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Catalina Ortiz L.

‘No me las sé todas’

Catalina Ortiz L.
POR:
Catalina Ortiz L.

Hace poco, un industrial muy importante me dijo, con mucha franqueza: “yo no entiendo eso de la innovación en grupo”. “Las empresas tenemos que innovar para competir, uno lo que debe hacer es proteger sus desarrollos y sacarles el mejor provecho”. Puso el dedo en la llaga de uno de los paradigmas más importantes que existen cuando de innovación se trata. Gran parte de las compañías desarrolla sus procesos de innovación de puertas para adentro.

Abrirse a contarle al mundo los desafíos que tenemos como empresa y colaborar con otros para que presenten soluciones innovadoras ofende a los puristas del I+D, que consideran que sus trabajos están en riesgo si las soluciones las pueden traer organizaciones u otros de afuera.

Esos miedos tienen sus fundamentos, pero no por eso podemos darnos el lujo de no apostar por la innovación abierta como una forma de innovar, que puede ser más rápida y eficiente. La definición es sencilla y los principios también; se trata de “innovar con colaboradores, compartiendo riesgos y beneficios”, según David Simoes, de 100% Open.

Desde iNNpulsa Colombia creemos que el Estado puede intervenir para lograr que esta forma de innovación se incorpore en los sistemas de gestión y estrategia de las empresas. Lanzamos el primer programa de innovación abierta (innpulsacolombia/innovacionabierta) con aporte estatal para acelerar procesos de innovación y desarrollar soluciones –hoy inexistentes– para desafíos reales de las empresas. Esperamos encontrar esquemas gana-gana para compañías con retos.

Este programa es el puente con el que esperamos generar nuevas relaciones de colaboración y confianza entre empresas que enfrentan desafíos corporativos y las que tienen soluciones innovadoras.

Un buen ejemplo de esto es el caso de BHP, una firma de minería de cobre de Chile que tenía el desafío de aumentar la vida útil de los cables que les dan movimiento y tracción a las palas de extracción, las cuales miden 21 metros (equivalen a 4 pisos de un edifico) y pesan 1.400 toneladas (lo mismo que 900 carros). Prodinsa, la fábrica de cables de acero que les prestaba el servicio de mantenimiento, debía cambiar los cables constantemente y eso le representaba a BHP pérdida de tiempo y dinero. Prodinsa buscó la solución por fuera, a través de la implementación de un plan de innovación abierta, y encontró la solución en Aplik, una pequeña empresa especializada en construir cámaras de video que nunca imaginó trabajar en temas de minería.

Lo anterior representó para BHP 24 horas más de disponibilidad de los cables, eso quiere decir 800 mil toneladas más. Para Prodinsa, la posibilidad de mejorar su producto y monitorear en tiempo real el desgaste de los cables y cambiarlos a tiempo (no antes ni tantas veces), y para Aplik crecer, internacionalizarse y ser una compañía global.

Afuera no solo está la competencia, también se encuentran aliados y soluciones para crecer. La pregunta que queda por hacer es: ‘¿Y por qué no?’

Catalina Ortiz L.

Gerente general de iNNpulsa Colombia

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