Estoy de acuerdo con Rudolf Hommes sobre la mala suerte de Cartagena, pero esta mala suerte es por ‘salvadores’ como él y políticos del perfil como el que él quiere que sea el próximo alcalde de esta ciudad.
En su columna de hace unos días en Portafolio, ‘Pobre Cartagena’, lo primero que destaca es que un candidato podría recibir el respaldo de los políticos que tradicionalmente han mandado en la ciudad, curiosamente sus socios o para quienes trabaja como miembro de la junta directiva de la Sociedad Portuaria de Cartagena, y que cuando era Ministro de Hacienda no evitó que se robaran el puerto.
Seguidamente, le dice al candidato de su preferencia que es un error ‘pelearse’ con los políticos.
Qué mal consejero el señor Hommes, si todos los partidos del establecimiento que fungen en esta contienda en Cartagena tienen o están siendo investigados por corrupción y alianzas con el paramilitarismo asesino. De paso, le manda una pedrada al partido que dio un aval y luego lo quitó por las relaciones de la candidata con ‘La Gata’, y lo acusa de seguir apoyándola, lo que reafirma la real pobreza de Cartagena.
Y para terminar de enterrar a la ciudad, dice que la clase empresarial y la dirigencia local, por temor a que les bloqueen sus proyectos, “no intervienen”.
Se refiere a la ilegalidad de no pagar impuestos, de hacerle ‘conejo’ a la ciudad, pagándoselos a Bogotá o a la repartición ilegal de la torta presupuestal de la ciudad por medio de concesiones o contratos amañados.
Todo para usar la expresión del ‘coco’ de Wilson Borja Díaz, comparándome con Gustavo Petro, que tenemos en común nuestra beligerancia y honestidad, pero somos de talantes diferentes.
¿Por qué no me compara con Clara López de Obregón, que demostró su capacidad en los seis meses que estuvo al frente de la administración de Bogotá? Más aun, les desconoce a los gobiernos de izquierda y a Petro logros como:
Reducción de la pobreza en los últimos 10 años, según Naciones Unidas y el más reciente informe del Dane. Bogotá pasó de tener una pobreza extrema en el 2002 del 7,2% al 2,6% en el 2010; la pobreza total pasó del 31,8% a 13,1%. Súmele, la educación gratuita, que este Gobierno tuvo que copiar. Un récord histórico nunca alcanzado por gobiernos liberales o conservadores en 200 años.
En la actual administración: reducción del 44% de la tasa de homicidios -la cifra más baja de los últimos 27 años con el Plan Desarme-; mínimo vital de agua gratuito para las 617.000 familias más pobres de Bogotá (tres millones de personas de los estratos 1 y 2); disminución del tiquete de Transmilenio en horas valle de $350, beneficiando a estudiantes y personas de la tercera edad; incorporación de la población recicladora al nuevo modelo de aseo; creación de la Alta Consejería para la Atención de las Víctimas y de los centros Dignificar, un nuevo modelo de reparación integral que viene atendiendo a 350.000 víctimas de la violencia; creación de 1.500 equipos médicos para que vayan a atender casa por casa las zonas más vulnerables de la ciudad, servicio enfocado en la prevención; ampliación de la jornada escolar para mantener a los niños y jóvenes más cerca del deporte y lejos de las drogas y el alcohol, entre muchos otros.
Logros de la izquierda, que gente como usted oculta, pero ante los cuales me quito el sobrero, y yo dejaré la senda para que se multipliquen en Cartagena.
Wilson Borja Díaz
Candidato a la Alcaldía de Cartagena
