Advertencia: este artículo sobre Air, de Ben Affleck, contiene spoilers.
Air, el último trabajo de Ben Affleck como director, cuenta la historia de cómo se gestó la creación de las zapatillas más importantes de Nike, marca que, por aquél entonces, en los años 80, estaba en las últimas. Hasta que se cerró un inesperado acuerdo con un joven y prometedor jugador de baloncesto, Michael Jordan, quien convirtió en la marca icónica que conocemos hoy.
En el centro de este nuevo biopic no se encuentra Michael Jordan. De hecho, no aparece ni en pantalla, a excepción de algunos planos oscurecidos de su cara, al estilo Cartoon Network. No, esta historia gira en torno a los hombres que gestaron el acuerdo. Affleck encarna a Phil Knight, el cofundador de Nike; Matt Damon interpreta a Sonny Vaccaro, el entusiasta ejecutivo de marketing que se curra el acuerdo; Jason Bateman es Rob Strasser, el vicepresidente de marketing de Nike; Chris Tucker caracteriza a Howard White, el vicepresidente de la marca Jordan; y Matthew Maher se mete en la piel de Peter Moore, el diseñador de las Air Jordan. Fuera de Nike, hay un reparto secundario formado por Viola Davis y Julius Tennon —pareja en la vida real y padres de Michael Jordan en la ficción—; Chris Messina como David Falk, agente de Michael Jordan, y Marlon Wayans como el entrenador de baloncesto George Ravelling. Según la lectura que hace la película de los hechos, este conjunto de ejecutivos y jefecillos propició un acuerdo multimillonario gracias a una creencia: que Michael Jordan haría historia y que todos ellos se forrarían.
Esa parte, obviamente, es cierta. Michael Jordan está considerado uno de los mejores deportistas de todos los tiempos y su contrato con Nike les ayudó a amasar miles de millones en beneficios. Sin embargo, el resto de Air no es tan fiel a la realidad, como suele ocurrir con los biopics que embuten meses de aburrida mundanidad en 120 minutos. En este caso en particular, los laboriosos contratos y la incertidumbre en torno a su firma concentran la acción más emocionante, como esas canastas sobre la bocina que deciden un campeonato.
He aquí lo que es cierto y lo que no en Air.
¿Qué importancia tuvo Sonny Vaccaro?
El protagonista de esta película es, sin duda, el Sonny Vaccaro de Matt Damon, un ejecutivo de marketing y ojeador de jugadores universitarios para contratarlos como representantes de la división de baloncesto de Nike. Hasta que se le ocurre apostar todo su presupuesto en Michael Jordan, un jugador que está a punto de convertirse en superestrella. Con su determinación logra convencer a los padres de Jordan de darle una oportunidad a Nike de presentarse como su socio oficial, a pesar de que Adidas y Converse eran sus principales opciones. Teniendo en cuenta que las Air Jordan dominan ahora el mundo, puedes adivinar cómo acaba.
Según Air, Vaccaro fue una figura clave a la hora de alcanzar el acuerdo de las Air Jordan, ya que encabezó todo el proceso y pronunció un discurso descomunal para conseguir el contrato. Pero puede que su participación no fuera tan destacada como sugiere la película. En 2015, en una entrevista con USA Today, el ex presidente Knight dijo: “Mucha gente quiere atribuirse el mérito de fichar a Michael Jordan, y el más obvio es Sonny Vaccaro. En ESPN dijo que él fue el actor clave. Pero, aunque contribuyó mucho a que sucediera, no fue el MVP del proceso". Ciertamente, parece que Jordan piensa lo mismo, sobre todo teniendo en cuenta que Vaccaro no apareció en su serie de Netflix The Last Dance. Más tarde dijo: “A Sonny le gusta llevarse el mérito. Pero en realidad no fue Sonny, sino George Raveling. George Raveling estaba conmigo en el equipo olímpico de 1984. Siempre intentaba hablar conmigo: 'Tienes que ir a Nike, tienes que ir a Nike. Tienes que intentarlo”.
Según los registros de los hechos, Raveling —interpretado por Marlon Wayans en la película—, ayudó a concertar una reunión con Jordan al inicio del proceso, por lo que es probable que Vaccaro, en virtud de su conexión con Raveling, tuviera un gran impacto en el acuerdo. Sin embargo, cuando llegó el momento de la propuesta final, Jordan dijo que Strasser —interpretado mansamente por Bateman— fue quien dirigió en cotarro.
Vaccaro abandonó Nike en 1991 tras ser despedido en circunstancias que aún se mantienen en secreto. En entrevistas posteriores, defendió su postura: “Phil Knight miente, Michael miente más que Phil y Raveling está loco. Los tres necesitan destruirme para vivir felices para siempre”. Luego pasó a trabajar en Adidas con Strasser y Moore, que también habían abandonado Nike. “Es ilógico pensar que no fui yo”, añadió, diciendo que “nadie más quería realmente (a Jordan), y no sabían que se iba (a la NBA), sólo tuve una corazonada”. Ciertamente, Strasser y Moore permanecieron del lado de Sonny tras su marcha de la empresa a la rival Adidas, y Air parece querer ceñirse más a su versión de los hechos.
¿Realmente los padres de Michael Jordan intentaron convencerlo para que fichara por Nike?
Los padres de Michael Jordan fueron fundamentales en sus primeros éxitos, y su madre, Deloris, actuó como su negociadora en la mayoría de sus acuerdos. Affleck dijo, al hablar con Jordan sobre la película, que le dejaron claro que tenían que dar cuerpo a personaje con el papel con Viola Davis.
Si bien es cierto que Deloris actuó como principal interlocutora, junto al agente David Falk, en el contrato de Air Jordan, la película da a entender que esta decisión se tomó después de que Vaccaro hiciera una visita improvisada a su casa para apelar con pasión a sus instintos maternales y convencerla de que Nike es la única marca que realmente se preocupa por Jordan como persona. Aunque Vaccaro afirma que esto ocurrió en algún momento, en la vida real, la pareja nunca se reunió en Carolina del Norte y Vaccaro en realidad se las arregló, con la ayuda de Raveling, para reunirse con Michael después de un partido de baloncesto.
¿Quién dice la verdad?
Lo más probable es que cada uno esté contanto su propia versión de la verdad. Como es difícil contar historias inspiradoras desde el punto de vista de los negocios, siempre tiene que haber un líder altruista, alguien que no termina de creérselo y alguien que lo niega y al que se deja atrás para que echar pestes de puro orgullo. En Air, Vaccaro lidera a Stasser, Knight, Moore y White, mientras que al agente David Falk (Chris Messina) lo dejan, no sin humor, insultando por teléfono por no formar parte de las negociaciones.
Como Knight ha dicho desde entonces: “El éxito del fichaje de Michael Jordan tiene mil padres y el fracaso es huérfano”. El contrato con Nike es el resultado de la acción de varios hombres compitiendo por saciar sus egos y llenarse los bolsillos, por lo que es imposible saber cuál de las versiones de los hechos es más sincera. En última instancia, ningún acuerdo habría llegado al territorio de las películas biográficas sin el éxito de Michael Jordan, el mismísimo Air Jordan, la única persona decisiva para que Nike se hiciera con esa bolsa de mil millones de dólares.
Este artículo se publicó originalmente en British GQ.
