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¿Son críticos errores mentales de Patriots una señal de que Bill Belichick está cerca de su final como coach en la NFL?

Luego de 28 años como entrenador en jefe y prácticamente seis décadas de trabajar en la NFL, es obvio que la carrera de Bill Belichick está cerca de terminar, pero algunas decisiones que el entrenador en jefe de los New England Patriots ha tomado en 2022 y varios errores que sus jugadores han cometido, quizá indiquen que el final esté más cerca de lo que se cree.

El mantra “Do Your Job” (Haz Tu Trabajo) con el que Belichick llevó a los Patriots a convertirse en la última gran dinastía de la NFL es un mensaje que ya no parece impactar como lo hacía en la mente de la actual generación de jugadores de los Patriots.

La incomprensible última jugada con la que los Patriots cayeron ante Las Vegas Raiders luego de que Jakobi Meyers lanzó un pase lateral retrasado hacia Mac Jones, pero que el ala defensivo Chandler Jones atrapó para enfilarse a la zona final y sentenciar el triunfo de los de negro y plata, sólo es la muestra más evidente de que la fórmula de Belichick para preparar a sus jugadores parece desgastada.

Hace cinco, 10, 15 o 20 años, en una situación similar, en un juego con el marcador empatado, con el reloj en ceros y sin posibilidad de hacer más, el jugador de los Patriots que tuviera el ovoide, con seguridad, se hubiera tirado al piso para dar paso al tiempo extra y así, darle a New England la oportunidad de tener un resultado favorable.

Atención al detalle, lo que antes era una fortaleza de los Patriots, es justo lo que Rhamondre Stevenson no hizo en Las Vegas, cuando, en vez de salir del campo o tirarse al piso ya sin posibilidad de avanzar más, desató el caos al dar el pase lateral a Meyers.

Sin embargo, en ese mismo juego, los Patriots cometieron errores mentales básicos que no son característicos de un equipo de Belichick, al menos no hasta 2022, como el que Jones iniciara una jugada sin que uno de sus receptores tuviera tiempo de establecer su posición en la línea de scrimmage en la yarda 1 de los Raiders, lo que provocó un castigo que hizo que New England tuviera que conformarse con un gol de campo, o que en formación de patada de despeje, un jugador de los Patriots volteara hacia el pateador justo al inicio de la jugada y dejara pasar al elemento de Las Vegas que bloqueó la patada.

En la época en la que disputaron nueve Super Bowls y ganaron seis, prácticamente era imposible que los Patriots cometieran errores mentales tan básicos.

Lo que hace cuestionar si Belichick perdió el toque no sólo son los errores en el campo, también la decisión de darle continuidad al desarrollo de Jones, en su segundo año en la NFL, con un coach de inclinación defensiva como Matt Patricia al frente del sistema de ataque de los Patriots.

La fidelidad de Belichick a asistentes con los que ha tenido éxito no está en duda sino cómo con ella se puede poner en riesgo el resultado y el trabajo de todo un equipo en una campaña.

La frecuente molestia de Jones en la banca o sus gritos hacia ella son prueba de lo disfuncional que es el aparato ofensivo de los Patriots. En el campo también se refleja la forma en la que se opera desde la banca y han sido varias las ocasiones en lasque Jones ha expresado su frustración por no tener las jugadas a tiempo.

En 2022, el sistema ofensivo de los Patrots ha sido criticado por ser demasiado básico y predecible con el uso frecuente de pases pantalla o envíos de alto porcentaje y Belichick ha indicado en varias ocasiones que se siente cómodo con Patricia al frente de su ofensiva. Es normal, él tomó esa decisión.

Sin embargo, ese parece ser un freno en el desarrollo de Jones y en lo colectivo para las aspiraciones de los Patriots, al menos en 2022. New England aún está en la pelea por un boleto a Playoffs, pero es viable imaginar que este equipo podría jugar por un premio mayor de tener certeza en el staff de coacheo con mentes ofensivas al frente de su ataque.

Los cada vez más frecuentes errores mentales de los Patriots en el campo podrían tener como origen la indecisión e incertidumbre que se origina desde un staff de coacheo que no tiene bien colocadas las piezas del rompecabezas y el responsable de armar bien ese rompecabezas es Belichick.

Es normal que luego de 28 como entrenador en jefe, 23 de ellos en New England, la fórmula que dio muy buenos resultados ya esté desgastada y si el mensaje que antes era bien recibido ya no es captado por la actual generación de jugadores, esa podría ser una señal de que el fin de la carrera de Belichick en la NFL esté más cerca de lo que incluso él mismo cree.