Carlos

Nuestra Política de Tratamiento de Datos Personales ha cambiado. Conócela haciendo clic aquí.

close
Louis Kleyn

El aeropuerto Rafael Nuñez: una concesión sin visión

Dado el limitado alcance del nuevo proyecto, mejor servicio se le habría dado a la ciudad con un sencillo contrato de administración aeroportuaria.

Louis Kleyn
POR:
Louis Kleyn

Después de casi dos años de anuncios grandilocuentes con respecto a los planes de infraestructura, duele comprobar que la primera concesión de transporte otorgada por el gobierno actual, la remodelación del aeropuerto Rafael Nuñez, carece de trascendencia y deja a Cartagena en un limbo con respecto al propósito de reafirmar su vocación turística. La concesión anterior expiró hace varios años; el concesionario desde 1996, ‘Sacsa’, continuará con la administración hasta dentro de unos meses, cuando comience sus actividades el nuevo gestor.

El proyecto original que estudiaba la ANI para ampliar el Rafael Nuñez elevaría su capacidad hasta los 12 millones de pasajeros anuales, más del doble de la actual. Tanto en 2019 como en 2022, el aeropuerto tuvo un tráfico superior a 7, 2 millones de pasajeros. El proyecto recién adjudicado elevará la capacidad del aeropuerto a 7,5 millones de pasajeros anuales. Es decir, para el año 2030 se habrá remodelado el aeropuerto para las necesidades del 2019.

El proyecto original, una concesión a 15 años, permitía unas inversiones mucho más significativas: nueve puentes de abordaje, un parqueadero de varios pisos, una plataforma para los aviones mucho más grande y, sobre todo, una calle de rodaje completa.

Esto último es la necesidad más importante del aeropuerto Rafael Nuñez, donde las operaciones aéreas se ven limitadas por las largas ocupaciones a la pista que hacen los aviones antes de despegar y también después de aterrizar. Con ingresos anuales totales superiores a los $500 mil millones, el aeropuerto genera suficiente caja para pagar por mejoras sustanciales.

Como la llegada de los 12 - 14 millones de pasajeros/año se proyectan para más allá del 2035, una verdadera modernización del aeropuerto daría espacio a Cartagena para considerar alternativas de terminales áereas adicionales, tomar decisiones y emprender su construcción. El Rafael Nuñez tiene una localización ideal para atender a Bocagrande y al Centro Histórico, su comodidad y cercanía le generan a la ciudad una inigualable ventaja competitiva como destino turístico.

En el futuro la ciudad podría ser accesible también desde aeropuertos situados a medio camino de Barranquilla o desde el sur de Pasacaballos y Turbana. Un aeropuerto allí se complementaría con las obras en curso para potenciar la navegación por el Canal del Dique, atendería mejor a Mamonal, al Puerto de Cartagena, a Barú, las Islas del Rosario, y traería desarrollo y progreso al norte de Sucre.

Una de las grandes problemáticas de las concesiones es la práctica imposibilidad de modificarlas una vez han sido firmadas. Dado el limitado alcance del nuevo proyecto para el Rafael Nuñez, mejor servicio se le habría dado a la ciudad con un sencillo contrato de administración aeroportuaria, que podría irse ajustando a los requerimientos de la ciudad y al horizonte de planeación.

LOUIS KLEYN
​Analista

Destacados

Más Portales

cerrar pauta

Columnistas

lUNES
MARTES
miércoles