La mascarilla limpiadora de los 2 minutos (con 40 años de historia)
Todo sucedió en la cabina de Maria Galland, recientemente inaugurada en el espacio multimarca WOW Concept, cuando probaba un tratamiento de hidratación de la icónica firma francesa. El olor (limpio pero a golosina) de uno de los productos limpiadores que usaban en mi piel (y la sensación de frescura que aportaba) me hizo despertar del letargo en el que suelo imbuirme cuando me hacen un facial y preguntar por el nombre de ese cosmético que quería incorporar a mi rutina facial por todas las sensaciones buenas que me estaba provocando (al fin y al cabo, el olor y las texturas forman parte de esa sensorialidad tan necesaria para ser constante con las rutinas cosméticas). “Es la mascarilla Nº2, una mascarilla de limpieza que yo uso cada mañana. Me la pongo antes de entrar a la ducha, la dejo actuar durante uno o dos minutos mientras me lavo los dientes y me la retiro bajo el agua. Te deja la piel limpia y preparada para la rutina de la mañana”, me explicaba la facialista Katherine Murcia descubriéndome un mundo de posibilidades.
Hablemos de un producto icónico de Elizabeth Arden y de por qué es un cosmético imprescindible para cumplir las reglas de los dermatólogos y practicar el minimalismo cosmético
La limpieza matutina no es igual que la nocturna
Porque la limpieza de la piel por la mañana es uno de esos temas de belleza que genera dudas varias, por aquello de si es necesario o no hacerse una doble limpieza tras dormir. Y la respuesta de todos los expertos con los que he hablado suele ser siempre la misma: no es necesario hacerse una limpieza tan exhaustiva porque se podría alterar la barrera cutánea. Con hacer una suave que retire el sudor, la grasa y las impurezas que se acumulan por la noche, valdría. Y eso es precisamente lo que hace esta crema limpiadora a base de caolín, extracto de hiedra y fresa y vitamina B6.
Llegados a este punto, conviene recordar la necesidad de no saltarse el lavado de piel matutino, pero sí de adaptarlo a las necesidades de la piel a primera hora del día. Y eso implica usar cosméticos suaves, pero no conformarse con el agua de la ducha. “Me parece un error no lavarse la cara por la mañana; es importante hacerlo. Por un lado, por la noche se renuevan las células y necesitamos que la piel esté limpia para que se absorban bien los productos que vamos a aplicarnos en la rutina de mañana. Y por otro lado, al lavarnos la cara nos aseguramos de que se eliminen los que nos pusimos la noche anterior, sobre todo los ácidos como el retinol, sobre el que no debe darnos el sol”, nos explicó hace tiempo la dermatóloga Paloma Borregón.
El modo de uso de un producto con mucha historia
Desde la casa francesa nos confirman que este producto es un básico para todas las facialistas de su equipo y un bestseller en Francia. Además, fue uno de los primeros productos que creó Maria Galland, concretamente en 1969, convirtiéndose desde ese momento y hasta ahora en uno de sus productos más icónicos. Y una curiosidad, lo de llamarla Nº2 tiene una moraleja emocional ya la propia Galland “decidió no poner a ningún producto el Nº1 “porque Nº1 somos todas y cada una de nosotras, nuestra belleza única y personal. A esta mascarilla la llamó Nº 2 porque representa el comienzo de la rutina diaria, la mascarilla de limpieza de día con la que empezar a cuidar la piel en tu día a día”, explican desde la marca. Respecto al modo de uso, basta con aplicar una fina capa (también en cuello y escote), dejar actuar entre 1 y 3 minutos y aclarar con agua. Y si te levantas con los ojos hinchados, se puede usar en el contorno para deshincharlos. No se le puede pedir más.
