Atención: los asesinos a sueldo no existen. Pero por breves momentos, parece como si existieran, gracias a las interpretaciones de hombres como Glen Powell y Gary Johnson, el verdadero agente encubierto que Powell interpreta en la película de Netflix Hit Man. Asesino por casualidad.
La nueva cinta de Richard Linklater está protagonizada por Powell como una versión de Johnson, un profesor universitario que se hizo pasar por "el asesino profesional más buscado de Houston" mientras trabajaba para la policía de la ciudad, como se relata en un entretenido artículo de la revista Texas Monthly de Skip Hollandsworth. Hollandsworth cuenta cómo Johnson se trasladó a Houston para obtener un doctorado en psicología. Pero cuando no fue admitido en el programa de la Universidad de Houston, Johnson aceptó un trabajo como investigador para la oficina del fiscal del distrito del condado de Harris. Tras varios años en un puesto relativamente monótono, a Johnson lo sacan de su escritorio y lo lanzan a las calles como un falso asesino a sueldo.
La trampa era más o menos así: un informante de la policía presentaba a Johnson a un cliente potencial que necesitaba un asesino a sueldo. Entonces Johnson, con un micrófono y un disfraz estrafalario, convencía a la persona desesperada para que se autoinculpara en una grabación contratando los servicios de Johnson. Según los créditos de la película, Johnson participó en más de 70 detenciones como agente encubierto y quedó inmortalizado como ‘el Laurence Olivier’ de las investigaciones de asesinatos a sueldo, en palabras de Hollandsworth.
"Es el camaleón perfecto", dijo Michael Hinton, fiscal del condado de Harris que fue uno de los supervisores de Johnson, a Texas Monthly en 2001. "Gary es un intérprete realmente genial que puede convertirse en lo que haga falta en cualquier situación en la que se encuentre".
Linklater, que ya había adaptado al cine otra obra de Hollandsworth —Bernie (2011), protagonizada por Jack Black—, se sintió atraído por la historia de Johnson, más extraña que la ficción. "Me encanta este personaje, pero no estaba seguro de la película", declaró el cineasta a Vanity Fair. "Tenemos un gran protagonista, grandes incidentes, grandes momentos, todos estos grandes personajes, pero no sabía si realmente iría a alguna parte".
Eso cambió cuando Powell, que protagonizó la película de Linklater de 2016 Everybody Wants Some!!!, descubrió cómo descifrar el complicado tercer acto de la película. Su planteamiento dependía de que Johnson experimentara lo que se describe como un momento "fuera de personaje" al final de la pieza de Hollandsworth. Cuando le avisaron de que una mujer deseaba la muerte de su novio maltratador, Johnson indagó un poco y descubrió que su posible clienta era "maltratada regularmente por su novio, demasiado aterrorizada para dejarle por miedo a lo que pudiera hacerle si la encontraba", como escribe Hollandsworth. En lugar de orquestar una trampa para atrapar a la mujer, Johnson la puso en contacto con agencias de servicios sociales y con un terapeuta para que pudiera dejar su relación sin peligro.
"El mayor asesino a sueldo de Houston acaba de ablandarse", le dijo Hollandsworth a Johnson en el artículo. "Sólo por esta vez", respondió él con lo que se caracterizó como una "enigmática sonrisa".
Así que Linklater y Powell, que obtuvo su primer trabajo como guionista en Hit Man, construyeron su película en torno a este cliente misterioso. "Pensamos: '¿Y si ella le llamara después?", dijo Linklater a The Hollywood Reporter. "Nos fascinó mucho lo que podría ser esa relación".
Entra en escena Maddy (Adria Arjona), una mujer que busca a Johnson con la esperanza de que acabe con su cruel marido. "Sabíamos que Gary habría visto la foto de la chica cuando estaba investigando su caso, y si era una guapa, probablemente sería lógico que eligiera a un tipo que es bastante guay cuando está desarrollando su personaje encubierto para su caso", dijo Linklater a THR. "Pero entonces, si tienen una conexión y ella le llama más tarde, él se quedaría atrapado en ese personaje cuando quiera volver a verla. Así que la historia podría convertirse en toda esta cuestión sobre la identidad".
No hay indicios de que el verdadero Johnson mantuviera una relación sentimental con la víctima de abusos a la que ayudó. Pero al igual que la versión de Powell en la pantalla, Gary Johnson tuvo problemas en su vida amorosa. Estuvo casado tres veces y su segunda esposa lo describió como "un solitario" en el artículo del Texas Monthly. (Molly Bernard interpreta a la ex mujer de Johnson en la película). "Va a fiestas y se lo pasa bien, y siempre es simpático, pero le gusta estar solo, estar tranquilo", dice Sunny, la segunda esposa de Johnson —con la que mantiene una buena relación— en el reportaje. "Todavía me sorprende que pueda activar esta otra personalidad que hace que la gente piense que es un asesino despiadado".
Otros elementos de la vida de Johnson se tomaron directamente del artículo y se incorporaron al guion. Sus dos gatos se llamaban en realidad Id y Ego. La frase clave que utilizaba con su clientela para confirmar que querían recurrir a sus habilidades especiales era, de hecho, "Toda tarta es buena tarta", y Johnson se ganó la enemistad de muchos abogados defensores, que argumentaron ante el tribunal que "retuerce hábilmente la conversación" para que sus clientes no tengan más remedio que solicitar un asesinato. "Mi trabajo consiste en ayudar a la gente a abrirse, a decir lo que realmente quieren, a revelarme sus deseos más profundos".
Para la investigación de la película, Hollandsworth le dio a Linklater "cajas llenas de transcripciones de entrevistas y un montón de cintas VHS de malas grabaciones de cámaras de vigilancia... mostrando a una dama de sociedad en una bonita habitación de hotel, hablando con el verdadero Gary y tratando de contratarlo para matar a alguien", dijo a THR. "Las grabaciones eran malas, pero ves estos momentos y es simplemente increíble. Me sorprendió la banalidad con la que hablan de todo. Charlando sobre cómo les gustaría que se hiciera. Era como comprar cualquier otro servicio en nuestra sociedad de consumo".
El director también pasó tiempo con el propio Johnson, a quien Linklater describió como "el tipo más frío imaginable" a Vanity Fair. "Era el tipo más imperturbable", continuó Linklater. "Hablábamos de béisbol o cosas así, pero en realidad era un hombre de pocas palabras". A medida que se acercaba la producción de la película, Linklater dijo que intentó ponerse en contacto de nuevo con Johnson en 2022. Al no obtener respuesta, se enteró por Hollandsworth de que Johnson había muerto.
El final de Hit Man incluye fotos del Gary Johnson real. También se asegura de señalar que, a diferencia del personaje de la película (¡alerta de spoiler!), en la vida real Johnson nunca mató a nadie.
Artículo publicado por Vanity Fair USA y traducido. Acceda al original aquí.
