Desde la Cámara de Colombo Japonesa de Industria y Comercio, un grupo de empresarios con trayectoria de negocios con Japón venimos trabajando para identificar y apoyar pequeñas y medianas empresas con vocación y potencial exportador al que todavía consideramos el principal mercado asiático para Colombia: el japonés. La tarea no es sencilla, por las exigencias de calidad propias de esa avanzada sociedad y por la limitada oferta exportable que nos caracteriza. Hemos tenido gratas sorpresas de las sesiones de consultoría en Bogotá y Medellín.
Son pocos los productos donde Colombia tiene posibilidades de escalar el volumen de sus exportaciones a Japón. Lo he manifestado en el pasado y lo reitero ahora: En las negociaciones del Acuerdo de Asociación Económica (EPA) que el Gobierno del Presidente Duque tiene la opción de continuar con Japón, Colombia debe concentrarse en lograr la mayor cuota y mejores condiciones de desgrave para esos productos que tienen una oferta exportable importante, admisibilidad fitosanitaria y creciente demanda. Y por defecto, no dar la pelea en los productos en los cuales no cumplimos las anteriores condiciones. El trabajo conjunto de los ministerios de Comercio Exterior y de Agricultura, a través del ICA, para lograr admisibilidad fitosanitaria de productos como aguacate, piña, banano y mango.
En particular el aguacate, fresco y procesado, es uno de los productos de mayor potencial de crecimiento importante en Japón. Competimos con México, Perú y Nueva Zelanda principalmente. No obstante, tenemos factores que permiten diferenciarnos. La culminación de las negociaciones del EPA permitirían además atraer inversión Japonesa para establecer nuevas plantas procesadoras de aguacate, permitiendo llegar con el producto listo para distribuir al segmento Horeca (Hoteles, restaurantes y cafés).
Otra categoría identificada es la de extractos de plantas medicinales, aceites esenciales y concentrados proteicos. La trasferencia de conocimiento y tecnología japonesa vía inversión extranjera en Pymes colombianas para desarrollar estas industrias es de mutuo interés de nuestros empresarios. La estabilidad jurídica y el incentivo del libre comercio es fundamental para que los nipones tomen decisiones de inversión en nuestro país.
En el sector turismo hay interés de inversión y desarrollo de infraestructura, en particular en el turismo de aventura. Empresarios del sector en Japón han recibido el acuerdo de paz como una señal positiva para abrir áreas hasta ahora fuera del alcance de turistas japonesas que generan gran interés. Entre ellos nuestros parques naturales, la Orinoquia, la Amazonía, San Andrés y Providencia. Con Japón es sumamente importante generar confianza. Empresarios japoneses y colombianos, miembros de la Cámara, son claves para acompañar al Gobierno Nacional en la coordinación de misiones empresariales que muestren el país desde diferentes ángulos.
Estoy convencido de que el refrescante manejo del presidente Duque, reflejado en la gestión de cada uno de los miembros de su Gabinete, debe servir para retomar las negociaciones del EPA con Japón y permitir que se convierta en la plataforma que dinamice y potencialice la relación de Colombia con esa potencia asiática. Desde el sector privado, seguiremos contribuyendo con lo que nos corresponde: establecer los vínculos comerciales que le den vida a los acuerdos comerciales.
