Alexa Chung y las bailarinas de Miu Miu sin las que no puede vivir

Las bailarinas de Miu Miu, el fichaje estrella de Alexa Chung

No hay duda de que las bailarinas están de moda, pero Alexa Chung es una fan incondicional: "Llevo décadas calzando bailarinas", dice a Vogue, "Creo que elegir algo que te pongas a diario y con lo que te sientas mejor e invertir en una versión bien diseñada y confeccionada es un lujo razonable".

¿Un ejemplo? Sus bailarinas Miu Miu, que también son las favoritas de las editoras de Vogue: "Las llevo varias veces a la semana", dice Chung, que compartió varias fotos de sí misma llevándolas durante una visita a The Newt en Somerset este mes, "Hace poco me mudé para renovar mi casa y sólo me llevé un puñado de cosas. Estas bailarinas combinan con todo lo que tengo en el armario, excepto quizá con una falda lápiz".

Otras inversiones seguras en su armario son un bolso Mulberry Roxanne de los años 80, que Chung redescubrió recientemente con una correa de guitarra personalizada, y sus fieles vaqueros Levi's 517 que compró en Nueva York. "Todo el mundo me pregunta de dónde los he sacado y me los pongo tanto que tengo que obligarme a ponerme otra cosa", continúa, "son vaqueros de pijama".

Por supuesto, Chung ha proporcionado mucha inspiración de estilo desde que apareció por primera vez en nuestras pantallas como presentadora del programa Popworld del Canal 4 de televisión. En muchos aspectos, su guardarropa no ha cambiado mucho desde entonces, con tops de rayas marineras, petos y, sí, bailarinas, como pilares fundamentales: "Creo que lo fundamental sigue siendo el equilibrio entre los estilos masculino y femenino", afirma.

Sin embargo, Chung es más propensa a jugar con siluetas diferentes, quizá un reflejo de la confianza que ha ido ganando con el tiempo: "A medida que envejezco y la moda evoluciona, prefiero las siluetas oversize o, por el contrario, las prendas muy ajustadas, cortas o transparentes", explica. "Cuando era más joven no quería vestirme de forma abiertamente sexy porque me parecía predecible, aburrido o una forma de doblegarse ante las convenciones. Ahora me da igual, sólo quiero sentirme sexy".

¿Qué se siente al ser una musa del estilo para tantos, casi dos décadas después? "Se siente muy bien", responde Chung. "Antes rechazaba el término musa porque pensaba que desmerecía cualquier cosa en la que realmente trabajara duro, como la televisión o la escritura, pero ahora me lo tomo como un cumplido encantador. La ropa es poderosa".

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