Aunque Rafa Nadal suele llevar relojes de seis cifras en la pista, su Richard Mille ha encontrado en el circuito un digno rival: Gerald Charles, una de las mejores marcas de relojes independientes de la industria, que puedes ver luciendo a tenistas de la talla de Nikoloz Basilashvili, Hubert Hurkacz o Jenson Brooksby.
El peligro de ponerte una delicada pieza de muñeca para la pista es que puedes cargártela de un raquetazo, y las marcas lo saben. La combinación entre los relojes deportivos de calidad y los que ofrecen grandes looks en la cancha no es nueva, pero el Gerald Charles GC Sport la eleva a la máxima potencia. Con un estilo retro extravagante, una caja de curvas barrocas y una correa gofre de caucho, aporta un toque inesperadamente sexy, como demuestra Basilashvili.
Un capricho barroco
Si nos alejamos del mundo del tenis, podemos comprobar que el Gerald Charles funciona igual de bien. El diseñador de este modelo es el hijo pródigo de la relojería moderna, Gerald Genta, cuyas piezas están últimamente en todas las muñecas de las alfombras rojas, desde los Oscar hasta los Brit Awards. Con esto no queremos decir que el reloj de vestir haya muerto, pero solo hay que fijarse en el aluvión de Patek Nautili y Audemars Piguet Royal Oaks para comprobar la tendencia hacia uno más deportivo en este tipo de encuentros. La pequeña marca Gerald Charles supone el indiscutible canto de cisne de Genta, así que tienes que hacerte con uno antes de que acabe 2022. Modelos como el GC Sport y el Maestro GC2.0 son piezas supercómodas e increíblemente finas y originales, que combinan tan bien con una elegante chaqueta de sastre como con unos pantalones blancos de tenis.
Un juego de fuertes contrastes
Con el tamaño de un reloj de vestir y forma rectangular, una ancha correa gofre azul y la corona a la izquierda, este modelo es único en todos los sentidos. La caja de 39 mm está totalmente pulida, lo que es una proeza si tenemos en cuenta el titanio de grado 5, y el efecto espejo de su doble filo es un capricho encantador. Los detalles deportivos contrastan con tanta sofisticación, y los encontramos en los números grandes y descarados y en la comodidad de su corona para zurdos. Este golpe de genialidad ergonómica está pensado para facilitar el movimiento y que el reloj no se enganche con la muñequera al golpear, y los 50 gramos de titanio difícil de rayar juegan a favor de un uso continuado en la pista. Dentro de la caja, que es muy fina, hay un calibre Vaucher automático, que destaca por sus especificaciones tradicionales pero de alta tecnología. Ultraplano suele ser sinónimo de frágil, y por eso se ha puesto especial cuidado en la absorción de los impactos, manteniendo su naturaleza esbelta. Impresionante, extravagante y carismático, el Gerald Charles Sport de color azul, de 18.625 euros, se encuentra actualmente fuera de stock.
Otras marcas menos conocidas
Pese a que Gerald Charles está siendo un revulsivo en los círculos deportivos, puede suponer una inversión algo cuantiosa. No obstante, estamos viviendo un verdadero aluvión de pequeñas marcas, y este año han aparecido algunas espléndidas. Aquí te dejamos cuatro piezas más asequibles e igual de frescas.
Inspirado en el automovilismo de comienzos de los 70, el Nezumi Chronograph huele tan a aceite de motor que lo imaginamos en la muñeca de un fan acérrimo de los Porsche de época. Con su esfera claramente setentera y su mecanismo de cuerda manual, apetece combinarlo con un jersey de merino beige de cuello alto y una chaqueta de lana color chocolate. ¿Algún director del equipo de Ford de 1974 cerca? La edición limitada Zen cuenta solo con 300 ejemplares, así que será mejor que te hagas con él antes de que salga del paddock. Disponible por 1.686 euros en Nezumi Studios.
Si crees que el Gerald Charles es demasiado elegante pero quieres una pieza de estilo octogonal, no busques más: el Manhattan de MAEN Watches es un reloj delgado y pequeño de 37 mm a un precio asequible. La versión azul marino es ideal para la oficina y la de tono cobre para los cócteles del fin de semana. Con maquinaria mecánica y brazalete integrado, el suntuoso Manhattan da en la diana de lo que necesitas. El precio de reserva en MAEN Watches es de 699 euros.
El BOLDR Venture es sencillamente el reloj de titanio con mejor relación calidad-precio que existe, y con unos colores muy llamativos. Se trata de una pequeña pieza de metal ligero muy cómoda y resistente, con una suave correa de nailon y esferas perfectas para el verano. Con un índice de profundidad de 200 metros y una moderna subesfera azul turquesa y naranja satsuma de 24 horas, es imposible echarle un vistazo a su fresco acabado y no esbozar una sonrisa. Es una de las micromarcas más sólidas actualmente, y el estilo viene acompañado de una calidad acorde. En BOLDR por 382 euros.
Bulova es más bien semindependiente, pero su nuevo Computron D-CAVE no se parece a nada que hayas visto antes. Estamos seguros de que puedes encontrar unas bonitas Air Jordan que combinen con el negro y el verde ácido de su caja. Hay dos versiones, eso sí, la de carcasa transparente solo disponible con NFT (con posibilidad física). ¿Que dónde? Nada menos que en la tienda del metaverso de D-CAVE. Pero si no te apetece enterarte de lo que significa todo esto de los NFT, plantéate la versión normal con tapa negra por unos 186 euros, en Bulova.
Este artículo fue publicado originalmente en la versión británica de GQ.
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