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Francisco Miranda Hamburger
Editorial

Un plan para el empleo

No habrá reactivación económica completa ni sostenible en ingresos sin una estrategia complementaria para proteger y crear puestos de trabajo.

Francisco Miranda Hamburger
Director de Portafolio
POR:
Francisco Miranda Hamburger

Esta semana el Departamento Nacional de Estadística (Dane) publicó los resultados del mercado laboral para el pasado mes de junio. Colombia terminó el sexto mes del año con una tasa nacional de desempleo de 10,3 por ciento, más de 0,9 puntos porcentuales más alto en comparación con el mismo período del 2023. El número de desocupados se elevó en 248 mil para alcanzar los 2,62 millones y los colombianos que salieron de la fuerza laboral sumaron 459 mil hasta los 14,55 millones.

Es evidente que ya el proceso de desaceleración que viene experimentando la economía nacional se está traduciendo en la falta de dinámica del mercado del trabajo. Esta tasa de desempleo a nivel nacional no se registraba desde el mes de junio de 2022. Además, las cifras del Dane reflejan que los jóvenes y las mujeres constituyen los grupos poblacionales más afectados por este deterioro.
Alrededor de 131 mil mujeres perdieron sus puestos de trabajo, de acuerdo al informe estadístico, mientras que la brecha de género laboral- la diferencia entre las tasas de desempleo masculino y femenino- subió 0,6 puntos porcentuales a 4,5 puntos.

Por el lado de los jóvenes, su porcentaje de desocupación pasó de 17,1 a 17,7. Asimismo, pierden impulso sectores jalonadores de empleo como la construcción -129 mil empleos menos- y el comercio -32 mil menos- así como la administración pública, que contribuía con fuerza en meses anteriores -con 172 mil puestos abajo-.

A lo anterior se debe añadir tanto el incremento de la tasa de desempleo desestacionalizada, que permite mirar el desempeño mes a mes, subió de 10,4 a 10,7 por ciento en total nacional, como la informalidad que aumentó de 55,7 por ciento a 56 por ciento. En conclusión, miles de compatriotas no solo pierden su empleo en ciertas actividades golpeadas por la desaceleración, sino también renuncia a su búsqueda, caen en informalidad y se les complica encontrar un puesto de trabajo.

Todas estas estadísticas del Dane dibujan un panorama que debe disparar las alarmas y llamar la atención del Gobierno Nacional, en especial en momentos en que se acercan los dos años de la administración Petro.

Cualquier estrategia de reactivación de la economía estará incompleta y será poco sostenible, si no incorpora medidas efectivas y puntuales para estimular ciertos sectores generadores de empleo y proteger los existentes. Un reciente informe de Corficolombiana muestra que el comercio, las industrias y la construcción generan el 33 por ciento del PIB y el 50 por ciento del empleo y son actividades rezagadas en sus desempeños.

El gobierno Petro sigue poniendo todos los huevos en la canasta de un paquete de reactivación a tramitar por el Congreso de la República -que pasa el tiempo y no se conocen mayores detalles-.
La eventual conexión entre esas iniciativas legislativas y su traducción tangible en puestos de trabajo y oportunidades de empleo para los colombianos y en estos sectores cruciales tampoco es clara hoy por hoy.

No obstante, todavía no se ha discutido un plan similar que aborde la creación de empleo y cómo se vinculan esos puestos de trabajo con las medidas desplegadas en esa hoja de ruta de la reactivación.
En otras palabras, la economía necesita mayor confianza y seguridad para atraer más inversión y dinámica productiva y el Gobierno Nacional requiere incorporar con más energía y especificidad la generación de empleo en sus planes para la recuperación.

FRANCISCO MIRANDA HAMBURGER
[email protected]
X: @pachomiranda

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