Cannes: placer de día y de noche en la riviera francesa

Siempre es un placer visitar esta localidad de la Costa Azul, pero aún lo es más durante su famosísimo festival de cine. Te proponemos unos cuantos planes imprescindibles, que serán aún más intensos y placenteros si los acompañas de los nuevos helados de Magnum: Sunlover y Starchaser. Puro glamur y puro sabor.
Costa Azul Cannes Mar
Foto: Manjik

Sobran los motivos para escaparnos a Cannes, donde la vida siempre es emocionante y sorprendente. Pasear por sus calles y sus playas de arena dorada, disfrutar de su gastronomía y de su animada vida nocturna… Pero es precisamente estos días, coincidiendo con la 76º edición de su festival de cine, cuando la elegancia, el lujo y el glamur invaden cada esquina de la ciudad y la hacen aún más apetecible.

Por eso te proponemos una serie de recomendaciones, tanto para el día como para la noche, con las que sacar el máximo partido a la localidad francesa. Y lo hacemos acompañados del sabor de Sunlover y Starchaser, los dos grandes novedades de Magnum, la conocidísima marca de helados. Relájate y disfruta.

CANNES DE DÍA, HEDONISMO Y SABOR

Ya que estamos en uno de los epicentros de la buena vida europea, nuestra jornada debe comenzar en un ambiente que esté a la altura. Por eso una estupenda idea es alojarnos en el Carlton Cannes, A Regent Hotel, un aclamado icono recientemente resucitado. Así despertaremos entre toques art déco (como sus frescos de principios del siglo XX), mobiliario moderno y mucho mucho lujo. Quién sabe, además, si te cruzarás con alguna estrella del séptimo arte en sus zonas comunes…

La emblemática fachada de Carlton Cannes, A Regent Hotel.Foto: D.R.

Tras disfrutar de un copioso buffet de desayuno servido sobre una larga mesa de mármol en la terraza del restaurante Riviera, llega la hora de explorar Cannes. Siempre se puede optar por ver alguna de las muchas películas que se proyectan durante el festival… pero si el cuerpo nos pide playa, una excursión en barco a las islas de Lérins, ubicacas frente a la costa de Cannes, puede ser la mejor opción. Se trata de dos pequeños paraísos perfectos para disfrutar del sol, la arena dorada y la más absoluta tranquilidad.

Ver fotos: Claves para saborear el festival de Cannes (al menos una vez en la vida)

De vuelta a la ‘civilización’, nos espera Le Suquet, el barrio con más historia de ciudad. Podemos callejear sin un rumbo fijo y sin mirar el reloj, mientras admiramos sus restaurantes, terrazas, edificios pintorescos y sus tiendas de artesanía y ropa. Precisamente aquí se encuentra el Mercado de Forville, uno de nuestros lugares favoritos de Cannes. Y si eres amante de la buena comida y de probar nuevos sabores, seguro que también se convertirá en una de tus direcciones predilectas. Renovado en 1934, es un verdadero espectáculo para los sentidos: el refinado olor de las peonías, las coloridas verduras dispuestas con esmero, las pequeñas bancadas de especialidades locales… Aquí no hay fallo posible por muy exigente que sea nuestro paladar.

El nuevo helado Magnum Sunlover.

Para rematar esta experiencia gastronómica, podemos rendirnos al placer de un Magnum Sunlover, fresco y tropical, compuesto por un delicioso helado doble de coco y helado mango & maracuyá, con salsa de mango & maracuyá y recubierto con una crujiente capa de chocolate blanco e incrustaciones de coco.

Una vez que nos hemos deleitado con los platos y aromas típicos de la ciudad, podemos disfrutar de un paseo por la Promenade de la Croisette, un bulevar que te permitirá disfrutar de la brisa marina y de unas vistas impresionantes. Además, es uno de los centros neurálgicos del festival de cine, ya que el certamen no se limita a las películas en sí, también ofrece momentos de convivencia y celebración aquí, en lugares tan emblemáticos como Magnum® Cannes Beach, donde reina un ambientazo único.

Vista del mar desde Promenade de la Croisette. Foto: Unsplash

Inmersos en el espíritu cinéfilo, podemos recorrer el Walk of Fame de Cannes, que comienza delante del Palacio de Festivales y Congresos, donde se celebra el festival, y que cuenta con más de 400 huellas de míticas estrellas del celuloide como Quentin Tarantino, Angelina Jolie o Catherine Deneuve, entre muchos otros.

CANNES DE NOCHE, PURO PLACER CULPABLE

Una vez que el sol empieza a despedirse, es el momento de volver a entregarnos al placer de la buena mesa. Aquí abundan los restaurantes excepcionales. Entre los clásicos imprescindibles están Astoux & Brun, donde se va a comer excelentes pescados y mariscos desde 1953; o La Colombe D’or , cuyas paredes están decoradas con cuadros de algunos de los clientes más icónicos que se dejaban caer por aquí en su día: Picasso, Matisse, Braque… Aunque otra alternativa a tener muy en cuenta es La Môme, uno de los lugares más de moda de la ciudad, con deliciosos platos asiáticos del legendario socio de Nobu, Richard Notar.

El nuevo helado Magnum Starchaser.

Para bajar la cena y gracias a su maravillosa temperatura, el puerto de Cannes es el lugar idóneo para disfrutar de un paseo nocturno con vistas a la ciudad y a las estrellas. Una idílica experiencia que solo podemos mejorar saboreando a cada paso que damos el nuevo Magnum Starchaser, un helado crema sabor palomitas con un remolino de salsa de caramelo, y una capa crujiente de chocolate con leche con incrustaciones de maíz caramelizado. ¿Quién dijo que los helados son solo para el día?

Magnum Plage, el punto de encuentro de los más noctámbulos de Cannes. Foto: Matthew Oliver

Como broche de oro a un día perfecto, no se nos ocurre mejor destino que el Magnum Plage, un lugar mágico para disfrutar de la noche en Cannes y del último éxito que la marca ha lanzado junto al artista JVKE y la NASA en el marco del festival. Conocido por sus fiestas temáticas y por tener los mejores cócteles de la ciudad, es el lugar imprescindible para vivir una experiencia única. Y mañana nos espera otro delicioso día.

Ver más artículos

SUSCRÍBETE AQUÍ a nuestra newsletter y recibe todas las novedades de Condé Nast Traveler #YoSoyTraveler