La sastrería proviene de una época en la que prácticamente toda la ropa se confeccionaba a medida, y la forma básica, la construcción y el ajuste de un traje no han cambiado mucho desde entonces. Esta atención al detalle de la vieja escuela es parte de lo que otorga a los trajes su influencia sartorial. Sin embargo, en la era moderna del prêt-à-porter y la venta al por menor, es difícil encajar esos principios. Si resulta que el lector es una de las muchas personas que no encajan con las tallas habituales —y totalmente arbitrarias— que se ofrecen hoy en día en las tiendas, ya sabe exactamente de qué estamos hablando.
La mejor solución es hacerse un traje a medida con las dimensiones exactas de tu cuerpo (en un mundo perfecto, todos los trajes serían trajes a medida), pero si esta no es una opción, no pierdas la esperanza. Puede que no vivamos en un mundo perfecto, pero con los conocimientos adecuados y el tiempo suficiente, es absolutamente posible encontrar un traje que te quede bien. Hemos consultado a nuestra lista de expertos en sastrería para que te aconsejen sobre los pasos a dar.
Encuentra una marca que se adapte a ti
“Yo buscaría una marca que se adaptara a tu tipo de cuerpo”, dice Matthew Woodruff, director creativo de J.Mueser, una sastrería de Nueva York especializada en trajes a medida. No hay dos marcas con ajustes exactamente iguales, y la mayoría ofrecen una amplia gama de ellos, por lo que, cuantos más trajes puedas probarte, más posibilidades tendrás de encontrar uno que funcione. Hay marcas clásicas de sastrería cuyo corte suele ser más generoso, explica Woodruff, mientras que hay otras, como ciertas marcas italianas entre las que destacaríamos Brunello Cucinelli y Zegna, con un estilo más entallado y largo. Además, es probable que las grandes marcas como SuitSupply ofrezcan una gama más amplia de tallas —también para todo tipo de estaturas—, que las marcas independientes más pequeñas.
Toma bien las medidas básicas
“Es fundamental acertar desde el principio con la anchura de los hombros, el contorno del pecho y la longitud de la chaqueta, ya que son las medidas más difíciles y caras de modificar”, explica Turner Allen, estilista masculino afincado en Nueva York, y añade: “Otras medidas, como la longitud de las mangas y de la cintura, son importantes, pero un sastre puede ajustarlas más fácilmente”. Lo mismo ocurre con los pantalones, añade Woodruff: “Busca algo que tenga la altura correcta, porque eso es más difícil de ajustar, y acércate todo lo que puedas a las medidas de la cintura y el tiro”, dice. “Por otro lado, meter o sacar el muslo o estrechar o ensanchar la pierna es más fácil de arreglar después”.
Elige detalles que se adapten a tu cuerpo
Además de encontrar el corte adecuado, las decisiones que tomes sobre el estilo y el tejido de tu traje también pueden jugar a tu favor: “Si eres más bajo y fornido, es mejor que evites los estampados horizontales y te inclines por los lisos o por las rayas”, dice Woodruff. “Para los hombres más corpulentos, llevar los pantalones por encima de la barriga puede crear un tiro más largo y hacerte parecer más alto. Para los más bajos, un corte mínimo en los pantalones puede crear el efecto de unas piernas más largas, y llevar el tiro ligeramente más alto alarga las piernas y crea una bonita línea visual”.
Estas pautas pueden resultarte útiles para conseguir el look deseado, pero, como todo lo relacionado con la ropa, la decisión siempre se reduce a lo que a uno le gusta. "Hay dos filosofías al respecto", dice Woodruff. “En su libro Dressing the man, Alan Flusser habla de la sastrería para crear una media. Así que si un hombre tiene los hombros más pequeños, lo que hay que hacer es subir un poco los hombros para crear una forma más estándar, por ejemplo. La otra filosofía es acentuar esas cosas. Por ejemplo, un hombre alto puede llevar rayas verticales y resaltar ese aspecto alargado”.
Tómate tu tiempo
Sea lo que sea lo que estés buscando —y, sobre todo, si no estás del todo seguro hasta que lo encuentres—, cuanto más tiempo te des, mejor será el resultado. “No te conformes”, dice Allen. “Es raro encontrar a un hombre que compró su traje favorito con prisas”.
Vía GQ.com.
