Si bien todos hemos recibido alguna vez el consejo de imaginarnos a las personas desnudas como método para luchar contra la vergüenza al hablar en público, en la vida real no solo es muy poco efectivo, sino directamente contraproducente.
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Ya sea rendir un examen oral, dictar una clase, dar una explicación a nuestros jefes o brindar una exposición ante un auditorio desconocido, todos hemos pasado por alguna experiencia que exalta los nervios y nos genera miedo, ya que la ansiedad al hablar en público es real y muy frecuente.
El consejo más común y recurrente ante tales situaciones es pensar que el público está desnudo con el objetivo de invertir justamente esa relación de exposición y poner a quienes están escuchando (imaginariamente) en una situación incómoda.
Chamin Ajjan, psicoterapeuta y miembro de la junta directiva del Centro Nacional de Ansiedad Social, explicó en el medio CNBC Make It cómo sentirse seguro al exponer adelante de otros y que consejos seguir para que ese momento no sea dramático.
El problema es que, lejos de ayudar, esta solución es muy poco realista y hasta nos puede quitar la posibilidad de conectar verdaderamente con quienes asistieron a escucharnos.
La especialista indica que en primer lugar, imaginar a nuestra audiencia desnuda requiere mucho esfuerzo y energía, por lo que tiende a dificultar la concentración en la tarea que necesitamos cumplir.
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Se trata de un mecanismo que, en realidad, nos sustrae de la atención requerida para la exposición al punto de abstraernos de la realidad.
Al contrario, este ejercicio puede resultar contraproducente en cuanto mantiene la asimetría entre usted y el público, colocándolo en un lugar extraño, incómodo y antagónico, perjudicando la necesaria conexión que se tendría que establecer con él.
Lo mejor que puede hacer para perder el miedo a hablar en público es confiar en sus conocimientos.
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3 ténicas eficaces para hablar en público
1. Utilice la visualización
La directora ejecutiva y directora clínica de Chamin Ajjan Psychotherapy sostiene que en lugar de imaginar a su audiencia desnuda, imagínese a sí mismo teniendo éxito. Esa visualización puede ser una herramienta poderosa para aliviar la ansiedad y dotar de fluidez a la comunicación con los demás.
2. ‘Reimagina tu ansiedad como emoción’
Pasar de un estado de alta excitación (ansiedad) a un estado de baja excitación (calma) es muy difícil, por lo que es una buena idea reimaginar esa ansiedad como emoción, ya que ambas son emociones anticipatorias, orientadas al futuro y caracterizadas por una gran excitación y es mucho más fácil pasar de un estado de ánimo alto a otro alto.
3. Hazte amigo de tu audiencia
El objetivo principal de cualquier exposición es conectar con la audiencia y compartir con ella el mensaje, por lo tanto lo más adecuado es pensar en el público como “amigos vestidos” en lugar de “enemigos desnudos”.
