La Federación Nacional de Cafeteros (FNC) ha desempeñado un papel trascendente en la historia de Colombia, no solo por la importancia del café en el crecimiento económico en la mayor parte del siglo XX, sino también por su contribución al desarrollo rural en más de la mitad de los municipios del país. Hoy se considera una de las ONG rurales más grandes y mejor organizadas del planeta.
La historia del café colombiano se remonta al siglo XVIII, cuando los franceses lo introdujeron a Colombia y Brasil. Durante el siglo XIX, los terratenientes de Colombia disfrutaban de los beneficios ocasionados por los elevados precios internacionales que alcanzó el café, debido a que en aquel entonces la roya atacó los cultivos de Ceilán, hoy Sri Lanka, en ese momento el principal productor del grano. Sin embargo, las crisis de cotización ocasionadas por el exceso de producción puso en peligro sus negocios. Es cuando los pequeños caficultores deciden agruparse, y en 1927 crean la Federación Nacional de Cafeteros de Colombia (FNC).
32 años después, Arturo Gómez Jaramillo, gerente de la FNC en 1959, plantea la creación de un personaje que representara a los quinientos mil agricultores de café que trabajan en la abrupta geografía colombiana. La idea de Gómez fue materializada por Doyle Dane Bernbach (DDB), agencia publicitaria que propuso el nombre de Juan Valdez por varias razones: nombre hispano muy común, fácil de pronunciar en cualquier idioma, sonoridad y recordación. Tres personas han ostentado el nombre del caficultor más conocido del mundo. El primer Juan Valdez lo encarnó José Duval, actor cubano de origen español entre 1959 y 1969 (10 años). Duval falleció en 1993. El segundo fue Carlos Sánchez, quien pasó 37 años de su vida consolidando la marca, desde 1969 hasta 2006. Falleció el 29 de diciembre de 2018.
La tercera interpretación correspondió a Carlos Castañeda, un auténtico caficultor oriundo del principal municipio productor de café en Andes, Antioquia. Castañeda fue escogido el 29 de junio de 2006 entre más de 400 aspirantes. El pasado 26 de abril del año en curso, falleció.
En 65 años de creado el ícono, estos tres protagonistas han mostrado que para cultivar el mejor café del mundo no solo se requiere de las condiciones agronómicas de una geografía como la colombiana, también es indispensable el amor, la dedicación y el trabajo meticuloso para sembrar, cuidar y recoger el grano. Ellos ya no están aquí, pero el nombre de la marca que exhibieron continuará. El café es una actividad agrícola donde 70% del costo es pago a la mano de obra directa y además es la principal fuente de empleo rural, con una demanda superior a los ochocientos mil trabajos directos, que en Colombia equivale al 40% del trabajo agropecuario. Ahí es donde radica la fortaleza de la FNC y la esencia de Juan Valdez.
RICARDO GAITÁN
Analista de marca
