pasan a ser proyectores halógenos y chau sensores de estacionamiento trasero, de luces y de lluvia. Y nada más: en este apartado el Peugeot 208 Allure sale muy beneficiado con pérdidas que son tolerables en pos de la billetera.

En el paquete de seguridad los recortes fueron más sensibles, aunque si hacemos la comparación con el Peugeot 208 anterior, la ganancia en general de toda la gama sigue siendo palpable (básicamente por el ESP de serie). El Allure le suelta la mano a los ADAS, es decir, deja en el depósito de El Palomar el lector de señales, el sensor de luces altas, alerta de riesgo de colisión, frenado autónomo, mantenimiento de carril y recomendador de descanso.

Para cerrar con las características, si hablamos de comportamiento este Peugeot 208 mantiene sus características dinámicas y de confort. Es un vehículo muy equilibrado, con una dirección directa (y muy maniobrable a baja velocidad) y un comportamiento a velocidades altas muy bueno, como suele ser en todo Peugeot. En ciudad, los resortes y la barra están ajustados para que sea un auto confortable y las llantas de 16” y el caucho colaboran para que no sea tan seco el eje trasero, otro de los “clásicos” de PSA.

Interior

Naturalmente, en este Peugeot 208 Allure la estructura se mantiene. Esto implica que las cotas son las mismas incluyendo la distancia entre ejes (son 2,54 aunque en la primera prueba pusimos 2,53) lo que mantiene nuestras impresiones originales: no abunda el espacio y un adulto de altura promedio (1,78 m) entrará con lo justo a lo largo y a lo alto, donde el techo solar panorámico se roba unos centímetros. También respeta los 3 cinturones inerciales y el mismo número de apoyacabezas. El baúl también mantiene los 311 litros, aceptables para lo que ofrece el segmento, con un mejorable auxilio del tipo temporal bajo su base.

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Confort y funcionamiento

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A FAVOR

Equipamiento completo

Consumo urbano

Multimedia

Comportamiento equilibrado

Posición de manejo

EN CONTRA

Motor doméstico

Selectora gomosa

Espacio trasero

Auxilio temporal

Consumo de combustible

¿Y los consumos de combustible? La variante automática cuenta con hándicap: el modo ECO (y también Sport). El manual no lo tiene, pero aun así, los ecológicos fuimos nosotros, que obtuvimos mejores promedios que cuando tuvimos el Feline. Circulando a 100 km/h el Peugeot 208 manual consume 5,9 litros “cada cien” (6,6), mientras que a 130 la cifra se estira hasta 7,4 (7,7). En el trazado urbano es donde más diferencia sacamos: 8,7 versus 12,1 litros cada centenar recorrido a favor del manual. En definitiva, el Peugeot 208 manual anda más y gasta menos, queda en vos si preferís la comodidad del manual al costo de descansar (o no) la pata izquierda.

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Aceleración, recuperación y frenada

No hay novedades respecto de la motorización, ni respecto del Feline ni respecto de la historia de la ex-PSA: para esta variante también se echó mano del archiconocido 1.6 VTi de 115 CV que recibió palos por todos lados desde su lanzamiento. Se trata de un bloque muy progresivo que cumple aceptablemente la función de mover el Peugeot 208 día a día.

Naturalmente con esta nueva combinación (lo manejamos con la caja Tiptronic en su debut) fuimos, como siempre, hasta el Autódromo de la Ciudad de Buenos Aires. Allí desconectamos el control de tracción e hicimos varias pasadas en el kilómetro del fondo y lo comparamos con el automático (van sus cifras entre paréntesis) a modo de referencia. El cero a cien lo hicimos en 10,6 segundos (11,7) mientras que el cuarto de milla y el kilómetro en 17,5 (18,2) y 32,2 (33,3).

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A la hora de las recuperaciones, el manual promedió 10,9 y 15,5 segundos en cuarta y quinta respectivamente mientras que el automático clavó 8,5 segundos. En definitiva, el manual es más veloz que el automático.

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Por último, la frenada: con discos adelante y tambor atrás (otro componente que causó comentarios en redes), el Peugeot 208 manual frenó peor que el automático con larguísimos 43,9 metros para detenerse desde 100 km/h.

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Ficha técnica

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Pack de conectividad

La central multimedia (ahora llamada “All In One”) táctil de 7 pulgadas que incorpora el nuevo Peugeot 208 fabricado en Argentina acompaña esta parada con conexiones android y apple (ojo con tocar el cable que la conexión es frágil) y las funciones que venimos viendo en los últimos modelos del Grupo PSA.

La respuesta de la pantalla es aceptable, no tiene navegador nativo (hay que usar los del celu) y suma carga inalámbrica por si los USB de turno (contamos 2) están ocupados; suma ante alguna emergencia, pero es una tecnología que por lo menos en nuestro país está bastante verde.

Fotos

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Seguridad

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Guido Tonelli - Autotest