España es tierra de vinos (y bodegas) originales

Viaja con nosotros para conocer algunos de los vinos más originales de nuestro país. Botellas que esconden historias casi tan vívidas y buenas como el vino que contienen.
España y sus bodegas ms únicas y originales
Danie Vogel en Unsplash

Desde el principio de los tiempos, el vino ha estado muy presente en la vida del ser humano, desarrollándose paralelamente al concepto de civilización. 

Los egipcios, avanzada cultura en la que mujer siempre tuvo un lugar importante y destacado en la sociedad, tenían en Hathor a su diosa de esa embriagadora creación vital. Los griegos escogieron a Dioniso, mientras que el famoso Baco romano era uno de lo más queridos y venerados en aquel imperio que llegó a dominar ampliamente, y durante centurias, el mundo conocido. La trascendencia de este último fue tal que a él debemos, hoy en día, la existencia de la palabra “bacanal”.

Muchos siglos – y muchas bacanales – después, España es un país de gran historia y tradición vitivinícola en el que se admiran y valoran, en extremo, los buenos vinos. Tierra de grandes cosechas y mejores enólogos, aquí también encontramos espacio para la imaginación. Combinando uvas, ideas, historias con trasfondo, e incluso arte y música, damos con originales proyectos vitivinícolas que nos enamoran más allá de su sabor, textura, aroma y color, atributos todos tan valorados por los expertos y entendidos. 

Es otra forma de ver y entender este tesoro que exalta los sentidos, enardece las pasiones y desata la sinceridad. Otra dimensión del vino.

VINOS SUBMARINOS

La bahía de Plentzia, en la brava costa de Euskadi, es un lugar para recorrer con tranquilidad y descubrir, poco a poco, sus muchos secretos. Uno de ellos se encuentra, precisamente, bajo sus frías y bellas aguas cantábricas. Y es que los chicos de la Bodega Crusoe Treasure tuvieron, hace ya más de una década, la brillante idea de crear aquí la primera bodega submarina del mundo, anclada a un arrecife artificial. 

Corría el año 2007 cuando Borja Saracho, abogado de profesión y amante del buceo, se planteó si sería cierto que un vino evolucionaría de una manera distinta al envejecer bajo el mar. Dos años de investigación, una gran inversión económica y muchos consejos de expertos más tarde, la respuesta fue afirmativa.

Sea Soul by Crusoe Treasure #4.Bodega Crusoe Treasure

Las pequeñas, pero constantes, variaciones de temperatura que sufren las botellas almacenadas bajo el mar, la ausencia de luz y las corrientes, crean un sistema biodinámico que provoca cambios en el volumen y en el proceso de intercambio de gases de los vinos, haciendo que el resultado que se obtiene posea lo mejor de un vino joven y de un gran reserva.

Cada año se producen unas 25.000 botellas de este vino submarino hecho con uvas recogidas en terruños repartidos por lugares tan dispares como Rías Baixas, La Rioja o Ribera del Duero.

Pero además, podemos combinar la cata de estos extraordinarios vinos almacenados en arrecifes artificiales de hormigón y hierro –creados expresamente para su fin vitivinícola, y totalmente respetuosos con el medio ambiente– en la bahía de Plentzia con actividades tan divertidas como el paddle surf o el coasteering (actividad consistente en recorrer la costa marina nadando, escalando, saltando a profundas pozas y explorando cuevas).

No hay mejor guía para ello que el gran Txapas, alma de Troka Abentura, una agencia especializada en turismo activo en la zona.

Después de descargar la adrenalina con Txapas y sus chicos, nada como dar un paseo por la bahía a bordo del barco de Bodegas Crusoe Treasure y realizar una cata de vinos acompañados con deliciosas viandas de la tierra, mientras disfrutamos del rocoso y verde perfil de Plentzia.

UNA PARCELA CENTENARIA (Y ARTÍSTICA) 

Es imposible entender la historia de San Vicente de la Sonsierra sin hablar del vino. Por las arterias de esta localidad riojana, que se cobija de los vientos del norte a los pies de la sierra del Toloño, no circula sangre sino el vino de Baco. De eso se percató el conocido empresario vitivinícola Carlos Moro, fundador y presidente del Grupo Matarromera, fijando su ilusión en crear una bodega en los alrededores de San Vicente.

Cuando lo consiguió, le puso su nombre. La Bodega Carlos Moro es una oda a las tradiciones e historia vitivinícolas de la zona. Paseando por sus hileras de viñedos, podemos encontrarnos con los antiguos guardaviñas –construcciones cónicas usadas por los trabajadores y por los vigilantes de las viñas cuando descargaba una tormenta repentina– de piedra, una auténtica necrópolis medieval y restos centenarios de anteriores lagares largamente olvidados.

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De entre todos los viñedos de la bodega, hay uno que brilla con una luz especial. El viñedo Garugele –reconocido como Viñedo Singular por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación– aún conserva las cepas de uva tempranillo plantadas en los años 20 del pasado siglo.

Esta parcela de poco más de 1,65 hectáreas se sigue arando con mulas y las uvas obtenidas pasan un triple proceso de selección manual antes de formar parte de las apenas 6.000 botellas que se producen cada año. 

Además, la bodega está comprometida con la cultura: organizan concursos literarios sobre el vino y sus centenarios calados subterráneos acogen exhibiciones temporales de arte, como la que permitió a escultores locales trabajar con antiguas cepas y convertirlas en bellas esculturas.

UN VINO SOLIDARIO E INCLUSIVO NACIDO EN MONTILLA 

Montilla es una tierra de grandes guerreros –aquí nació, en 1453, Gonzalo Fernández de Córdoba, el “Gran Capitán”, uno de los militares más reconocidos de la historia de España– y vinos. La Denominación de Origen Montilla-Moriles ampara la crianza y comercialización de estupendos vinos obtenidos en tierras diseminadas por más de una decena de municipios cordobeses.

En la sierra de Montilla, la quinta y sexta generación de una familia totalmente dedicada al vino y el aceite, mantiene las tradiciones culturales de los antiguos lagares cordobeses en el Lagar La Primilla. Una auténtica rareza en un mundo que tiende a la globalización y al avance con prisas.

De entre toda su producción, destaca un vino con un trasfondo social y sentimental totalmente fuera de lo común. "Le llamamos Eterna Sonrisa” –nos explica Charo Jiménez, la entrañable y luchadora copropietaria del Lagar La Primilla– “porque se trata de un vino espumoso, dulce y alegre al paladar, tal y como era mi hermana pequeña, que tenía Síndrome de Down y, tristemente, nos dejó hace unos años”.

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Sin embargo, este precioso homenaje a la que fuera la alegría de la familia desde su venida al mundo no se queda aquí. Y es que los beneficios obtenidos con las ventas de las botellas de Eterna Sonrisa – elaborado cien por cien con uvas Pedro Ximénez– se destinan a la Fundación Down Jerez Aspanido, dedicada a la inclusión laboral y formación de jóvenes con Síndrome de Down y otras capacidades diferentes.

Una historia entrañable que demuestra que, como ocurre desde el principio de los tiempos, el mundo del vino va más allá de lo puramente económico o comercial, entrelazándose, para siempre, con lo más profundo de la naturaleza humana. 

'BONUS TRACK': LA BODEGA ROCKERA

¿Quién dijo que el rock y el vino no pegaban? De hecho, ambos suelen envejecer de manera excelente. Sin movernos de la zona de Montilla, descubrimos una bodega con casi cien años de historia que ha decidido aunar dos placeres tan intensos como el vino y el rock.

Para comprobarlo solo hay que visitar la bodega Cabriñana,  donde podemos degustar estupendos vinos de Montilla-Moriles mientras escuchamos música en directo. La combinación alcanza su punto álgido cada año en el Mostorock, una fiesta organizada por la bodega y que reúne músicos, escritores y otros artistas de reconocido prestigio nacional e internacional.

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