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Puma Martínez campeón en Tokio: la historia y el futuro

La pelea ya pasó. Tras una gran labor, llena de actitud, profesionalismo y despliegue físico, Fernando “Puma” Martínez anotó una página más para el boxeo argentino. Una página para la historia, que se entienda bien. Tras los pasos de Carlos Monzón, Hugo Pastor Corro y Sergio “Maravilla” Martínez, los otros campeones unificados de un recorrido que empezó justamente en Tokio, com los puños de Pascual Pérez, el primer campeón mundial profesional de la historia, allá por 1954.

Martínez le ganó a un campeón que venía con cuatro coronas mundiales en su haber, a una figura llena de prestigio y que, en los papeles, lucía como lo fue: un rival muy difícil. Kazuto Ioka resignó su corona WBA super mosca en la noche japonesa del domingo 7 de julio y resignadamente, fue estrechando la mano de quienes, en primera fila, lo habían ido a alentar.

Tremenda batalla, con un Martinez inspirado, abrumador, con combinaciones endemoniadas de manos y de gran repertorio: la zurda en jab, en cross,, en gancho a la cabeza y -sobre todo- en uppercut, de apertura, al mentón. Lo hizo “saludar” muchas veces a Ioka con esa mano. Como también con la derecha, en recto, cross y uppercut. O sea, todo el repertorio -o casi todo- que indican los manuales. Y con lo que no está en los manuales: el hambre de gloria, la decisión de ganar o ganar, la voluntad imponiéndose a la del rival, achicándole espacios y no ofreciéndole ningún respiro. Se puede decir, sin exagerar, que Martínez lo borró prácticamente del ring a Ioka en los primeros y memorables cuatro asaltos.

Los que participamos de la transmisión de ESPN KNOCK OUT, no lo podíamos creer. ¿Tanto poder de aguante tenía este hombre? Alejo Rivera en los comentarios, el ex campeón mundial y dos veces rival de Ioka, el mendocino Juan Carlos “Cotón” Reveco, Mariale Espinoza en el estadio, allá en Tokio, y este periodista. Parecía mentira, pero el “Puma” estaba desbordando a Ioka con una solvencia difícil de imaginar en los momentos previos.

Seguramente usted la vio y la puede volver a ver por Disney + o de nuestro canal de Youtube, donde están los mejores pasajes y las imperdibles notas de Mariale, instalada en Tokio al lado del equipo argentino (!gran trabajo, querida Flaca!)

De hecho, la ferocidad de los intercambios y el ritmo de la pelea fueron tales que el referí, el excelente Luis Pabón, quedó casi como un “invitado de lujo”, pues prácticamente no hubo amarres ni situaciones confusas. Sintetizando, un “peleón”con desbordes que por momentos, dieron la sensación de una “paliza” de Martínez, desbordando totalmente a un Ioka que jamás se rindió.

¿Y ahora? Porque la victoria, lograda no solamente con enorme solvencia, sino honrada por tarjetas claras e indiscutibles -116-112, como la de ESPN KNOCK OUT, 117-113 y 120-108, demasiado amplia para el argentino- deja en claro que no solamente Martínez se lleva el cinturón WBA, sumado al suyo IBF. Deja en claro que gana, gusta, da gran espectáculo y que, a los 32, está para mucho más.

Coincidimos con el “Cotón” Reveco y Alejo Rivera: está en el mejor momento de su carrera: seguro de si mismo, solvente, dominador, con gran sentido de la distancia y la defensa (hasta llegó a bajar los brazos sin subestimar al rival, sino confiándose en su estilo), el “Puma” está para más.

La transmisión de ESPN KNOCK OUT volvió a estar junto al “Puma” como en sus dos victorias anteriores ante Ancajas y luego frente a Jade Bornea.

🔊🔊🟡🔵 En la llegada de Puma Martínez a la arena ya se intuía que la noche iba a ser épica

Y es bueno abrir un párrafo para su entorno. Rodrigo Calabrese, su técnico, que es un obsesivo de la táctica y la estrategia, y que muy bien lo llevó en las dos peleas ante Edwin Ancajas y luego de la Jade Bornea, para culminar con un gran trabajo este domingo 7 de julio.

Y su promotora, Chino Maidana Promotions, encabezada por Marcos “Chino” Maidana, presente en Tokio, lo mismo que su primo hermano, “Pileta”. Y el médico de los campeones, el doctor Walter Quintero, que ha estado junto a hombres como “Locomotora” Castro, Marcelo Domínguez, Omar Narváez, Marcos Maidana, Brian Castaño y tantos más y que, ahora, continúa escribiendo su historia con el “Puma”. Junto a ellos, como siempre, Horacio Rivero,uno de sus seguidores más entusiastas en todo sentido.

En Japón también reina Kosei Tanaka (20-1-0, 11 KO) en la división super mosca (52,163 kilogramos) para la Organización Mundial de Boxeo. Es de suponer que sería una gran pelea para organizar en ese país. Hasta algunos se atreven a pensar que podría ser para fin de año, aunque este cronista desconoce si existe alguna cláusula de revancha con Ioka. El otro campeón, el del Consejo, es el temible Jesse Rodríguez (20-0-0, 13 KO).

Tal vez sea un poco temprano para fijarse en su próxima defensa, tal vez el tema ya se ha comenzado a hablar en la trasnoche de Tokio, pero lo que si es seguro es que el “Puma” está cotizando fuerte en una categoría muy competitiva y llena de grandes peleadores, él incluido y ahora más que nunca.

Martínez suma ahora 17 victorias con 9 nocauts, sin empates ni derrotas. Ioka se bajó del ring con 29 triunfos (15 nocauts) un empate y -ahora- tres derrotas. Se va un gran campeón y empieza el ciclo de otro. Porque debe quedar más que en claro que el “Puma” le ganó a un gran campeón, a un boxeador de gran experiencia estratégica y de envenenados ganchos al cuerpo, entrenado por el gran técnico cubano Luis Salas y poseedor de una gran popularidad en su país. Superado únicamente por el Monstruo Naoya Inoue, para muchos el número 2 en el “libra por libra” detrás de Usyk.

Volvamos a la noche de Tokio y como aquellos tiempos de “Pascualito”, (Pascual Pérez), “Roquiño” (Horacio Accavallo) y “El Intocable” (Nicolino Locche) hay un nuevo campeón mundial argentino consagrado en aquellas lejanas tierras. Como en su momento ganaron también el gran Santos Laciar, Juan Martín Coggi o Juan Carlos Reveco.

Hoy, aquí y ahora es el tiempo de el “Puma” Martínez, el humilde muchacho de la Boca que a fuerza de garra, corazón, entrenamiento, confianza en sí mismo y un enorme hambre de gloria, ha dejado una nueva página de oro para el gran libro del boxeo argentino.