CNT Power List 2023: 15 viajeras que lideran el cambio

Celebramos el Día Internacional de la Mujer de la mano (y con la voz) de estas mujeres que, en sus respectivos campos —gastronomía, aviación, paisajismo, política, cine…— nos impulsan hacia un futuro mejor.
Día Internacional de la Mujer 2023 15 viajeras que lideran el cambio

Presentar esta lista en el Día Internacional de la Mujer es para mí como cerrar un ciclo. En 2011, cuando fundé Nomadness Travel Tribe, una comunidad de viajeros racializados, el panorama del viaje era muy diferente. Instagram no tenía ni un año de vida; no había influencers del viaje, solo unos pocos grupos de viajeros intentando activamente crear comunidad; los líderes de la industria no hablaban de la sostenibilidad, la interseccionalidad o la equidad como prioridades, como sí hacen hoy. Y, aunque las mujeres en el turismo tenían el doble de posibilidades de ocupar puestos de liderazgo que en otros sectores, la mayoría ejercían trabajos poco cualificados e inestables y ganaban un 10-15% menos que sus compañeros hombres. Además, aquel año, más del 80% de trabajadores en los sectores de la hospitalidad y la aviación eran blancos.

Esa falta de diversidad y equidad entre géneros es por lo que creé Nomadness. Quería democratizar el acceso y la representación en la industria del turismo. El panorama viajero era como el Salvaje Oeste, lleno de oportunidades desaprovechadas, y para mujeres como yo había llegado el momento de abrir nuestro propio camino. Desde entonces, Nomadness se ha convertido en una comunidad de 31.000 miembros, 78% de los cuales son mujeres. Hoy, tenemos una influencia en el sector del viaje nunca antes vista: el personal de Marriott International tiene un 54% de mujeres; en 2019, la operadora turística Intrepid Travel más que dobló su número de mujeres en puestos de liderazgo, de 154 a 342. Las activistas, diseñadoras, políticas, hoteleras, presentadoras de televisión y líderes de la comunidad aportamos creatividad, innovación y empatía a todos los aspectos del viaje, desde las experiencias al aire libre a la aviación y la gastronomía.

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Veamos el ejemplo de la secretaria del Interior estadounidense, Deb Haaland, miembro del pueblo de Laguna de Nuevo México. La primera integrante indígena del consejo de ministros tiene la tarea de proteger y preservar los espectaculares espacios públicos del país, lugares como el Gran Cañón y Yellowstone. O Sara Nelson, presidenta de la Asociación de Auxiliares de Vuelo CWA, que trabaja sin descanso para hacer de la industria aérea un lugar mejor para los trabajadores. También está la presentadora de televisión y divulgadora culinaria Padma Lakshmi, que usa su plataforma para educarnos (y entretenernos) hablando de la diversidad que hace de Estados Unidos lo que es e insistiendo en que siempre hay sitio en la mesa para gente diferente. La actriz Eva Longoria pronto seguirá sus pasos con su propio programa Eva Longoria: Searching for Mexico como una de las pocas presentadoras de viajes latinas en el país.

Como participante en esta lista en 2019, sé lo importante que es aparecer con mujeres tan innovadoras; también sé que hay que compartir plataformas como estas, en especial en un momento como el Día Internacional de la Mujer, aprovechar la oportunidad para pasar el testigo a la siguiente generación que dará forma a nuestra manera de viajar (recomiendo seguir el trabajo de Ashley Renne Nsonwu, activista, divulgadora de sostenibilidad y consejera del grupo de apoyo al medioambiente Climate Power). Las líderes de mañana recurrirán a las mujeres de esta lista en busca de inspiración y sabrán que, aunque hemos reclamado nuestro espacio en el mundo del viaje, cabemos todas (y todas somos necesarias).

Evita Robinson es fundadora de Nomadness Travel Tribe, comunidad viajera para personas racializadas.

En Searching for Mexico, Eva Longoria descubre una cara diferente de este país.Courtesy CNN

EVA LONGORIA

Cuando Stanley Tucci llamó a Eva Longoria y le propuso presentar un programa de viajes al estilo de su célebre Searching for Italy, el actor no era consciente de cuán rompedora era esta idea. Hay pocas mujeres presentando programas de viajes, y todavía menos son latinas. La pasada primavera acabó la producción de los seis episodios de Eva Longoria: Searching for Mexico, que se estrenarán en CNN el 26 de marzo. Longoria creció cerca de la frontera sur de Texas y en 2021 financió la marca de tequila dirigida por mujeres Casa del Sol con base cerca de Guadalajara, pero dice que ni una vida entera con “un pie en México” podía prepararla para una experiencia tan emotiva. “Creo que lloré todos los días”. Para el programa, visitó a pescadores tradicionales del lago Chapala, a cocineros mayas de Yucatán, a una maestra elaboradora de mezcal en Oaxaca y a los muxes de género fluido que viven en el istmo de Tehuantepec, entre otros. Cada lugar, con su cultura, topografía y tradiciones culinarias únicas, fue como entrar “en un México diferente”, cuenta Longoria. “Los tacos y el tequila son magníficos, pero creo que la gente piensa que la cocina mexicana se limita a eso”. La comida, añade, “es el corazón de México. Expresa todo lo que es bello: es una forma de honrar la tradición, la familia, la tierra y los ingredientes; de celebrar nacimientos, bodas o fallecimientos. Siempre hay algo que compartir con una comida: yo lo veo equivalente al amor”. —Lesley Téllez

Sara Nelson lleva años defendiendo los intereses de asistentes de vuelo y demás personal de la industria aérea.Cayce Clifford

SARA NELSON

Cuando hay algún problema durante un vuelo, los viajeros recurrimos a los auxiliares de vuelo; cuando son los auxiliares de vuelo quienes tienen un problema, recurren a Sara Nelson. Auxiliar de vuelo desde hace 26 años y presidenta internacional de la Asociación de Auxiliares de Vuelo CWA desde hace casi 9, Nelson saltó a la palestra durante la pandemia como firme defensora de los asistentes de vuelo y otros trabajadores de la industria aérea. Representante de 50.000 empleados de 19 diferentes compañías aéreas, lucha sin descanso contra la falta de personal en los aviones y el maltrato a los trabajadores, así como unas condiciones y una remuneración mejores. Su lucha más reciente es la creación de un sindicato de auxiliares de vuelo de Delta. Nelson, que ha dado testimonio con frecuencia ante el Congreso de Estados Unidos, ve la organización que lidera como crucial para alcanzar la equidad para las mujeres, las personas racializadas y los trabajadores LGTB que capean unas condiciones laborales turbulentas. “Es imposible hacer predicciones o planes”, comenta sobre el viaje aéreo actual. “Se trata de abrirnos al cambio tanto como sea posible tan rápido como se pueda y en todos los niveles de la industria de la aviación”. Tres años después de que la pandemia pusiera el mundo del viaje patas arriba, Nelson espera que estos cambios por los que tanto ha luchado sean un buen ejemplo para otros sectores. “El papel que la aviación puede desempeñar en unir a las personas, y no solo físicamente, es muy emocionante”, dice. “Tenemos que seguir creando solidaridad en torno a las grandes políticas e iniciar movimientos de progreso para las próximas generaciones, sobre todo porque los sindicatos son los que piden responsabilidades a los puestos de dirección”.Tariro Mzezewa

Padma Lakshmi presenta el conocido programa Top Chef.Josefina Santos

PADMA LAKSHMI

Padma Lakshmi no es solo una de las voces más resilientes del viaje y la gastronomía actuales; también es una de las más llenas de vitalidad. Como presentadora del programa nominado a un Emmy Top Chef, una de sus prioridades constantes ha sido ampliar los tipos de platos que aparecían en pantalla… e incluir a más mujeres y personas de colectivos minoritarios. Como productora ejecutiva y presentadora del Taste the Nation de Hulu (cuya tercera temporada se estrenará en primavera), Lakshmi recorre Estados Unidos poniendo el foco en las comunidades marginadas, cuya cocina suele quedar fuera de los homenajes a la comida americana. La presentadora no solo cata la gastronomía del lugar, sino que se sumerge en la cultura local y deja un hueco para sus complejas y a menudo dolorosas historias de inmigración y asimilación. “Todos reconocemos los lugares que aparecen en el programa, pero ¿cuántos saben que hay una viva comunidad tailandesa en Las Vegas, o conocen la hermosa cocina árabe de Dearborn, Michigan?”, se pregunta Lakshmi. Para ejercer su papel de presentadora se apoya en su propia ascendencia india, una experiencia de inmigración que reconoce que no es única ni mucho menos, y en la de su equipo, en su mayor parte compuesto de mujeres racializadas. “No me interesan los programas con presentadores bravucones que viajan para poner caras y hacer aspavientos al ver ‘comida rara’”, dice. Al cambiar la narrativa de las culturas gastronómicas de América, Lakshmi está cambiando nuestra forma de viajar. “Las experiencias de todo el mundo suelen ser homogéneas. Hay que aprender a perderse en los viajes: parar en una estación de servicio y no solo en restaurantes con estrella Michelin, preguntar a un lugareño dónde comen los locales. Entender cómo son sus vidas hará que tu experiencia sea más auténtica”. —Arati Menon

Carla Simón y su selección para el fin de semana.Xavi Rué

CARLA SIMÓN

Antes de querer hacer cine, Carla Simón (Barcelona, 1986) “quería ser periodista de una revista de viajes para poder viajar”, cuenta y se ríe recordando su “sueño adolescente”. Pero luego empezó a ver películas y decidió que le gustaba más este medio sin saber entonces que le haría viajar tanto. Estrenó su opera prima, Verano, 1993, en Berlín en 2017 y gracias a ella recorrió medio mundo. Literalmente. “Viajé de Barcelona a Copenhague, Londres, Busán, Mumbai, Taiwán y Barcelona en 20 días. Fue intenso, pero muy guay”, recuerda. Con Alcarràs, su segundo filme, la aventura también arrancó hace un año en Berlín, ganando el Oso de Oro, festival al que regresó este año como jurado, para cerrar un círculo en el que siempre ha estado acompañada de su bebé (en Venecia, Nueva York, Londres, Madrid…), dando visibilidad al problema de la conciliación.

Para Simón el cine ha acabado siendo otra forma de viajar en la que ella es visitante y también guía. “El cine es una ventana al mundo. Cuando hablamos de la importancia de apoyar el cine culturalmente, es esto. ¿Cuánto sabemos de Japón o EE UU a través del cine? Todo. Es una oportunidad también de exportarnos y darnos a conocer”, dice. Sus dos películas son pedazos de su historia personal a la vez que retratos de una España rural, interior, familiar y muy local que se ha encontrado en una sensibilidad universal y ha servido para poner en el mapa lugares “normalmente infravalorados como Alcarràs”. Son también un estilo de vida que ella reivindica y promociona desde la pantalla y, además, experimenta en su realidad personal cuando está a punto de dejar Barcelona para darle a su hijo ese entorno no urbano en el que ella creció. El viaje, el mundo, según Carla Simón será sostenible o no será. También el cinematográfico. —Irene Crespo

Lily Kwong siempre ha sentido una fuerte conexión con la naturaleza.Liza Voloshin

LILY KWONG

Durante su infancia en el norte de California, Lily Kwong sentía una fuerte conexión con la naturaleza. “Me crié a 10 minutos de la entrada principal del Monumento Nacional Muir Woods. Tenía de vecinos a los árboles más altos del mundo”. Sabiendo esto, no es de extrañar que la carrera de Kwong echara raíces en el mundo natural. Esta paisajista ha pasado los últimos 5 años transformando espacios públicos como el Vanderbilt Hall de la Terminal Grand Central de Nueva York y el mercado nocturno más bullicioso de Taipei en serenas obras de arte botánico, usando materiales como musgo vivo y flores rojas. Y, si bien sus creaciones parecen hechas para Instagram, Kwong se diferencia de otros integrantes de su gremio por lo que ella define como una absoluta devoción por la sostenibilidad y la conservación, dando prioridad al trabajo con plantas endémicas, como en sus últimos trabajos en los jardines que ha creado para JW Marriott en las propiedades de la marca en Desert Springs (California), Orlando y Nueva York. “Nos dicen que necesitamos crear un tipo de belleza concreta para los 365 días del año, pero eso no es natural”, dice. “La naturaleza tiene sus ritmos y sus ciclos. Tenemos que aprender de una vez a respetarlos e integrarnos en ese proceso, en lugar de forzar el paisaje a hacer lo que queramos, como hemos hecho hasta ahora”. Kwong ve la práctica generalizada de plantar vegetación exótica no nativa en el paisaje como un acto que “cambia negativamente los entornos y las comunidades” y “destruye ecosistemas”. Espera que otras marcas sigan el ejemplo de JW Marriott, para la cual tiene varios proyectos globales en cola, incluido un huerto culinario en Singapur. “La conciencia ecológica requiere preocuparse por un mundo más allá de los humanos, en el que respetemos y tomemos en consideración las plantas, los animales, los insectos y el resto de seres vivos”, explica. “Es más lento de planear, pero las recompensas son enormes”. —Lale Arikoglu

Deb Haaland es la primera secretaria nativa americana del consejo de ministros.Camila Falquez

DEB HAALAND

“Si vas a otro estado, otro país, otra ciudad, investiga el lugar. ¿Qué tribus vivían allí antes de la colonización? ¿Cuáles siguen allí?”. Esto es lo que defiende la secretaria del Interior Deb Haaland, que hizo historia en Estados Unidos al jurar su cargo en 2021. Como la primera secretaria nativa americana del consejo de ministros, su labor es supervisar 194 millones de hectáreas de terreno público, incluidos los 423 espacios gestionados por el Servicio de Parques Nacionales, que en 2021 atrajo casi 300 millones de visitas. Como mujer indígena cuya infancia transcurrió ayudando a sus abuelos con su campo de maíz y participando en las ceremonias culturales de su pueblo, la secretaria Haaland trae al cargo una perspectiva diferente de la de sus predecesores, que eran predominantemente hombres blancos. Su mensaje para los viajeros es claro: “Hay lugares que son sagrados para los nativos americanos, para las comunidades tribales. Esperamos que la gente los visite con respeto”. El fácil acceso a la naturaleza no es un privilegio que tengan todos los americanos, pero la secretaria espera poder cambiar esto. El verano pasado, Interior anunció una inversión de 192 millones de dólares para crear más parques y espacios recreativos al aire libre en áreas urbanas de todo el país (el refugio de vida salvaje en Detroit es una de sus últimas victorias). Haaland sabe de primera mano el poder que tiene el acceso a la tierra para todos los pueblos. “Tuve la suerte de poder llevar a mi madre al Parque Histórico Nacional Pecos de Nuevo México”, cuenta. “Pudimos llevarla en silla de ruedas por todo el lugar porque era accesible. Este país es de todos”. —Pauly Denetclaw

Aurora James, fundadora de Brother Vellies.Nina Westervelt

AURORA JAMES

Los viajeros estadounidenses negros gastaron más de 100.000 millones de dólares en viajes en 2019 y, sin embargo, la industria sigue pasándolos por alto. Pero Aurora James no piensa permitirlo: es la fundadora de la marca de moda Brother Vellies, famosa por su uso de diseños tradicionales africanos, así como por el “compromiso del 15%”, con el que pide a los minoristas que reserven al menos el 15% de su espacio a productos de negocios dirigidos por personas racializadas. El objetivo de James es la creación y el sostenimiento de los trabajos artesanales en África, un lugar que lleva en el corazón. A los 23 años viajó a Marruecos para recorrer el continente a lo mochilero e hizo algo que pocos viajeros harían: alquilar el coche de un desconocido que conoció en el aeropuerto. En su viaje quería mantener la mente abierta y no ser desconfiada, y ese es el espíritu de su trabajo a día de hoy. “Para mí, viajar, vivir y ocupar un espacio en el que no naciste es como ser agua”, explica. “Tienes que dejar que el entorno te pille por sorpresa y amoldarte en lugar de revolverte contra él”. Esta filosofía le ha permitido conocer a artesanos como los que trabajan con abalorios o los tejedores de Burkina Faso, que le explicaron que, a causa en gran parte de la ropa donada desde América y la expansión de las tendencias de moda occidentales, había descendido la demanda de su trabajo. Cuando lanzó Brother Vellies en 2013, se encargó de contar con estos mismos artesanos para su proyecto. La marca, muy comprometida con los valores de sostenibilidad, artesanía e impacto social, ha tenido un papel importante en la redefinición del lujo. Y esto es solo el principio: James también quiere hacer algo respecto a la falta de experiencias viajeras dirigidas a mujeres negras. “También me encantaría hacer un hotel Brother Vellies algún día”. —Nana Agyemang

Zandile Ndhlovu es la primera instructora de buceo libre negra de Sudáfrica

ZANDILE NDHLOVU

“Cuando conocí el océano, me sentí como si hubiese encontrado mi hogar”, recuerda Zandile Ndhlovu. “Como persona que nunca ha acabado de encajar, llegar a un lugar en el que no tengo que fingir ser quien no soy me dio una fuerza increíble”. Desde aquella trascendental primera inmersión en Bali en 2016, Ndhlovu, la primera instructora de buceo libre negra de Sudáfrica, se ha propuesto poner al alcance de cada vez más personas esa misma experiencia fascinante. No es tarea fácil, ya que solo un quince por ciento de la población del país sabe nadar, y la división racial es notable. “Al hablar de los espacios relacionados con el océano, buena parte de la comunidad negra lo asocia con actividades para gente blanca. Yo quería cambiar esta narrativa”. Mediante su fundación Black Mermaid, Ndhlovu, con su pelo azul y sus chapuzones diarios en el Atlántico, la viva imagen de una sirena del mundo real, está trabajando en formar y facilitar el acceso a las actividades acuáticas para cada vez más personas. Organiza excursiones de esnórquel para niños de los townships sudafricanos, muchos de los cuales jamás han estado bajo el agua, en las que les habla de la contaminación por plásticos, la sobrepesca, los hábitats marinos y las políticas de acción climática y conservación. También está creando sus “núcleos de esperanza” por todo el país, que espera expandir al continente entero. Son lugares de reunión seguros para niños, el primero de los cuales ya está funcionando en el township de Langa, en Ciudad del Cabo. “Muchos de los niños viven en condiciones extremas: violencia de género, drogas, pobreza…”, explica. “¿Cómo sería tener uno de estos núcleos de esperanza cerca, conectado con el océano pero presente en la comunidad?”.

Ndhlovu siempre se esfuerza por lograr más representación, tanto en el agua como fuera de ella. “Al recordar a estas comunidades que el océano también es su espacio, se convierten también en sus guardianes, defensores, voces implicadas en su protección”. Y todo esto empieza por mostrar a los niños las maravillas que hay bajo las olas, inspirando a una generación entera para que exploren libres y sin miedo. “A veces es difícil soñar las cosas que no vemos”. —Sarah Khan

Katalina Mayorga, CEO de El Camino Travel.Zineb Koutten

KATALINA MAYORGA

Cuando Katalina Mayorga, CEO de El Camino Travel, empezó a planificar excursiones con grupos pequeños en 2015, se dio cuenta de que había necesidades que compartían gran parte de las viajeras. “Muchas de estas mujeres estaban viviendo su primera experiencia inmersiva en un destino sin tener que preocuparse por la seguridad y la comodidad”, explica. Pero también le resultaba importante apartarse de los típicos recorridos turísticos llenos de guías con paraguas, y prefería colaborar con personas de la zona que vivieran en cada destino y estuviesen en contacto con su cultura, que pudiesen llevar a los grupos a los rincones secretos más inspiradores de cada lugar.

Las colaboraciones de Mayorga con emprendedores locales, como productores artesanos de textiles, artistas y diseñadores independientes, dueños de hoteles boutique y agricultores, están diseñadas para contribuir al desarrollo económico a largo plazo de los destinos con los que trabaja El Camino. Al mismo tiempo, promete experiencias que respetan la cultura tradicional y conectan con diferentes personas, algo que enlaza con la experiencia en cooperación internacional de Mayorga.

En estos ocho años de recorrido, El Camino ha llevado a sus grupos de 14 personas a lugares como Cuba o Tobago, además de a otros destinos más clásicos como Colombia, Japón y Marruecos.

La sensación de comunidad derivada de viajar en grupo es el motivo por el que Mayorga fundó El Camino Clubhouse durante la pandemia. Por 99$ al año, sus miembros pueden disfrutar de guías de viaje personalizadas, eventos virtuales y un foro en el que conversar con otras mujeres viajeras. Mayorga espera que cada vez más personas lleguen a sus destinos vacacionales con una actitud humilde y dispuestas a esforzarse por aprender sobre ellos, tanto antes como durante el viaje; El Camino es solo una de las muchas formas de hacerlo. Uno de los próximos objetivos del equipo es utilizar su plataforma de experiencias para ofrecer una mayor variedad de tours llevados por agencias de confianza en destinos no cubiertos por la propia empresa, con la vista puesta especialmente en Asia, África y Europa. “Empoderar a las mujeres para que viajen sin miedo y sin perderse parte de la experiencia por motivos de género es algo que está profundamente integrado en nuestra filosofía”, afirma Mayorga. —Shanika Hillocks

Abha Narain Lambah lleva más de 20 años restaurando piezas del pasado colectivo de India.Anand Wahane

ABHA NARAIN LAMBAH

El amor de Abha Narain Lambah por Bombay está impregnado en el mismo ladrillo de la ciudad: es lo que impulsa su labor de conservación de la herencia arquitectónica de India. Esta arquitecta de 52 años se labró una reputación a finales de los años 90 con su restauración de la histórica Dadabhai Naoroji Road, que transformó una caótica sucesión de carteles de neón y escaparates descuidados en un portal a la Bombay del siglo XIX y que le mereció el premio al mérito de los Premios Unesco Asia-Pacífico de 2004 para la Conservación del Patrimonio Cultural. Con esto, Lambah ha creado un libro blanco de la restauración que incluye a la comunidad en lugar de excluirla. “Hasta la última pieza de mobiliario urbano la han pagado los pequeños empresarios, residentes y corporaciones con oficinas o comercios en la calle”, cuenta. “Así desafiamos el concepto de conservación como algo elitista”. En colaboración con la Unesco, el gobierno de India, asociaciones público-privadas y el apoyo clamoroso de las comunidades locales, Lambah ha pasado más de 20 años restaurando piezas del pasado colectivo de India y poniendo el foco en sus múltiples yacimientos arqueológicos: por ejemplo, el templo Maitreya de Basgo, Ladakh, que data del siglo XV. “Me gustaría que las experiencias de viajes fueran más auténticas y estuvieran más ligadas a un lugar, sus sabores y su gente”, cuenta, “en lugar de crear una fachada que muestre una versión falsa de India”. Lambah suele mancharse las manos durante su trabajo, ya sea montando andamios o fortificando los cimientos junto a los constructores locales. Es esta experiencia de campo, junto a hallazgos fortuitos en archivos, viejas autobiografías y pinturas, lo que la empuja a viajar a los rincones más remotos del país, saltando de una época histórica a otra. “No nos damos cuenta de lo mucho que viajamos solo para ver un edificio”, reflexiona. “A pesar de Instagram, de la realidad aumentada y la realidad virtual, no hay nada tan bonito como hacerse al camino para ver un monumento y sentir de verdad sus piedras”. ¿Su próximo objetivo? La renovación del jardín mogol Shalimar Bagh de Cachemira y la conservación urbana del Laad Bazaar de Hyderabad. —Diya Kohli

Malin Fezehai busca mostrar un mundo en el que conviven lo bueno y lo malo.

MALIN FEZEHAI

Malin Fezehai contesta el teléfono desde su apartamento de Brooklyn “haciendo la maleta, como siempre”. Al día siguiente sale su vuelo hacia Java, la isla indonesia a la que se dirige para fotografiar a mujeres haciendo surf. Está llevando a cabo este proyecto en colaboración con la National Geographic Society, que la nombró una de sus Exploradoras de 2022. La fotógrafa suizoeritrea quedó fascinada por las surfistas de Senegal, a las que describió como “guerreras”, tras un reportaje que realizó para The New York Times Magazine sobre el panorama surfero de este país en 2016. En 2018, Fezehai empezó unas prácticas de un año en el periódico, durante el cual publicó fotografías como las de los refugiados en Israel, las de las niñas jamaicanas que estaban aprendiendo natación sincronizada, o las del pueblo de la India rural que atrajo un enorme volumen de turismo debido a su estética e higiene. También fotografió a los supervivientes de la violencia extremista del África subsahariana para el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo. El trabajo de Fezehai busca mostrar la complejidad de la experiencia humana: ha capturado imágenes de niños luchando por sobrevivir a una hambruna en Mogadishu, Somalia, y también de gente sonriendo en la playa en la misma ciudad. Sus fotos captan una profundidad y variedad que mucha gente no tiene oportunidad de mostrar al mundo, en especial la que vive en países en vías de desarrollo, a quienes se suele representar en situaciones de desesperanza y pobreza estereotípicas. “Creo que mucha gente se obceca con la idea de mostrar una visión positiva de un lugar o, por el contrario, de mostrar lo más negativo”, cuenta. “Soy de la opinión de que, si vivimos en un mundo en el que conviven lo bueno y lo malo, e  igual de importante mostrar ambas cosas.” —T.M.

Nemonte Nenquimo, líder de la comunidad Waorani en la Amazonia.

NEMONTE NENQUIMO

Cuando Nemonte Nenquimo, líder de la comunidad Waorani en la Amazonia, marchó por las calles de Quito en 2019, momentos antes de una histórica victoria legal contra el gobierno ecuatoriano y la industria petrolera, encontró el coraje necesario a través de sus valientes mujeres pikenanis —ancianas sabias— quienes caminaban y cantaban junto a ella. “Las mujeres indígenas deben estar viajando en los espacios donde toman decisión,” dice Nenquimo, cofundadora de la Alianza Ceibo, manejada por los pueblos indígenas, y de su organización hermana, Amazon Frontlines. Ella quiere ver que las mujeres indígenas sean incluidas regularmente en las discusiones y la toma de decisiones sobre el cambio climático. “Las mujeres indígenas y todas las mujeres del mundo necesitamos alzar la voz y que respeten nuestras voces.” Esa victoria histórica, encabezada por Nenquimo, protege medio millón de acres de selva tropical biodiversa que su comunidad llama hogar, un ecosistema crucial que estabiliza el clima de nuestro planeta al regular los ciclos del agua y el carbono a nivel regional y mundial, y sienta un precedente legal; que los derechos de autodeterminación de las naciones indígenas deben ser respetados. “Nosotros como pueblos indígenas sabemos que este espacio, este bosque, esta tierra, está dando vida al mundo,” dice Nenquimo.

Antes de esa victoria que hizo titulares de primera plana, Nenquimo ha pasado más de una década organizando su comunidad y creando alianzas con tribus vecinas para proteger sus territorios a través de una astuta combinación de conocimientos ancestrales indígenas; un programa de mapeo del territorio; y tecnología moderna como campañas en los medios, capacitación de jóvenes indígenas en fotografía y videografía, y colocación de cámaras trampa para documentar a los invasores. Nenquimo también alienta a los viajeros a conocer la belleza de la amazonía, apoyar directamente a las comunidades de primera línea—los guardianes de la selva tropical—y aprender sobre su forma de vida. “La gente del mundo que ama la naturaleza tiene que venir,” dice ella. “Los viajeros vienen de otro mundo con otro conocimiento. Los pueblos indígenas, como los Waorani, tienen muchas cosas que enseñar.” El trabajo de Nenquimo tiene un mensaje globalmente resonante: escuchar y empoderar a las comunidades indígenas, que viven en armonía con la naturaleza y más cercanos a la tierra, es una de las mejores formas de ser cuidadores conscientes de la tierra y proteger los lugares que podremos tener la gran suerte de visitar. —Katherine Gallardo

Clémentine Larroumet prioriza lo artesanal en sus diseños.Benoit Linero 

CLÉMENTINE LARROUMET

“La hospitalidad, el acto de lograr que la gente se sienta bienvenida en un lugar, ya sea un hogar o un hotel, debería basarse en la simplicidad, la generosidad y la elegancia”, afirma la diseñadora Clémentine Larroumet. Con su sensibilidad parisina que engloba un sentido artístico clásico, una estética utilitaria y una sofisticación atemporal, Larroumet cofundó el estudio de diseño y branding Saint-Lazare en 2021 con su amigo de la infancia Antoine Ricardou. Ya han trabajado con un buen número de hoteles icónicos: Hôtel Les Roches Rouges, en la Riviera Francesa; Les Sources de Cheverny, un elegante palacete en el valle del Loira; Le Barn, un alojamiento con aire pastoral a las afueras de París, y la firma de lujo NoMad. Han dado vida a cada uno de estos espacios mediante un diseño narrativo, un enfoque único de la hospitalidad en el que se mezcla la dirección artística con el lenguaje de marca, la arquitectura y, más recientemente, el diseño interior y de producto.

Lo que diferencia a Larroumet es su minuciosa atención al detalle: “Cada paso de nuestros procesos toma como base la historia, el entorno y la comunidad que rodean al proyecto”. Cada elemento que incorporan al diseño de un hotel, desde los detalles impresos en los elegantes posavasos, fosforeros y libretas hasta el arte vintage, los murales por encargo y los muebles a medida, se gana su lugar en la sala. “Priorizamos la sencillez y el buen diseño, aquel que elimina lo superfluo”, explica. Larroumet y Ricardou llevan desde hace dos décadas un estudio de diseño multidisciplinar que solía llamarse Be-Poles, pero fue su nuevo espacio, un edificio estilo Haussmann del siglo XIX en Rue Saint-Lazare, lo que les llevó a centrarse de nuevo en la artesanía con métodos tradicionales y materias primas de calidad. “Nuestro lugar de trabajo encarna el momento en el que nos encontramos, tanto en lo profesional como en lo personal”, cuenta Larroumet. “Con el taller, el horno y la prensa calcográfica, este lugar es nuestro laboratorio de las ideas”.Christine Chitnis

Sophie Morgan es una de las pocas presentadoras de programas de viajes que va en silla de ruedas.

SOPHIE MORGAN

Carreras en moto de nieve por el círculo polar ártico, actividades con caballos en los montes Cairngorms escoceses y rutas en camello por el desierto de Marruecos: Sophie Morgan se las arregla para participar en toda suerte de actividades que no tienen fama de ser precisamente accesibles. Es una de las pocas presentadoras de programas de viajes que va en silla de ruedas y, con la visibilidad que le da su programa Living Wild: How to Change Your Life, un auténtico éxito en Reino Unido, aboga por el derecho de todas las personas discapacitadas a acceder a experiencias en igualdad de condiciones.

El viaje siempre ha sido una de las grandes pasiones de Morgan, pero hace dos décadas que un accidente de coche cambió su vida de forma drástica, y muchas de sus opciones de experiencias y destinos se evaporaron cuando empezó a necesitar la silla de ruedas de forma permanente. Pero, dado que una sexta parte de la población mundial tiene algún tipo de discapacidad mental o física, esta falta de accesibilidad tiene como resultado un sector del mercado ampliamente desaprovechado.

“Estamos en un punto de inflexión y necesitamos entender la incorporación de servicios inclusivos no como una molestia, sino como una oportunidad”, afirma Morgan. Ya estamos viendo ese cambio, aunque aún sea muy gradual: American Airlines ha establecido como política llamar a cada pasajero que solicite asistencia al hacer su reserva; Airbnb tiene una nueva categoría de propiedades adaptadas, opciones accesibles que están abriendo sus puertas por todo el mundo, desde casas árbol en Brasil hasta chalets minimalistas en remotas regiones canadienses. El resort de lujo Amilla, en Maldivas, muestra que hasta una experiencia en una recóndita isla privada puede ser compatible con la accesibilidad gracias a sus sillas de ruedas de playa, sus piscinas adaptadas, los cuestionarios que envían a los huéspedes antes de su llegada y mucho más. “Si el diseño tiene a todo el mundo en cuenta, todo el mundo se beneficia”. —Juliet Kinsman

Monisha Rajesh es una apasionada de los viajes en tren.Marc Sethi

MONISHA RAJESH

La magia de los viajes en tren no es en absoluto novedad: Paul Theroux ya habló de ellos en sus novelas El gran bazar del ferrocarrilEl viejo expreso de la PatagoniaRick Steves ha escrito innumerables artículos con consejos para aprovechar al máximo este medio de transporte, rutas y trenes nocturnos, y ahora el ferrocarril también ha llegado a TikTok de la mano del amante de los trenes Francis Bourgeois. Pero la reportera británica Monisha Rajesh no terminaba de encontrar las historias que quería leer ni se identificaba con ninguna de ellas. “Uno de los motivos por los que quería escribir mi libro es porque nunca había leído nada del estilo con lo que me identificara, que me inspirara”, cuenta. “No paraba de pensar que no encontraba a ninguna mujer que hubiera escrito sobre ello y que seguro que la experiencia era muy diferente”.

Rajesh ha escrito tres libros desde aquel momento: Un viaje por India en 80 trenes (2012), La vuelta al mundo en 80 trenes: una aventura de más de 70.000 kilómetros (2019) y Viajes épicos en tren: la guía de las mejores rutas de ferrocarril del mundo (2021). Sus viajes la han llevado por todo el mundo, desde los Alpes a bordo del Bernina Express hasta el tren Qinghai-Tibet, con parada en lugares como Sri Lanka, Corea del Norte y Rusia. Pero son los viajes por India los que la han marcado más, no solo por su belleza, sino porque han sido una forma de profundizar su relación con el país natal de su familia, un lugar que desde hace tiempo se cuenta a través de la mirada de hombres blancos occidentales. “Mucha gente india tiene un sentido muy fuerte de orgullo nacional”, explica. “Les encantaba que yo, como persona de clara ascendencia india, hubiera vuelto a mis orígenes con auténtico interés por conocer y descubrir el país”.

Rajesh subraya que la actual crisis climática la ha “acercado aún más a los viajes en tren”, y espera que sus libros animen a aún más gente a explorar modos de viaje más sostenibles. Pero hay algo más que la mantiene unida a este medio de transporte tras una década de aventuras: “Me encantan”, confiesa. “Al final es así de sencillo: me gusta muchísimo viajar en tren”. —L.A.

La entrevista completa con Monisha Rajesh se puede escuchar en inglés en el podcast Women Who Travel.

Traducido y adaptado por Eva Duncan y Virginia Buedo.

Han participado

Coordinación: Lale Arikoglu
Editoras: Megan Spurrell y Rebecca Misner
Co-editoras: Marisa Carroll y Joyce Rubin
Producción: Anna Gladwin y Alexandra Sanidad
Edición gráfica: Andrea Edelman y Pallavi Kumar
Coordinación de redes sociales: Mercedes Bleth
Redes sociales: Kayla Brock, Lidia Gonzalez, Anukriti Malik y Olivia Morelli
Desarrollo de audiencia: Lara Kramer y Erin Paterson
Agradecimientos: Sarah Allard, Erin Florio, Clara Laguna, Jessica Rach y Salil Deshpande

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