20 lugares para enamorarse (aún más) de las Islas Baleares
![La isla ms bonita del mundo Formentera.](https://media.traveler.es/photos/6630e2b6e7a68ab877923239/16:9/w_320%2Cc_limit/TYM0HX.jpg)
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Para los que se quedan hipnotizados con las aguas turquesas y cristalinas de nuestro querido mar Mediterráneo, para los que disfrutan recorriendo antiguos pueblos marineros, para los que se calzan unas botas y se disponen a encontrar la cala más recóndita y abrupta… ¡Estos lugares en las Islas Baleares son para vosotros!
Si buscas desconexión, magia, poco asfalto, grandes arenales, mucho sol y olor a mar, Mallorca, Menorca, Ibiza y Formentera te están esperando. Gracias al libro 101 destinos de Baleares sorprendentes (Editorial Anaya) del geógrafo y historiador Xavier Martínez i Edo, descubrimos algunos de estos lugares únicos en las Baleares. Esperamos que los disfrutes casi tanto como nosotros.
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Sóller, Mallorca
Sóller es el pueblo con encanto de la Serra Tramuntana. Y no es el único, Mallorca tiene pueblos preciosos repartidos por toda la isla, pero lo cierto es que este lo tiene prácticamente todo: mar y montaña.
Son conocidos los naranjos y el aceite de oliva de Sóller, también la gamba autóctona ideal para las elaboraciones tradicionales de la zona. No hay que olvidarse de su arquitectura modernista y, sobre todo, de su su tren. Desde el año 1912 -se puso en funcionamiento el mismo día en que se hundía el Titanic-, este ferrocarril une el pueblo con la ciudad de Palma en un recorrido pintoresco a través de montañas y valles conservando su carácter nostálgico y original. Además, cuenta con un viejo tranvía de madera que ofrece un trayecto de 27 kilómetros entre el puerto y los huertos de naranjos. ¡Totalmente imprescindible!
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Playa Es Comú, Mallorca
La bahía de Alcudia, con unos 35 km, es un lugar de contrastes: por un lado la zona turística y hotelera, y por el otro, los interminables arenales “casi vírgenes”. Es el caso de una de las cuatro playas de Muro: Es Comú, que forma parte del Parque Natural de S'Albufera y cuenta con un kilómetro y medio de arenal y dunas que rodean la vegetación autóctona. En este lugar no hay tiendas, ni hoteles, ni apartamentos, es un paraíso que gustará a los que buscan tranquilidad.
Las playas hermanas de Es Comú son también muy bellas pero no tan tranquilas. Es Capellans y Son Real, en el municipio de Santa Margarida, cuentan con una necrópolis talayótica junto al mar. Otro milagro natural en las Baleares.
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Calas de Betlem, Mallorca
Betlem es el nombre que recibe una ermita construida en el siglo XIX en la costa del municipio de Artà, donde nació un pequeño núcleo turístico. Este lugar se encuentra a unos 5 km de Colònia Sant Pere, quizá uno de los rincones más desconocidos (y poco turísticos) de Mallorca. El Parque Natural de la Península de Llevant acoge una sucesión de calas más rocosas y escondidas, las calas de Betlem.
La recomendación es subir al mirador de la ermita, a unos 280 m de altitud, y después seguir el camino desde Caló d'es Corb Marí hasta Cala Na Clara. En la zona también hay dos cuevas submarinas, donde vivían las últimas focas monjes que habitaron el Mediterráneo.
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Fornalutx, Mallorca
En el mismo valle de Sóller, encontramos otro pequeño pueblo con mucho encanto. Fornalutx está rodeado de olivos, campos de cultivo y naranjos, la estrella gastronómica de la zona. En este pueblo mallorquín de casas de piedra y buganvillas, viven alrededor de 500 personas. Y aún así, todo es silencio y calma.
Su conjunto arquitectónico es uno de los mejor conservados de Mallorca. Las casas típicas de la zona se han ido construyendo en el desnivel del valle, quizá ese sea su principal atractivo.
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Es Carbó, Mallorca
¿Alguna vez habías oído hablar de Es Carbó? Si eres de la isla sabrás que esta es una de las zonas más bellas del litoral mallorquín. ¡Salta a la vista el porqué! Aguas cristalinas, arena blanca, dunas, escasa profundidad y buenas vistas. A lo lejos podrás ver diversos islotes -la isla de Cabrera, por ejemplo-.
Esta playa cuenta con casi un kilómetro y medio de longitud, en la que encontramos Es Carbó Petit y Es Carbó Gran. Eso sí, para llegar tendrás que tener paciencia: te esperan unos 20 minutos caminando. Pero es una buena opción si buscas poca gente, sobre todo durante el verano. Si quieres encontrar más opciones, siempre puedes recurrir a nuestra guía de calas y playas de Mallorca.
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Cova D'en Xoroi, Menorca
Es cierto que la Cova D'en Xoroi es uno de los lugares más populares de Menorca. Pero, ¿a caso no merece estar por su belleza en esta lista? Esta gruta natural convertida en terraza-discoteca es también un excelente mirador del Mediterráneo.
Pero es mucho más que eso, es historia. La Cova D'en Xoroi no es la única del acantilado, de hecho hay muchas más que fueron habitadas en tiempos prehistóricos. Concretamente, esta estuvo habitada en la Edad del Hierro. Cuenta la leyenda que al naufragar, un pirata berberisco apodado Xoroi accedió a la cueva a través de un pasadizo secreto. Los lugareños dieron con su escondite, y éste, acorralado, decidió lanzarse desde la terraza natural a 30 metros de altura.
Recorre los mejores atardeceres de Menorca con nosotros en este artículo.
- Greg Balfour Evans / Alamy Stock Photo
Cala Pregonda, Menorca
Seguimos en esta incursión por las calas de Menorca, y en este caso llegamos hasta Cala Pregonda, un arenal de tonos cobrizos capaz de hipnotizar a cualquier viajero en el norte de Menorca. Además de su particularidad cromática, esta cala cuenta con varios islotes que emergen frente a ella y la protegen del oleaje. La más cercana, muestra un perfil en el que algunos ven la silueta de una mujer orando (pregant), de ahí su nombre.
Hay que tener en cuenta varios factores antes de visitarla: es una playa prácticamente virgen, a una media hora caminando desde el aparcamiento más cercano y sin sombras donde refugiarse. Por ello, hay que pensar bien cuándo visitarla.
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Cala Fustam, Menorca
¿Cómo quedarse con una sola cala de Menorca? Es muy difícil, cada una de ellas cuenta con una singularidad y belleza única, pero entonces esta galería sería infinita. Nos quedamos, por un tiempo en Cala Fustam, una pequeñísima calita de aguas turquesas y de tan sólo 25 metros de ancho en el sur de la isla.
Para acceder a ella, hay que hacerlo desde el aparcamiento de Cala Mitjana, otra cala virgen de Es Migjorn Gran. Desde allí, tendrás que andar alrededor de una hora, pero se trata de un camino agradable con buenas vistas (en verano, eso sí, hay que vigilar con el sol). Para los amantes del esnórquel, será el paraíso.
¿Necesitas más calas en Menorca? No te pierdas nuestra selección.
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Cabo de Cavalleria, Menorca
Hay una parte más salvaje de Menorca, y en esa se encuentra el Cabo de Cavalleria, que sobre el terreno se distingue por un espolón rocoso de fisonomía extremadamente inhóspita. Este lugar es uno de los más visitados de la isla por su fotogénico faro de Cavalleria, que sigue en pie desde 1857. No es el único, en Menorca podrás encontrar varios como el faro de Favàritx o el de Punta Nati.
Para llegar, hay que recorrer una carretera prácticamente rectilínea que atraviesa el cabo hasta su extremo. Puedes seguir encontrando más lugares sorprendentes en Menorca en este enlace.
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Albufera des Grau, Menorca
En Maó, encontramos la Albufera des Grau, declarada como Reserva de la Biosfera por la UNESCO en 1993. Su valor medioambiental, le valió el distintivo de Parque Natural en 1995. La razón es muy simple: constituye el mayor y más importante espacio natural protegido de Menorca.
Zonas húmedas, terrenos agrícolas, bosques, acantilados, playas, islotes…conviven apaciblemente en este terreno. La laguna de S'Albufera, que podemos ver en la foto, cuenta con unos dos kilómetros de longitud y 67 hectáreas de superficie, siendo el mayor humedal de las Baleares. Si te gusta el senderismo, el Camí de Cavalls recorre el Parque y te lleva por algunas de las calas más bonitas de la zona.
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Dalt Vila, Ibiza
Eivissa cuenta su pasado fenicio desde Dalt de Vila, el lugar más antiguo de la ciudad. La “Ciudad Alta” alberga un conjunto arquitectónico de calles laberínticas inconfundible. Se encuentra rodeada de murallas, que nos recuerdan su historia medieval.
Hay que llegar hasta la plaza de la Catedral para entender por qué los fenicios se establecieron aquí hace 2.600 años. Antes lo habían hecho los romanos, que erigieron un templo dedicado a Mercurio; después se levantó una mezquita, y posteriormente, lo hizo la Catedral. El conjunto de Dalt de Vila está catalogado como Patrimonio de la Humanidad.
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Sa Penya, Ibiza
Desde Dalt de Vila, concretamente desde Santa Llúcia y Santa Tecla, se contempla el mar y la ciudad antigua, que se extiende vertiginosamente en una pequeña roca frente al mar. Es el barrio de Sa Penya.
Este pintoresco barrio está formado por calles estrechas y casitas blancas que terminan con Sa Torre, un torreón defensivo levantado en el extremo del espolón rocoso donde se asienta el barrio. En verano, es uno de los lugares más glamurosos de la isla. Su célebre calle La Verge es un epicentro de bares, tiendas, música… ¡Todo un espectáculo digno de Ibiza!
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Ses Salines, Ibiza
Catalogado como Parque Natural desde 2001 y declarado Patrimonio de la Humanidad en 1999, Ses Salines es uno de los paisajes imprescindibles en una visita a Ibiza. Las piscinas creadas para la obtención de sal y sus humedales, le han dotado de una belleza inigualable. Es cierto que la explotación de sal se ha reducido considerablemente, pero la tradición que iniciaron los fenicios aún sigue viva.
Además de las salinas, la zona protegida abarca playas, acantilados, dunas, los islotes de Es Freus y un fondo marino con una de las posidonias más importantes del Mediterráneo.
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Caló d'en Serra, Ibiza
En Sant Joan de Labritja, se halla una de las mejores calas del norte de Ibiza. Con solo unos 40 metros de longitud y 15 de anchura, Caló d'en Serra cuenta con un paisaje idílico. Aguas completamente transparentes, verdosos pinos, acantilados y la guinda del pastel: los tradicionales varaderos de madera de los pescadores.
Caló d'en Serra está cerca de Portinaxt, es de fácil acceso y dispone de un pequeño chiringuito. Siempre encontrarás calma en este pequeño rincón de las Pitiusas. ¿Buscas más calas y playas de Ibiza? Esta es nuestra guía.
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Punta des Trucadors, Formentera
Formentera es el paraíso. Lo decimos sin pestañear. A la vista está que no mentimos: desde el aire podemos visualizar Punta des Trucadors, un terreno virgen al norte de la isla de apenas 50 metros que se adentra en el mar. Esta lengua de arena, que consigue acariciar la isla de S'Espalmador, puede y debe recorrerse a pie.
Hay que dejas atrás Estany Pudent hasta topar con el camino que recorre la barra de arena. A un lado encontraremos las famosas salinas de Formentera, que forman parte del Parque Natural de Ses Salinas de Ibiza; y al otro, está la playa de Es Cavall d'en Borrás. Encuentra más lugares como este en Formentera, en nuestra guía de playas y calas bonitas.
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Es Amunts, Ibiza
Es Amunts, al norte de la isla, forma parte de un Área Natural de Especial Interés, es decir un espacio protegido. Sin embargo, y pese a su difícil acceso, es uno de los lugares favoritos de la isla. El paisaje bien merece una visita.
Es aquí donde se encuentran una secuencia de calas de gran belleza: Cala Salada, el cabo Nunó, Cala d'en Sardina, Cala Aubarca, etc, además de la misteriosa cueva de Ses Fontelles. Acantilados, montañas y vistas al mar. ¡Qué más se puede pedir!
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Albufera, Mallorca
La albufera es un paréntesis en Mallorca. Este espacio natural, ubicado en la bahía de Alcudia, al norte, suele pasar desapercibido pero es un remanso de paz, sobre todo para la naturaleza. El agua es el principal sustento de vida de las más de 22 especies que habitan el parque, entre mamíferos y anfibios. Sin embargo, las protagonistas son las aves que viven aquí, se calcula que unas 300.
Hay varios itinerarios recomendados que podrás conocer en los centros de interpretación de Sa Roca o Can Bateman.
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Cala de S'Aigua Blanca, Ibiza
Llegamos a Santa Eulària para disfrutar de esta cala mágica: S'Aigua Blanca. Su largo arenal, de casi 300 m, y sus aguas turquesas poco profundas son ideales para pasar un día de playa, eso sí, es una playa nudista, la principal de la isla junto con Es Cavallet. Si no quieres hacer nudismo, pero te apetece visitarla, la recomendación es hacerlo fuera de temporada. Si te gusta el senderismo te encantará llegar hasta aquí.
Lo mejor: las vistas al islote de Tagomago.
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Cova des Coloms, Menorca
¿Sabías que Menorca tiene una cueva considerada como “catedral natural”? He aquí la respuesta. Cova des Coloms es una cavidad natural de dimensiones de catedral: 24 metros de altura, 15 de ancho y 110 de profundidad. La encontrarás en el barranco de Binigaus, al sur de la isla, pero no será fácil. Tendrás que caminar unos 40 minutos desde Es Migjorn Gran, pasarás por el poblado talayótico de Binicordell de Dalt, y finalmente, llegarás a la cueva. Si necesitas un chapuzón, camina un poco más hasta la playa de Binigaus.
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Cala Tuent, Mallorca
El paisaje de Cala Tuent tiene muchos atractivos, uno de ellos salta a la vista: el Puig Major, la cima más alta de la Sierra de Tramuntana y de toda la isla a más de 1400 m de altura. A sus pies, esta cala repleta de vegetación y aguas tranquilas, es un oasis apartado del turismo. En 1960 se paró un proyecto hotelero, y hoy en día forma parte del Paraje Natural de la Sierra de Tramuntana.
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Cabo de Barbaria, Formentera
¿A quién no le suena este faro al final de una interminable carretera? Cientos de fotografías y películas lo han retratado a lo largo de la historia, razón de más para que esté en esta lista de lugares sorprendentes en las islas Baleares.
Como su nombre indica, este Cabo nació en la época de los piratas, que solían llegar a la isla por esta zona de Formentera para acabar con los pocos recursos de los isleños. El faro de Barbaria culmina la idílica estampa frente al mar; junto a él, se halla Sa Cova Foradada, una cueva con un corredor y un óptimo balcón sobre el acantilado.
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