Cuatro días después, la polémica no cesa en torno a la ceremonia de inauguración de los Juegos Olímpicos de París 2024, que incluyó a drag queens y fue denunciada por el presidente turco Recep Tayyip Erdogan como un ataque al cristianismo y calificada de “vergonzosa” por el expresidente estadounidense Donald Trump.
Tengo una mentalidad muy abierta, pero me parece que lo que hicieron fue vergonzoso.
Donald Trump.
La reivindicación de la cultura LGBTIQ+, la participación de drag queens y una posible alusión a la última cena cristiana ha desatado diferentes reacciones en las redes sociales, especialmente, en sectores conservadores de todo el mundo.
En el centro de la polémica, está la actuación del cantante francés Philippe Katerine, el cual se presentó desnudo excepto con un taparrabos, el cuerpo pintado de azul y con un ramillete de flores en la cabeza, delante de una alargada mesa que podría recordar a la última cena de Jesucristo y sus apóstoles.
El cantante Philippe Katerine aseguró que ese hombre que alababa la desnudez mientras cantaba era una alusión al dios Baco, una de las divinidades del Olimpo griego. El francés se declaró “estupefacto” por la polémica y pidió perdón "si he podido ofender a alguien".
Otra de las polémicas es que la joven que presidía el cuadro escénico de la cena, con una gran diadema dorada en la cabeza, es la pinchadiscos francesa Barbara Butch, una militante feminista y lesbiana que presentó una denuncia por ciberacoso, amenazas de muerte e injurias públicas.
Fuente: AFP.