Uno de los grandes sueños de la humanidad, especialmente, en el mundo empresarial, es llegar a predecir el futuro, por eso, la gente confía en aquello que mitigue la inseguridad que desafié lo conocido buscando prepararse ante la incertidumbre. Esta realidad, es una práctica milenaria inherente al ser humano que ha sido el origen de notables innovaciones que han permitido hacer, por ejemplo: el seguimiento de los astros para determinar la época propicia para cultivar la tierra, siendo esta ‘mancia’ o practica de predecir de gran valor en todos los ámbitos.
Chinos, chibchas, mayas, egipcios, y en general, las grandes civilizaciones han dedicado su tiempo a adivinar el futuro, y quizás hoy, ya no nos basados en Nostradamus, los astros, o la migración de las aves, sino en un profundo análisis de datos para proyectar, cada vez con mayor certeza, posibles escenarios ante los que se dispongan los recursos que nos permitan seguir el camino trazado minimizando el impacto de esas variables exógenas.
Corporativamente, diversidad de futurólogos han hecho planteamientos muy acertados, los que muchas veces, en sus inicios, parecieron ser conceptos alocados, pero que con el paso de los años, se convirtieron en referentes y hasta profetas. Tres de estos personajes, cada uno con bastantes años de diferencia, han insistido en un cambio que con el paso de los días deja de manifestarse linealmente para ser un escenario de cambios exponenciales.
Alvin Tofler, en su libro: La Tercera Ola, de 1979, y los profesores: Carl Benedikt Frey y Michael Osborne, en su artículo: El Futuro del Empleo, de 2013, predicen que la tecnología desplazará al humano, tal como lo estamos experimentado diferentes sectores en los que las tareas repetitivas ya pueden ser ejecutadas por inteligencia artificial: Avatares, Robots y Bots, entre otros, llegaron para quedarse haciendo que la Robotina de los Supersónicos sea reemplazada por ‘Alexa’, ‘Siri’ o ‘Google Home’ para llevar una vida más simple que volverá irremplazables estos juguetes en hogares y empresas.
Por eso, al analizar en detalle estas predicciones deberíamos estar pensando en cuáles son las habilidades que deberíamos aprender o fortalecer, porque lo más probable es que a futuro lograr que un ser humano responda una llamada, atienda una mesa o nos dé una clase, van a ser un privilegio, es más, llegar a conversar con el cliente tendrá un valor incalculable, tal como lo están haciendo algunas marcas en países donde la gente adulta no tiene con quien hablar y diseñaron alternativas para generar esos espacios, por ejemplo, en las cajas de los supermercados. Reflexiona sobre lo qué estás haciendo tu o tu empresa hoy, para preparase de cara al futuro, con esta realidad en la que las habilidades blandas cobraran un papel preponderante para generar un experiencia de servicio memorable para las marcas.
Juan Carlos Quintero Calderón
CEO & Founder Gestión de Marketing.
