En el presente Gobierno, el desempleo nacional ha disminuido. No obstante, a pesar de los buenos resultados, aún hay mucho por hacer, pues hoy existen en Colombia poco más de 2 millones de personas sin empleo. Luego, si queremos diseñar políticas, programas e incentivos pertinentes, resulta fundamental preguntarse: ¿quién genera empleo?
A la fecha, la respuesta predominante a este interrogante ha sido que el trabajo es generado por las empresas y, entre estas, las mipymes son señaladas como el principal motor para crear puestos de trabajo. En efecto, el Dane estima que en Colombia el 80,8 por ciento de la fuerza laboral ocupada está en micro, pequeñas y medianas empresas.
A esta explicación tradicional le ha surgido un razonamiento contrario que sostiene que los verdaderos generadores del empleo no son las empresas, sino los consumidores. Este razonamiento es abanderado por empresarios como Nick Hanauer, quien plantea que el problema de atribuirle a las compañías la generación de puestos de trabajo, es que las políticas públicas de esta materia se dirigen a ellas; por ejemplo, mediante reducciones de impuestos para que estas cuenten con más recursos para contratar nuevo personal. Pero, en la práctica, según lo afirma Hanauer, las empresas solo contratan nuevo personal cuando la demanda de su producto o servicio lo amerita. Luego, el alivio tributario sirve más para mejorar el balance de las organizaciones que para generar nuevos puestos de trabajo. Por otro lado, sostiene el empresario, que las personas que no son dueñas de compañías tienden a pensar que la generación de empleo nada tiene que ver con ellos, lo cual margina al grueso de la población de la solución.
¿Es relevante la diferencia entre una explicación y otra? Mucho. Si se le atribuye a la empresa creación de empleo, las políticas, programas e incentivos de generación de este se dirigen a la empresa. Por el contrario, si poder de crear puestos de trabajo se le atribuye al consumidor, es a este a quien se dirigiría la acción institucional; por ejemplo, con alivios tributarios o incrementos significativos en el salario mínimo.
Desde Propaís sabemos que sin clientes, sin consumidores, no hay compañías. La realidad del mercado nos indica, tal como lo sostiene Hanauer, que el consumidor es quien impone las pautas de la creación de empleo. Así, entonces, si un país quiere generar empleo, debe dirigir sus políticas públicas enfocadas a esta materia, al consumidor. ¿Esto que significa? Incrementar los ingresos, (principalmente de la población que tiene los menores ingresos), mediante un aumento del salario mínimo o alivios tributarios para estimular el consumo. Con más capital, la población comienza a satisfacer sus necesidades de ropa, mercado, electrodomésticos, vivienda, etc. La Ocde define a la clase media como aquellos hogares, en los cuales los gastos por persona oscilan entre 10 y 100 dólares diarios.
También significa que nosotros como consumidores tenemos una gran responsabilidad. Por eso, antes de comprar un producto o servicio, pregúntese a quién está beneficiando con su decisión de consumo, ¿está apostando por una empresa colombiana? Todos tenemos el poder de crear empleo, ¿en qué país lo está creando usted? La invitación es la de siempre: compre colombiano.
María Lucía Castrillón
Gerente de Propaís
