Viajar en temporada baja: la mejor manera de ayudar a las comunidades locales

Aventurarse a viajar fuera de temporada puede tener un efecto muy positivo en las comunidades locales: les ayuda a mantenerse económicamente cuando más falta hace.
people sitting at tables while on safari. game reserve. jeep. landscape
Jodee Debes/Cottars Safaris

La estacionalidad es el punto central del problema de la precariedad laboral en el sector turístico; un problema que afecta a todos los rincones del mundo, desde Asia hasta África, pasando por toda Europa y América. En cuanto termina la temporada alta, muchos centros turísticos despiden a la mayoría de sus trabajadores o, en el caso de los más afortunados, tramitan para sus mal llamados empleados largos meses de excedencia sin sueldo. 

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LA ESTACIONALIDAD DAÑA A LAS COMUNIDADES LOCALES

En África, donde un único salario puede mantener a familia numerosa, los safaris son un claro ejemplo de desigualdad económica. Si le preguntamos a alguien qué le parecería cobrar su sueldo solo unos pocos meses al año, es fácil imaginar cuál sería la respuesta.

"Si se alargara la temporada de safaris, también se alargaría el tiempo que estas personas están cobrando", dice el copropietario de Aardvark Safaris, Richard Smith. "Los campamentos con los que trabajamos mantienen a las comunidades locales, empoderan a las mujeres y financian la educación y las clínicas médicas. La red de cada lodge es inmensa, por lo que es fundamental animar a los huéspedes a viajar fuera de las épocas de máxima afluencia".

Aardvark Safaris.

Valorie Darling/Cottars Safaris

Interior de un lodge de Aardvark Safaris.

Cottars Safaris

En Kenia y Tanzania, la temporada seca es la más lucrativa: de junio a octubre y de diciembre a marzo, el clima se considera más propicio para la observación de animales a cielo abierto. Botsuana tiene más ocupación, por lo general, en septiembre y octubre, cuando suele hacer un calor insoportable. Los operadores y agentes suelen animar a los viajeros a dirigirse al sur de África pasadas las lluvias de abril, ya que el reverdecido mes de mayo ofrece a los clientes mejores ofertas y fotografías más impactantes.

Sin embargo, cuando el turismo está en horas bajas, estamos mucho más dispuestos a jugárnosla, por ejemplo, en noviembre. ¿Qué son unos cuantos chaparrones cuando lo comparas con la atención y el compromiso de unos guías muy agradecidos?

CUIDAR A LOS QUE NOS CUIDAN

Viajar en temporada baja tiene muchas ventajas. Teniendo en cuenta que una de cada diez personas trabaja para la industria del turismo en todo el mundo, según el Consejo Mundial de Viajes y Turismo, evitar la temporada alta puede favorecer inmensamente al mantenimiento de las comunidades locales. Los cierres al final de cada temporada provocan inestabilidad y desempleo. 

Las marcas de hostelería que cuidan de sus equipos durante todo el año también deberían verse valoradas por su importancia en los destinos turísticos estacionales. Es en estos periodos de inactividad en los que los hoteles supuestamente ecológicos muestran su verdadero compromiso con la sostenibilidad socioeconómica.

Cóctel especialidad del resort Isla Palenque.

Mike Dell/Cayuga Collection

Vista de la playa del resort Isla Palenque.

Mike Dell/Cayuga Collection

Más allá de los paneles solares instalados o las certificaciones de construcción sostenible que puedan haber obtenido, si un hotel está situado en un lugar con una temporada turística pronunciada, sus méritos ecológicos vendrán dados por cómo cuida a su personal cuando no hay clientes. 

Durante más de dos décadas, los hoteles gestionados por Cayuga Collection en Costa Rica, Nicaragua y Panamá han aprovechado los periodos de temporada baja para formar a su personal, con lo que los mantienen en su puesto de trabajo e invierten activamente en capital humano. Cuando no hay huéspedes, el personal de Cayuga se dedica al mantenimiento del recinto. Que todos colaboren en las tareas de lijado, barnizado y reparación crea un vínculo entre los trabajadores que enriquece la calidad de su servicio cuando los hoteles vuelven a funcionar.

En ese mismo espíritu de impacto positivo se crean los ejercicios de fidelización de huéspedes. "Cuando nuestros alojamientos ecológicos de lujo, como Kura Design Villas en Uvita o Jicaro Island Lodge en el lago de Nicaragua, están cerrados, invitamos al personal a alojarse en las suites con sus familias", cuenta el director general de Cayuga, Hans Pfister. "Así nos ponemos en la piel de los huéspedes y descubrimos qué es lo que hace que una estancia en Cayuga sea especial, se agudizan los instintos a la hora de proveer el servicio y se garantiza una mejor retención del personal".

Camarero en Lily of the Valley.

Lily of the Valley

Piscina en Lily of the Valley.

Lily of the Valley

En Saint-Tropez, el retiro de salud Lily of the Valley, cuyos directores son padre e hija, es el único alojamiento de la ciudad que está abierto todo el año. Este centro de bienestar para la pérdida de peso abrió justo antes de la pandemia: mantuvo a todo el mundo en nómina durante los confinamientos, con lo que se mostró el efecto dominó de operar todo el año en un destino estrictamente estacional. 

Así, los cien empleados que se quedaron in situ compraron alimentos en la zona y esto ayudó a los bares y restaurantes, que de otro modo no habrían tenido clientes. Es lo habitual en esta región que los trabajadores tengan que alternar entre el invierno en Courchevel y el verano en la Costa Azul para mantener su empleo.

La estacionalidad es, por definición, el momento en el que un destino es más popular, normalmente debido a la promesa de un clima de postal o a eventos notables programados. A pesar del peligro de un clima menos predecible o propicio, unos itinerarios cada vez más imaginativos incitan a viajar en temporada baja. 

Si los viajeros eligen hoteles que realmente cuidan de quienes cuidan de los huéspedes, sus viajes adquirirán otro significado, no solo para ellos, sino también para el lugar que visitan. Así que la próxima vez que viajes investiga y plantéate el impacto que tus decisiones pueden tener para los empleados del sector turístico, esos que se dejan la piel para que vivas la mejor de las experiencias.

Este artículo fue publicado en enero de 2022 en la edición internacional de Condé Nast Traveler.

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