El costoso primer divorcio de Kevin Costner: los 80 millones que pagó a su primera mujer Cindy Silva (y explican por qué ahora ha ganado la disputa legal a su segunda mujer)

Kevin Costner ha copado titulares este verano por su segundo divorcio y la elevadísima pensión que le reclamó su exmujer para la manutención de sus hijos. Un juez ha dictaminado sin embargo en favor del actor, que esta vez ha sabido proteger sus intereses después del descalabro económico que le supuso el fin de su primer matrimonio.

Kevin Costner y Cindy Costner en 1991.

Ron Galella, Ltd./Getty Images

El divorcio entre Kevin Costner y Christine Baumgartner ha hecho correr ríos de tinta este verano, y no porque se hayan filtrado infidelidades u otras causas similares (solo se han citado las clásicas “diferencias irreconciliables”). El anuncio de la separación en mayo fue desde luego inesperado después de casi dos décadas de matrimonio y tres hijos adolescentes en común, pero lo que ha copado titulares han sido las disputas posteriores entre ambos, con ella negándose en un principio a abandonar la lujosa residencia que compartían en California y luego reclamando una pensión mensual de más de 160.000 dólares para la manutención de sus hijos, alegando que necesitaba esa elevada cantidad para propocionarles un nivel de vida comparable al que les ofrece su padre.

Un juez sin embargo fijó hace unos días dicha pensión en “únicamente” 32.000 dólares mensuales y dio la razón a Costner, lo que no consoló mucho al actor, al que la agria y muy pública batalla legal con su ex esposa le ha dejado bastante desmoralizado.

Kevin Costner con Christine Baumgartner y sus hijos.

Rodin Eckenroth/Getty Images

“Cuando compartes tantos años de vida con alguien no hay un ganador”, declaró a Fox News. “Durante un minuto sientes que estás en la cima del mundo y de repente te das cuenta de lo vulnerable que eres”.

No parece que estuviera en la cabeza de Costner separarse por segunda vez a los 68 años, pero tampoco quería sufrir el descalabro económico que le supuso su divorcio anterior. La disolución de su primer matrimonio fue mucho menos áspera de cara al exterior y no se airearon las diferencias ante los medios o en un juzgado, pero el acuerdo le acabó costando al intérprete la exorbitante cifra de 80 millones de dólares.

Las circunstancias de la relación con su primera mujer, Cindy Silva, fueron sin embargo muy diferentes. Se conocieron cuando ambos eran muy jóvenes y estudiaban en la Universidad de California a mediados de los años 70 y se casaron después de graduarse, antes de finalizar la década, cuando él estaba todavía lejos de tener una carrera exitosa en Hollywood y ella trabajaba en el departamento de marketing de una compañía aérea.

Su primera gran oportunidad le llegó con The Big Chill (1983), titulada Reencuentro en España porque versa sobre la reunión de unos antiguos compañeros de universidad con motivo de la muerte de uno de ellos. Tenía un reparto de actores que luego se convertirían en grandes nombres en la industria, como Tom Berenger, Glenn Close, Jeff Goldblum, William Hurt o Kevin Kline. Costner interpretó precisamente al fallecido a través de flashbacks que luego fueron eliminados en el montaje final (la única escena que se mantuvo es en la que él está dentro del ataúd).

Lawrence Kasdan, el director, le prometió que le compensaría en el futuro, algo que cumplió al ofrecerle un papel importante en Silverado (1985), lo que también suponía el inicio de la vinculación de Costner con el wéstern, un género que ha marcado y sigue marcando su carrera. A partir de ahí, no tardó en convertirse en una estrella gracias a filmes como Los intocables de Eliot Ness (1987), Los búfalos de Durham (1988) o Campo de sueños (1989). A mediados de los 90, después de Bailando con lobos (1990), Robin Hood: Príncipe de los ladrones (1991), JFK: Caso Abierto (1991), El guardaespaldas (1992) o Un mundo perfecto (1993), era prácticamente el rey de Hollywood.

Kevin Costner y Cindy Costner en el estreno de El guardaespaldas en 1992

Ron Galella, Ltd./Getty Images

Fue en ese momento, justo antes de cumplir los 40, tras 16 años de casados y con tres hijos en común, cuando su matrimonio con Silva se vino abajo. Todo se resolvió sin embargo de puertas para adentro y al rubricar los términos del acuerdo se limitaron a emitir un comunicado conjunto: “Después de 16 años juntos, ponemos fin a nuestro matrimonio. Hemos resuelto todo lo concerniente a nuestros hijos y nuestros asuntos financieros de manera amistosa y hemos llegado a un acuerdo total”.

Dadas las diferencias en el dinero que ganaban entonces ambos y la ausencia de cualquier tipo de capitulaciones matrimoniales, dicho acuerdo le supuso a Costner desembolsar 80 millones de dólares. Varios años después, en 2012, habló para The Hollywood Reporter sobre el fin de su primer matrimonio: “Mi fe se resquebrajó, nadie quiere que su matrimonio acabe y aquel lo hizo. Y supone además que veas a las personas que más quieres, a tus hijos, solo la mitad del tiempo, lo que es una gran pérdida”.

Su carrera cinematográfica también se empezó a tambalear poco después tras el desastre crítico y económico de Waterworld (1995). Él sin embargo rehizo su vida sentimental con Bridget Rooney, sobrina del dueño del equipo de fútbol americano de los Pittsburgh Steelers en ese momento y con quien tuvo otro hijo en 1996, pero con quien nunca se llegó a casar.

Kevin Costner y Cindy Baumgartner en el año 2000

Ron Galella, Ltd./Getty Images

Costner de hecho no volvió a pasar por el altar hasta 2004, precisamente con la modelo y diseñadora de bolsos Christine Baumgartner, 19 años menor que él y con la que llevaba cuatro de noviazgo. Tenía por entonces sin embargo muy presente lo que ocurrió en la ocasión anterior y se aseguró de que ambos firmaron un acuerdo prenupcial que protegiese sus intereses económicos y personales en caso de divorcio.

Como el propio actor dijo ante el juez en la vista en la que se dictaminó la pensión, “lo último que quería era quedarme sin la posibilidad de volver a mi hogar con mis hijos”. También admitió temer que la elevada manutención que le reclamaba Baumgartner le obligase a aceptar proyectos que no deseaba hacer para poder costearla. Hay que recordar que su carrera ha experimentado un resurgimiento gracias su participación en la serie Yellowstone, todo un fenómeno en Estados Unidos y por la que ha llegado a cobrar más de un millón de dólares por episodio. Actualmente está metido de lleno en Horizon: An American Saga, una muy ambiciosa producción sobre la expansión y asentamiento en el oeste de su país durante la segunda mitad del siglo XIX, una de sus grandísimas pasiones y que además le ha devuelto a la silla de director.

Atraviesa pues un gran momento profesional que no se corresponde con el personal, ya que, aunque no se han filtrado las circunstancias reales, él mismo confirmó a Fox News que la separación y posterior disputa legal le han dejado devastado: “Tengo que encontrar una manera de pasar más tiempo con mis hijos y ayudarles a superar esto… Y pasar también algo de tiempo conmigo mismo”, acotó.