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17 abr 2024 - 9:47 p. m.

Crisis del agua en Bogotá: ¿cómo cambiar comportamientos?

La ciudad ha tenido procesos extraordinarios de avance en cultura ciudadana y ha demostrado una gran capacidad de adaptación frente a retos complejos.

Racionamiento de agua

Racionamiento de agua

Néstor Gómez / Portafolio

POR:
17 abr 2024 - 9:47 p. m.
Julián López Murcia

Las medidas frente a la crisis de abastecimiento de agua en Bogotá en cuanto al consumo, deben basarse mucho más en cómo -realmente- piensan y se comportan los habitantes de la ciudad, y menos en el “deber ser”.

Hacerlo de forma eficaz es difícil, entre otras razones, porque se necesita mucha información, así como ajustar varias veces las medidas en un contexto de urgencia y con desgaste de los factores de cumplimiento.

Las autoridades necesitan información no sólo sobre identificación y caracterización de problemas (ejemplo: alto desperdicio de agua en la ducha por personas en inmuebles estrato 6 en Usaquén, Chapinero y Teusaquillo), sino sobre los casos de “cumplimiento creativo” que vayan surgiendo.

(Lea: Se presentan bloqueos en accesos a Hidroituango: esto está pasando).

Todo esto, en un contexto de urgencia (con cuenta regresiva del agua que nos queda), que dispara tanto la asignación de culpas (tema que podríamos dejar para después de esta crisis), como las respuestas ‘pavlovianas’ (la gente y los medios dan alertas y surgen respuestas públicas poco analizadas).

Racionamiento de agua

Racionamiento de agua

iStock

Mientras tanto, se van desgastando los factores de cumplimiento de las medidas. No es fácil darlas a conocer -familiaridad-, ni tampoco hacerlo de tal forma que todo el mundo las entienda -claridad- (ya tuvimos experiencias similares durante la pandemia de covid-19). Además, la restricción para los gobernantes es clara: la atención de la ciudadanía es un recurso escaso.

Reconociendo estas dificultades, quisiera arriesgarme a compartir algunos ejemplos de medidas que podrían ser útiles para enfrentar la crisis del agua que enfrenta nuestra ciudad. El ideal sería tener un paquete integral de medidas, que incluyan tanto el ejercicio de autoridad, como (des) incentivos individuales, sentido de comunidad, y mucha adaptación.

(Le recomendamos: ¿Una crisis anunciada?: las advertencias sobre un racionamiento eléctrico a la vista).

- Ejercicio de autoridad: la gravedad de la situación del agua en Bogotá justifica recurrir a prohibiciones y multas. El uso inadecuado de tanques de conjuntos y edificios que impide que haya verdaderas disminuciones es un típico caso para este tipo de medidas. Estamos frente a un claro ejemplo de cumplimiento creativo (‘cumplir sin cumplir’) por actores con capacidad, pero sin intención de cumplimiento.

Racionamiento de agua

Racionamiento de agua

Vanexa Romero/ EL TIEMPO

Para que este tipo de medida funcione es necesario que las autoridades trabajen en la percepción ciudadana de un alto riesgo de reporte, de inspección, de detección, de selección, y de sanción severa. La publicación en medios y redes de estos casos podría ayudar, así como la advertencia directa a las administraciones de las propiedades horizontales.

- (Des) incentivos individuales: es conveniente que dentro del paquete de medidas se encuentre el aumento de tarifas (con el apoyo del gobierno nacional), respetando siempre el derecho humano al agua potable y el saneamiento (particularmente, en cuanto a las dimensiones de accesibilidad económica y disponibilidad).

Además de esta medida, en otros lugares del mundo con retos similares ha funcionado bien la estrategia de reconocimiento público (favorable y desfavorable). Hay varias posibilidades:

(Lea: En 2024, energías renovables alcanzarían 9% de la capacidad total del parque generador).

- Rediseño de facturas para que cualquiera pueda entender cómo se compara su consumo con el de los demás ciudadanos. Por ejemplo, usando un semáforo en rojo si su consumo está dentro del 30% de la población que más consume, amarillo si está en el siguiente 30% y verde si está en el restante 40% (los que menos consumen). Una estrategia similar fue aplicada con éxito en Costa Rica.

Infortunadamente, en nuestro caso, esta medida tendría cierto rezago porque nuestra facturación es bimensual. Sin embargo, podría usarse de forma permanente teniendo en cuenta que los retos en el suministro de agua no cesarán en el futuro.

Racionamiento de agua en Bogotá

Racionamiento de agua en Bogotá

Sergio Acero Yate / Portafolio

- Estrategia de rankings públicos de los actores industriales y comerciales que tengan las mayores disminuciones en su consumo (como reconocimiento social ) o los peores aumentos (como sanción). Por ejemplo, podríamos tener publicado en la página web de la Alcaldía el ranking de los centros comerciales con mayor reducción en el uso del agua.

- E incentivos económicos para las personas con menos recursos que logren reducir el consumo que no sea esencial. Desde bonos hasta sorteos hicieron parte de estrategias eficaces en lugares como Singapur y Ciudad del Cabo.

- Sentido de comunidad e información: además de comunicación en medios y redes, las autoridades podrían enviar una carta física a cada hogar, con imágenes de los embalses, una infografía que muestre cuantos días nos quedan antes del día ‘cero’ si no bajamos el consumo, el ahorro específico que se espera de ese hogar expresado en una medida que pueda entender cualquier persona, e instrucciones claras sobre cómo conseguirlo y monitorearlo. La carta podría incluir una tabla para que anotemos el consumo diario que aparece en nuestros medidores.

(Además: Los cálculos de Minenergía sobre cuándo lloverá y si persisten riesgos de racionamiento).

- Todo lo anterior, con amplia flexibilidad para ir ajustando según los resultados. Además, quisiera resaltar tres cartas muy fuertes que tiene Bogotá -a diferencia de muchas otras ciudades del mundo- para enfrentar esta difícil partida:

- Valoramos el agua: los bogotanos llevamos décadas aprendiendo a valorar el agua potable. No estamos acostumbrados a tarifas irrisorias y tenemos una fuerte cultura de pago. Esto explica, en buena parte, los descensos en consumo que ha experimentado la ciudad.

- Organizamos una empresa prestadora solida: tenemos una empresa prestadora muy bien organizada. La EAAB tiene toda la capacidad técnica no sólo para responder a esta crisis, sino para ajustar la planeación de nuestros recursos hídricos de cara a los riesgos climáticos y al crecimiento de la población.

- Sabemos cambiar y adaptarnos: Bogotá ya ha tenido procesos extraordinarios de avance en cultura ciudadana y ha demostrado una tremenda capacidad de adaptación frente a retos complejos como el continuo crecimiento de la población (que harían palidecer a cualquier ciudad europea).

JULIÁN LÓPEZ MURCIA, PhD
Director de Nalanda Analytica.

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