París dulce más allá del macaron

Dos pastelerías parisinas donde reinventarse

Tan ligeros que parece imposible

La Meringaie

Hacía muchos años que no me paraba delante de un escaparate y me quedaba prácticamente hipnotizada por lo que veía. En domingo, uno de los mejores planes en el centro de París es dar un paseo sosegado por el coqueto Parc Monceau y después acercarse andando a comprar pasteles y alguna tarta al afamado ** Aux Merveilleux de Fred ** de la rue Saint Charles, o a la nueva propuesta pastelera, ** La Meringaie **, en la rue de Lèvis.

Parc Monceau

Corbis

En ambas, los movimientos suaves y acompasados de varios maestros pasteleros - que muestran sus habilidades frente al público tras un cristal - dejan a los viandantes embelesados, con un zapato suspendido en el aire, congelados entre dos pasos.

Frédécric Vaucamp y Christophe Felder son dos diseñadores de dulces que aportan nuevos procesos y formatos a la pastelería tradicional, con el objetivo clásico de la búsqueda de lo exquisito.

LAS MARAVILLAS DE FRED

El nombre de los dulces lo dice todo, no hay nada más que añadir: “L´Incroyable”, “L´impensable”, “Le Magnifique”, “Le Merveilleus” … Denominaciones superlativas para pasteles pequeños y tartas grandes, muy ligeras y suntuosas.

Los merveilleuses llevan el apodo que se les daba a las mujeres más bellas de Francia tras la revolución de finales del XVIII. Capas de merengue con crema batida y coberturas de chocolate rallado, caramelo, café o nueces.

Fred trabajando en sus maravillas

Aux Merveilleux de Fred

Los cramiques son panecillos estilo brioche con azúcar, chocolate, pasas o canela. Se pueden rellenar con crema dulce, usar para hacer sándwiches salados o degustar solos o con un buen té caliente.

Frédécric Vaucamp comenzó a trabajar en una pastelería con tan solo 14 años. El 1985 abrió el primer Aux Merveilleux de Fred, un proyecto repostero que se ha expandido por varias ciudades, la última, Nueva York.

Ligeras, casi de cuento

Aux Merveilleux de Fred

**LA LIGEREZA IMPOSIBLE DE LA MERINGAIE **

Christophe Felder descubrió los secretos de la pastelería con su padre, que fue panadero y repostero. Con los años él mismo se convirtió en chef y en autor de varios libros -verdaderos best sellers de la cocina francesa- como Chocolat, Sugar free o Pâtisserie! . Además, fue el responsable de la repostería del afamado Hôtel Crillon de la plaza de la Concordia parisina.

Un escaparate para comérselo

La Meringaie

Uno de sus últimos proyectos es La Meringaie , un local blanco y minimalista que transmite la modernidad de un laboratorio. Situado en la rue de Lèvis, cada movimiento de los pasteleros puede espiarse desde la calle, a través del cristal. Tienen la consigna de huir de la rutina, por lo que cada semana se puede encontrar una creación totalmente nueva que destaque sobre las demás.

El cliente puede transformar cada pequeña delicia: el excepcional merengue adquiere los perfumes y las esencias de las frutas que tú decidas, y será cubierto del modo que tu elijas. Al probarlo serás consciente de los que significa el término “ligereza”.

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