Anant Ambani y Radhika Merchant celebran su última boda en Bombay
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Anant Ambani y Radhika Merchant celebran su última boda en Bombay

Luis Monteiro

Desde trajes a medida hasta joyas de incalculable valor: una mirada sin precedentes a la boda del hijo del hombre más rico de la India

Las nupcias comenzaron el 5 de julio con un sangeet, un acto previo a la boda en el que la novia, el novio y sus familias bailan coreografías en el escenario para simbolizar su inminente unión. Radhika lució un traje de cristales de Abu Jani Sandeep Khosla –"Quería causar una impresión imborrable", dice la novia. Anant también optó por un look de Khosla, rematado con botones de rubíes y diamantes de Kantilal Chhotalal.

En el pecho, el novio llevaba un broche de guepardo, un guiño a su refugio de rescate de animales de 1.200 hectáreas, Vantara, situado en Gujarat. Isha, por su parte, lució un sari de Schiaparelli hecho a medida, el primero que confecciona la casa francesa de alta costura.

Cuando fue entrando la noche –y Justin Bieber subía al escenario para dar un concierto privado–, Radhika se puso un sari de cota de malla de Manish Malhotra. "Llevaba un corsé que le daba un toque moderno", explica Radhika. "Aunque pesaba bastante, todo mereció la pena".

En los días siguientes, la pareja celebró varias poojas (oraciones ceremoniales) y una ceremonia mehendi, en la que la novia y sus invitados se pintan las manos y los pies con henna. El 11 de julio celebraron el haldi, una tradición auspiciosa en la que los futuros esposos se cubren de pasta de cúrcuma para llamar a la prosperidad. Radhika llevaba pantalones sherara de Anamika Khanna y una dupatta (o estola) de flores. "El ambiente rebosó alegría y un poco de caos", dice Radhika. "Nuestro haldi es mi recuerdo más preciado".

El 12 de julio fue el baraat, o procesión nupcial del novio. Al llegar a la Jio World Convention, hubo actuaciones musicales y el recibimiento de cientos de bailarines mientras Anant llegaba a caballo. "Fue algo indescriptible. Nunca había visto nada igual", dice sobre el baraat el diseñador Prabal Gurung, uno de los más de 2.000 invitados que asistieron junto a Tony Blair, Nick Jonas y Priyanka Chopra: “Toda la sala estaba llena de flores y de famosos de Bollywood”. Dichas flores corrieron a cargo del organizador de eventos Preston Bailey, que hizo más de 60 esculturas de animales con flores autóctonas de la India, entre las que había monos, elefantes y tigres. Necesitó más de 100.000 flores para cada una. "Fueron muchas noches sin dormir", nos cuenta Bailey, que llegó a Bombay hace tres semanas para poder realizarlo a tiempo. Durante toda la velada, la gente hizo cola para hacerse fotos delante de las instalaciones.

Tras un breve descanso, llegó el momento de la boda. La ceremonia hindú empezó con el tradicional jaimala, en el que Anant y Radhika intercambiaron guirnaldas que simbolizaban la aceptación mutua. Siguió el kanyadaan, o momento oficial en el que los padres de Radhika daban a Anant su bendición para casarse con su hija. Luego vino la phera, o ceremonia nupcial propiamente dicha, en la que los novios dan vueltas alrededor de un fuego ritual. Radhika describe el acto como "sombrío pero hechizante".

"Cada voto encierra promesas de amor, fidelidad, prosperidad y respeto mutuo, para crear los cimientos de nuestra vida matrimonial", dice. Después vinieron las ceremonias sindoor daan y mangalsutra, en las que Anant puso bermellón en el pelo de Radhika y le colocó el mangalsutra, o collar sagrado, alrededor del cuello. "Esto sería como el intercambio de anillos en una boda occidental", explica Radhika. "La ceremonia concluye con el aashirwad, en el que pedimos las bendiciones de nuestros mayores, garantizándonos sus buenos deseos para nuestro futuro".

Para este momento sagrado, Radhika lució un look de alta costura único de Abu Jani y Sandeep Khosla en rojo y blanco, en honor al panetar, traje tradicional gujarati. La ghagra (falda) iba adornada con intrincados motivos florales, piedras preciosas y lentejuelas. En la cabeza llevaba un velo de dos metros con un delicado brocado jaali. ("Mi velo era una auténtica maravilla del Zardozi", dice Radhika, usando el término que designa el bordado con hilos de oro).

Retrato de boda de Anant Ambani y Radhika Merchant.

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Al cuello, llevaba un ranihaar, o collar nupcial, con profusión de esmeraldas. Radhika reveló a Vogue que la pieza es una reliquia familiar: "Llevé el mismo collar que mi hermana y mis tías en sus bodas, y creo sinceramente que me dio una fuerza y una bendición especial", afirma. El novio, por su parte, llevaba un traje de Abu Jani Sandeep Khosla.

A continuación, llegó el momento del bidaai –o ceremonia de despedida de la novia, cuando abandona el hogar familiar para trasladarse a su hogar conyugal–: "Se considera un momento agridulce y sentimental que marca el comienzo de la nueva vida de la novia como esposa y el final de su papel como hija", explica Radhika. Se puso una lehenga roja y dorada de Manish Malhotra con una blusa del archivo de la casa india de más de 100 años de antigüedad. La novia también cuenta que su ajuar llevaba toda una vida preparándose: "Hay looks, de vestidos y joyas, que he planeado con mi madre y mi hermana desde que era pequeña; no he prestado mucha atención a las tendencias", dice.

El sábado, los Ambani celebraron una pooja (ofrenda) a la diosa Saraswati: "Para ese día llevé mi estilismo favorito de toda la boda: una ghagra pintada por una de mis artistas favoritas, Jayshree Burman, en colaboración con Abu Jani y Sandeep Khosla", cuenta Radhika. ""Burman pintó un mundo elaboradísimo en mi ghagra, con Lakshmi y Vishnu en el centro". La ceremonia religiosa también atrajo la atención de la prensa internacional: el primer ministro de la India, Narendra Modi, también asistió.

El domingo se celebró el Mangal Utsav: la recepción nupcial de la pareja, a la que asistieron más de 14.000 personas. Radhika lució un corsé de filigrana dorada de Dolce & Gabbana y un sari de Anamika Khanna para el evento final de su fin de semana de celebraciones.

Ahora que todo ha terminado, Radhika dice tener una "abrumadora sensación de plenitud".

"Hemos sido amigos y confidentes el uno del otro durante mucho tiempo, y ahora por fin nos embarcamos oficialmente en nuestra vida de pareja casada", dice sobre su matrimonio con Anant. "Estoy impaciente por ver lo que nos depara nuestra vida en común".

Este artículo se publicó originalmente en Vogue.com