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Gonzalo Gallo González

Eso que llaman amor

Amar no es negociar ni esperar beneficios. Dar con amor es ser generoso sin expectativas, creando relaciones de crecimiento y aceptación mutua.

Gonzalo Gallo González
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Gonzalo Gallo González

Hay que estar alerta para no caer en la trampa de “negociar” con lo que se llama amor.
Al amar puedes actuar esperando un beneficio, cómo cuando haces una inversión. Es un amor con expectativas, es dar para recibir, es hacer trueques.

Dar con amor es no esperar nada a cambio, es dar por el placer de ser generoso. Amar no es una relación con expectativas que condicionan el supuesto amor.

Dar esperando algo, es una gran fuente de infelicidad para el humano. Puede afirmarse que vas por el buen sendero cuando decides renunciar a los resultados.

Ámate, ama a Dios y ama a los demás con todo tu ser, y los resultados siempre serán los mejores. Para que una relación sea exitosa, ambos deben iniciarla con un objetivo consciente.

Se comprometen a crear una oportunidad de crecimiento y no una obligación. Buscan lograr una auto-expresión plena de su ser, y elevar sus vidas al más alto potencial.

Se trata de eliminar pensamientos falsos sobre lo que se suele llamar amor sin serlo.

El propósito debe ser la comunión de las almas, y no solo la unión de los cuerpos. Amar pide un compromiso serio para dar lo mejor y aceptar al otro, así como es.

Pero eso significa que cada uno va a esforzarse por corregir sus defectos y mejorar sus cualidades. Una relación es para dar lo máximo, es para poder decir “contigo soy más y sin ti soy menos”.

Iniciar una relación de pareja con la mejor intención para nada garantiza el éxito. Es que no basta con la intención, vas mal con el sueño de un amor facilista que no acepta pruebas. En toda relación debes tener claro que de una u otra formas vendrán tiempos difíciles.

Cuando lleguen ten calma y, aunque te suene bastante insólito, dales la bienvenida. Asúmelos como regalos en un feo empaque, como oportunidades para mejorar.

Ante la tormenta, serénate, y no te esfuerces por ver a tu pareja como el enemigo. Cultiva la buena técnica de ver toda prueba como una oportunidad para hacer cambios necesarios. Si el amor murió, cierra el ciclo en paz y en modo consciente. Todo llega para aprender y desaprender.

Energía dedicada a cambiar a los demás es energía malgastada y nada amorosa. Escucha tu ego amoroso, y silencia ese ego orgulloso que necesita muchas dosis de humildad. Respeta el proceso del otro que hace lo que pueden condicionado por su realidad. Si falla no es malo, está en inconsciencia, ignorancia y con una pobre información.

Nadie nació para hacer lo que impones, y tu pareja no tiene por qué pensar como tú. Amarte es vivir bien y compartir con seres tan diferentes como los millares de colores que existen. Si amas de verdad, no pretendes cambiar ni controlar a tu pareja. Ámate y ama.

Gonzalo Gallo G.
Escritor y conferencista

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