¿Cuántas veces ha trabajado el tema de ‘propósito de vida’ con su gente?, a lo mejor, libros con El Elemento de Sir Ken Robinson, o El Propósito, de Sri Prem Baba, e inclusive en el concepto del Círculo Dorado, de Simón Sinek, entre otros, habrá encontrado postulados bastante interesantes para que podamos discernir ¿cuál es nuestro papel en el mundo?
Por eso, este tema no podía faltar en mi más reciente libro Sasoser | El arte de servir, en el que evado la teoría para ayudar al lector en ese proceso de discernimiento, buscando por medio de ejemplos pueda encontrar esa ‘dimensión sublime’, como llamo a esa poderosa razón por lo que cada día vivimos, una dimensión en la que el ser humano es abordado por una poderosa energía que excede la capacidad del entendimiento racional, botando desde lo emocional y espiritual. Así que espero, el ejemplo que te relato a continuación, te dé una luz para identificarlo.
Cuando el presidente John Fitzgerald Kennedy visitó la NASA en 1963 para conocer los avances de la carrera espacial, después de su inspirador discurso ‘Elegimos ir a la luna’, la agencia diseñó un recorrido que le permitiera conocer las instalaciones.
Ya en el trayecto, saludo al personal interesándose por sus funciones. Conoció, entre otros, ingenieros y astrofísicos, que le contaron sus tareas. En medio del recorrido, pasó junto a un empleado de limpieza, Kennedy, se detuvo, lo saludó, y al igual que lo había hecho con los demás, le preguntó: ¿A qué se dedica? El hombre, con orgullo, respondió: Señor presidente, yo estoy ayudando a poner a un hombre en la luna.
Este empleado de limpieza tenía clara cuál era su ‘Dimensión Sublime’, ya que su labor física, era hacer la limpieza, pero la misión de su espíritu era ‘poner a un hombre en la luna’.
Era tal el nivel de compromiso de la gente en la NASA, que el profesor Andrew Carton, de la Wharton School de Pensilvania, investigó qué fue lo que conectó a los empleados de esa agencia a lograr ese inusual alineamiento y determinación.
La razón, todos estaban extremadamente conectados con esa ‘Dimensión’ ya que desde astronautas hasta empleados de limpieza tenían claro que no respondían llamadas, ni hacían cohetes o calculaban trayectorias. Todos estaban poniendo al primer hombre en la Luna.
Así que si eres un líder enfócate en ayudar a que cada uno de los integrantes de tu equipo pueda encontrarle sentido a lo que hacen para que, sin importar las condiciones del trabajo, cada uno de ellos pueda responder: “ayudo a poner al primer hombre en la Luna”.
Juan Carlos Quintero Calderón
CEO & Founder Gestión de Marketing.
