48 horas en Tetuán

La ciudad marroquí con más rasgos andalusíes y antigua capital del Protectorado Español de Marruecos, nos recibe en época de Ramadán.
Medina de Tetun patrimonio mundial de la Unesco
Little valleys / Alamy Stock Photo

Conocida como Blanca Paloma, bañada por el mar mediterráneo y muy próxima a sus vecinas Tánger y Ceuta. Merece la pena pasar 48 horas en Tetuán para descubrir las huellas españolas que todavía quedan después de la independencia de Marruecos en 1956.

DÍA 1. PERDERSE POR LA MEDINA

12.00h Empezamos la mañana en la Medina, a diferencia de su vecina Tánger, la de Tetuán es Patrimonio de la Humanidad y un auténtico laberinto de callejuelas para adentrarse en la vida de los tetuaníes. La conforman siete puertas que la protegen y una de las más importantes es la de Bab Ruah, situada al lado del Palacio Real de Tetuán, que se observa desde la distancia debido a las medidas de seguridad que lo rodean y de la plaza de Hassan II.

Mercado en la Medina de Tetuán.Pavel Szabo / Alamy Stock Photo

Bordeando el lateral del palacio accedemos al arco de comercio por Bab Ruah y llegamos a la calle Tarrafin, característica por sus arcos de madera en el techo y llena de joyerías. Esta calle tan ancha y moderna, que fue remodelada por la Junta de Andalucía no nos debe confundir, en su final empieza el laberinto.

A partir de aquí lo mejor es perderse en este zoco auténtico que se encuentra dividido en zonas según lo que venden. Carne, pescado y fruta pasando por telas, especias, alfombras o animales vivos. Hay incluso una zona tecnológica llena de televisiones y móviles rotos tendidos en el suelo. La autenticidad, sin duda, reside en este bazar en el que encontrarás de todo si vas con la mente abierta.

14.30h Para comer nada mejor que hacer una parada dentro de la misma medina en el Riad ‘El Reducto’. Histórico y famoso porque aquí se alojó el equipo de rodaje de la serie de televisión El tiempo entre costuras. No dejéis de pedir su pastela de pollo y canela y su tahine de ternera con berenjenas a la miel, realmente deliciosos.

Para terminar, un digestivo té con menta que podéis tomar en su precioso salón o en la terraza de la parte de arriba, con un ambiente más animado contemplando las vistas de la ciudad.

Riad El Reducto, Tetuán (Marruecos).El Reducto

17.00h Barrio del Ensanche Español

Pasear por estas calles es historia reciente. Todavía quedan restos del pasado español en sus fachadas coloniales de casas blancas con puertas y ventanas verdes.

El Feddan Park hace de nexo de unión entre estos dos mundos. Una plaza imponente con un templete andalusí en el centro, desde dónde se puede admirar una gran panorámica de la ciudad blanca.

Callejeando encontraremos el Teatro Español, el Instituto Cervantes o el Consulado Español y llegaremos a la Plaza Moulay El Mehdi (antigua plaza  Primo de Rivera). Enfrente, la iglesia católica que todavía se conserva, la Iglesia Nuestra Señora de la Victoria.

20.00h Mezquita de Hassan II. Aunque no se puede entrar, la experiencia de venir en Ramadán y ser testigos del último rezo del día es algo difícil de explicar. Escuchar la llamada desde aquí y ver cómo hombres y mujeres acuden a rezar resulta increíble, sobre todo por la devoción que muestran hacia su religión.

Riad Dar Achaach, Tetuán (Marruecos)Dar Achaach

Durante el Ramadán (el mes santo musulmán) se ayuna durante el día y se vuelve a comer por la noche. Es una experiencia vivir cómo la ciudad se despierta poco a poco en el bullicio de la Medina para ir decayendo por la tarde. Pero después del último rezo, todo se reactiva de nuevo y algunos comercios vuelven a abrir por la noche.

21.30h Tentempié: bocadillo tetuaní que puedes encontrar en muchos locales alrededor de la ciudad. Dentro de un pan tipo baguette puedes añadir casi de todo: tomate, pepinillos, lechuga, mortadela, atún e incluso patatas fritas.

DÍA 2 DESCANSO EN UN RIAD

Lo mejor de viajar a Marruecos es alojarse en un riad. Son casas marroquíes tradicionales muy bonitas, que suelen tener un patio interior y alrededor de éste se distribuyen las habitaciones. Dar Achaach se sitúa en el quartier Torreta, un barrio más alejado y tranquilo.

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Aquí podréis descansar escuchando la llamada al rezo y los gallos cantando. Lo mejor: su desayuno tradicional. Compuesto principalmente por mermeladas, bollería, queso fresco, zumo natural y su pan marroquí khobz con forma redonda y plana. Se acompaña con café o té moruno.

11.00h Después de reponer fuerzas volvemos a la Medina, pero esta vez lo hacemos por la puerta Bab Mqabar, la más antigua. Su nombre significa puerta del cementerio porque da paso al cementerio musulmán. Con respeto podréis pasear por él y ver cómo de distinto es respecto a un cementerio cristiano.

De vuelta a la Medina el olor anuncia que estamos en el barrio de los curtidores. Pese a que puede ser un poco desagradable, merece la pena entrar y ver algo totalmente distinto: aquí se realiza todo el proceso para el trabajo de las pieles y el cuero desde hace siglos.

Casas blancas en las colinas de Tetuán, Marruecos.Boris Stroujko / Alamy Stock Photo

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Museo Etnográfico de Tetuán. Objetos típicos de la artesanía tetuaní como azulejos, alfarería o trajes tradicionales. Este museo es una antigua fortaleza que reformó e impulsó el pintor español Mariano Bertuchi, que desarrolló su carrera en el protectorado español.

15.00h Comemos en Blanco Riad. Restaurante de cocina marroquí que mezcla tradición y modernidad. Algunos de sus platos más exóticos: su ensalada de naranja, zanahoria y azahar, pinchitos de kefta o el canelón de berenjena relleno de marisco.

Con el último té con menta y pasteles árabes mientras contemplamos el atardecer, nos despedimos de nuestras 48 horas en Tetuán y también de un lugar que pasa casi desapercibido para el viajero, pero que tiene un aura especial y auténtica.

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