Los mejores hoteles del mundo: Gold List 2023

Los editores globales de Condé Nast Traveler, repartidos por siete ciudades a través de tres continentes, hemos seleccionado un año más nuestros hoteles favoritos en el mundo. Bienvenidos a la Gold List 2023.
Grand Hotel Tremezzo
Stuart Cantor

Habrá quien piense que los mejores hoteles del mundo son más, que son menos, que falta este o que sobra aquel. Para nosotros, quienes formamos parte de Condé Nast Traveler en todo el mundo, elaborar la Gold List cada año también supone más de una discusión de ese tipo. Te aseguramos que este es el resultado de deliberaciones, votos, correos, reuniones, llamadas… y muchas semanas de trabajo hasta que por fin cerramos la lista definitiva. 

No es asunto baladí: la Gold List no solo muestra los mejores hoteles del mundo elegidos anualmente por los editores de Condé Nast Traveler, también premia el trabajo de un sinfín de personas que hacen posibles estos lugares idílicos. Porque en eso consiste también viajar, en hacer realidad los sueños.

Europa y Reino Unido

Villa Bel Air, Marbella Club Hotel.Hospitality Builders

MARBELLA CLUB HOTEL (MARBELLA, ESPAÑA)

El mundo giraría diferente sin Marbella Club, uno de esos pocos, poquísimos iconos de la hotelería internacional que han trascendido de lo terrenal; que son legendarios y se saben eternos. Refugio durante décadas de aristócratas, bon vivants (y bonne vivantes, por descontado) y rutilantes estrellas de Hollywood, hoy, lejos de anclarse en su glorioso pasado, apuesta por algo en lo que no podemos estar más de acuerdo: convertir la nostalgia en fenomenal excusa para abrazar el futuro. Por eso Marbella Club es tan absolutamente moderno, por eso la continua renovación de sus espacios no hace sino sublimar su belleza, redundar en ese lujo atemporal. 

La histórica finca de Santa Margarita, con su frondosa vegetación, acoge habitaciones, suites, grand suites, bungalós, villas y grand villas (en la imagen Bel Air, una de nuestras favoritas), creadas para ser refugio de total privacidad y a la vez la conexión con un universo de hedonismo sin fin. Del spa al delicioso Tomato Garden, del Kids Club (un sueño para niños y padres) a la gastronomía: El Patio, de cocina mediterránea, viajera y pimpante; ese Beach Club que enamoró a Slim Aarons con su atmósfera inspirada en el Acapulco de los años 50; El Grill y su crepitar del fuego azuzando el espíritu de la vieja Europa; Rudi’s, donde tomar la primera y (siempre) la penúltima... Ay (habitaciones dobles desde 535€, marbellaclub.com). -DAVID MORALEJO

Kinloch Lodge, isla de Skye.Bildagntur / Alamy

KINLOCH LODGE (ISLA DE SKYE, REINO UNIDO)

Kinloch Lodge lleva 50 años entre los hoteles más queridos de Escocia pero, cuando abrió en la primavera de 1972, sus propietarios, Claire y Godfrey Macdonald, no sabían si llegaría al otoño. Un par de años antes, Godfrey había heredado un puñado de antiguos títulos junto a un amplio terreno... y unas deudas colosales. Kinloch, un destartalado alojamiento para cazadores en el precioso Loch na Dal, cerca del extremo sur de la isla de Skye, era prácticamente todo lo que les quedaba a él y a Claire. Dieron la bienvenida a sus primeros huéspedes en un hotel sin electricidad, con solo un par de chimeneas y un teléfono bajo las escaleras. 

Y, sin embargo, la fama de Kinloch creció. La belleza del lugar; el encanto sin ambages de los propietarios y sus cuatro hijos, que se hicieron expertos en tomar los datos de las reservas y en hacer camas; la cocina deliciosa, ultralocal y de temporada de Claire, que se adelantó a su época en al menos una década… En 2002, Godfrey y Claire se jubilaron; su hija Isabella tomó las riendas del lugar y ha renovado las 18 habitaciones con sensibilidad, estilo y toques contemporáneos. Sigue teniendo esa grandeza de casa rural familiar con cero pomposidad gracias al compromiso de los Macdonald: hacer impecable lo sencillo y cuidar con esmero a los huéspedes. Suena fácil, pero no lo es (habitaciones dobles desde 439€). -STEVE KING

Hôtel du Palais, Biarritz.Franck Juery / Hôtel du Palais Biarritz

HÔTEL DU PALAIS (BIARRITZ, FRANCIA)

Fue en 1854 cuando Napoleón III compró una propiedad en Biarritz y construyó una casa de vacaciones palaciega para su mujer, Eugenia de Montijo. Ahora, tras una renovación integral que ha durado cuatro años, este majestuoso resort de finales del siglo XIX, antes conocido como Villa Eugénie y transformado en el señorial Hôtel du Palais en 1892, está listo para pasar revista de la mano de The Unbound Collection by Hyatt. Todo destila un aire imperial, desde el salón de baile de cuento decorado con frescos hasta el opulento bar Napoléon III, coronado con una lámpara de araña de 400 kilos, o la impresionante restauración artesanal de sillones, cortinas, sábanas y molduras. 

Pero no pienses que este hotel es una especie de museo: las 142 habitaciones y suites invitan a abrir las ventanas de par en par, respirar el salitre del aire y disfrutar del espectáculo de La Grande Plage. Abundan los detalles náuticos, como las ventanas de ojo de buey del piso superior. Ese ambiente de transatlántico se mantiene en la forma curva y panorámica de La Rotonde, donde el chef Aurélien Largeau prepara menús basados en el mar. Para una comida casera vasca, no te pierdas el informal Côté Maison. No te vayas sin visitar el Guerlain Imperial Spa (en 1853, Guerlain creó una colonia solo para Eugenia), de casi 3.000 m2. Prueba el tratamiento Black Orchid (habitaciones dobles desde 517€) -LANIE GOODMAN

Fachada del Santo Mauro, a Luxury Collection Hotel, Madrid.Luxury Collection Hotels

SANTO MAURO, A LUXURY COLLECTION HOTEL (MADRID, ESPAÑA)

Alcanzar un depurado estilo palaciego sin que resulte anticuado no es misión al alcance de todos. El éxito en el renovado Santo Mauro, el emblemático hotel de la calle Zurbano, viene de la mano de los mejores. Lorenzo Castillo ha puesto en valor la arquitectura francesa del palacete, única en Madrid, y la preciosa escalera modernista del vestíbulo, la antigua capilla y la biblioteca estilo Luis XV brillan con una energía contemporánea que María Covarrubias se ha encargado de iluminar al milímetro. 

El galardonado compositor Lucas Vidal pone la banda sonora, creando playlists que acompañarán tus vivencias en estancias como el Salón Chino, las suites y el jardín ‘secreto’, una joya concebida por Fernando Valero. En el bar, huéspedes y visitantes degustan cócteles como el Casilda, el preferido del duque de Santo Mauro, y Rafa Peña sirve su divertida y brillante revisión del tapeo en La Biblioteca Gresca. Todo esto ha hecho posible que el Santo Mauro, hotel favorito de muchos madrileños, forme parte por fin del portfolio de A Luxury Collection Hotel. Razones no le faltan (habitaciones dobles desde 608€). -CLARA LAGUNA

São Lourenço do Barrocal, Monsaraz (Portugal).Rory Wylie

SÃO LOURENÇO DO BARROCAL (MONSARAZ, PORTUGAL)

Cuando lo descubrimos y te lo contamos en las páginas de nuestra revista, hace unos cuantos años ya aunque parezca que fue ayer, nos faltaron adjetivos para expresar tanta belleza. Y tanta, tantísima sencillez. El menos es más alcanza aquí su paroxismo y deviene en lo que muchos hoteles buscan hoy, no siempre con suerte: ofrecer una experiencia honesta, real y enraizada con el entorno. La familia Uva, propietaria de esta finca agrícola de impronta shakespeariana –aquella primera vez quisimos ver aquí a los personajes de Mucho ruido y pocas nueces, literal–, realizó una profunda transformación de la que antaño fue, más que una herdade, una aldea con capilla, escuela, panadería, caballerizas, talleres y hasta plaza de toros. 

El resultado es lo que verás: 780 hectáreas dedicadas al disfrute del bello campo alentejano, habitaciones, suites y cottages diseminados por la propiedad, una piscina silvestre, salvaje, que invita a la vida contemplativa y planes como alargar el desayuno ad infinitum, catar los vinos de su propia bodega, admirar los cielos estrellados en el primer destino Skylight del mundo, montar a caballo, disfrutar en Hortelão de su cocina de proximidad (qué si no) o navegar por el cercanísimo lago de Alqueva. Suena idílico, casi al sueño de una noche de verano, pero no: es completamente real. Y lo tienes tan cerca (habitaciones dobles desde 400€). -DAVID MORALEJO

Waldorf Astoria, Ámsterdam.Chris Schalkx

WALDORF ASTORIA (ÁMSTERDAM, HOLANDA)

En 2014, Waldorf Astoria escogió esta zona tan clásica de Ámsterdam, muy cerca de la zona de museos, para su primera propiedad en la ciudad. La ubicación era idónea: una fila de mansiones de los siglos XVII y XVIII que en su día habitaron mercaderes y personalidades importantes. Tras una restauración completa que devolvió a la gloria cada detalle de estos edificios, hoy aloja a un público no muy diferente del que tuvo antaño. Su mérito es haber logrado el equilibrio perfecto entre lo clásico y lo sofisticado sin caer en la formalidad excesiva de otros hoteles históricos, igual de elegante que cualquiera de ellos y sin nada que envidiar a sus vecinos más modernos. Su mezcla de azul oscuro y tonos crema rebaja la sobrecarga sensorial de escaleras, enyesados y lámparas rococó, y los detalles de mármol y seda de las suites combinan con las velas aromáticas de Cire Trudon. El spa de Guerlain tiene todo lo que cabría desear, y el restaurante Spectrum sirve auténticas obras de arte comestibles de la mano del chef Sidney Schutte.

Pero lo que de verdad enamora aquí son las sorpresas que van apareciendo, como el jardín interior, un refugio del bullicio en el que se oye el canto de los pájaros. Todo un homenaje al fascinante pasado de Ámsterdam (habitaciones dobles desde 796€). CHRIS SCHALKX

Santa Marina, a Luxury Collection Resort, Mikonos.The Luxury Collection

SANTA MARINA, A LUXURY COLLECTION RESORT (MIKONOS, GRECIA)

Cuando buscaba hoteles para mi luna de miel en Grecia, el país de origen de mi madre, una de mis prioridades fue apoyar negocios griegos tras los estragos de la pandemia. Me encantó descubrir que Santa Marina, uno de los mejores resorts de Mykonos, seguía en manos de la misma familia local que lo inauguró hace 40 años. El único resort de la isla con playa de arena privada, situado en la tranquila bahía de Ornos, ofrece 101 habitaciones y suites con vistas a la playa y piscina privada, además de una selección de 13 amplias villas, un beach club escondido en una cala y dos piscinas. También dos restaurantes, el bar de sushi Buddha-Bar Beach Mykonos y el Mykonos Social de Jason Atherton, sirven platos creativos que van desde el poke y los ceviches de pescado local al cordero cocinado a fuego lento, pulpo a la brasa secado al sol, la clásica ensalada horiatiki y cestas de pan servidas con salsas tradicionales. 

El spa tiene un hammam tradicional, así como masajes de aromaterapia y una sauna por la que merece la pena alejarse una tarde del sol y la arena. Pero la auténtica magia de Santa Marina está en los placeres sencillos: te olvidarás de la fama fiestera de la isla mientras tomas una copa de assyrtiko en una cabaña a la sombra viendo pasar los yates (habitaciones dobles desde 890€; marriott.com). -SHANNON MCMAHON

Villa Igiea, a Rocco Forte Hotel, Italia.Villa Igiea, a Rocco Forte Hotel

VILLA IGIEA (PALERMO, SICILIA)

Esta elegante propiedad contrasta de una forma tan evidente con el bullicio de Palermo que da la sensación de estar en la otra punta de Sicilia en vez de a solo diez minutos del centro. Villa Igiea es uno de los resorts más antiguos de la zona, adquirido por la familia Florio, que en su día fue una de las más adineradas de Italia y transformado a principios de siglo XX en un alojamiento dedicado al bienestar al que acudía la realeza. Fue perdiendo su esplendor década tras década hasta 2021, año en que el magnate hotelero Rocco Forte lo devolvió a la vida. Y de qué manera: hoy, su piscina, sus bares y habitaciones se han convertido en una suerte de club privado para importantes familias europeas, que se juntan para tomar el aperitivo en la terraza exterior con vistas a la bahía y música de piano en directo de fondo. 

En el interior, los detalles modernistas, igual que los elaborados frescos de techos y paredes y las enormes escaleras, añaden un toque diferente a lo que no deja de ser un resort de costa clásico en el que cada suite es única. Villa Igiea, incluso en su versión más reciente, sigue generando esa tan difícil sensación de existir en una realidad propia que invita a sus huéspedes a disfrutar de un entorno idílico. ¿Quién no querría adentrarse en un lugar así? (habitaciones dobles desde 385€). -ERIN FLORIO

El Palace, BarcelonaEstudio Rafael Vargas

EL PALACE (BARCELONA, ESPAÑA)

Conozco Barcelona desde antes de aquel 1992 en el que la ciudad mostró al mundo de lo que era capaz. Desde entonces, siempre me ha llamado la atención lo nuevo: una estancia en el Arts cuando se inauguró, una visita a la taquería de la azotea de The Hoxton… Pero hay un hotel histórico en el Eixample que jamás pierde su atractivo. El Palace, al que los barceloneses siguen llamando “el Ritz” pese a que perdió ese nombre hace décadas, fue el último gran proyecto de César Ritz y mantiene esa opulencia. El vestíbulo, con sus columnas negras, parece preparado en todo momento para una representación de Salomé. Como todo gran hotel de lujo, ha alojado a personalidades como Dalí, que una vez pidió que se le subiese un caballo disecado a la habitación, pero también se rumorea que Mercader, el asesino de Trotski, fue maître en este lugar. El nombre que más suena ahora es el de Rafa Zafra y su restaurante, Amar (habitaciones dobles desde 473€). -RICK JORDAN

Micheal Driver/Folio
The Savoy, Londres.The Savoy

THE SAVOY (LONDRES, REINO UNIDO)

El Savoy es grande y complicado, pero en sus paradojas reside su encanto: desde el vestíbulo llamado Támesis no puedes ver el río, pero tiene un aire decididamente ribereño, con su paleta de verdes pálidos, la luz que se filtra por la cúpula de vidrio coloreado y el personal que revolotea en torno al ostentoso cenador del jardín de invierno. Lo cierto es que todo el lugar es un encantador cóctel de contradicciones estilísticas (elegancia victoriana, suavidad eduardiana, extravagancia art déco) que acaba siendo más que la suma de sus partes. 

Cuando hablamos de “un clásico” o “una institución”, solemos pensar en construcciones monolíticas, congeladas en el tiempo: no es el caso de The Savoy. Algunas de las renovaciones entre su apertura en 1889 y 1926, cuando Harry Craddock se hizo con el American Bar, incluyeron luz eléctrica en todas las habitaciones, ascensores hidráulicos el thé dansant y al menos una docena de los mejores cócteles del mundo. Y esta tendencia se mantiene. En 2021, la Royal Suite se redecoró con el toque de Gucci, y el año pasado abrió en un antiguo comedor privado sobre el legendario Savoy Grill Restaurant 1890, de Gordon Ramsay. Un dato: antes de volver a Florencia y abrir su negocio de maletas, Guccio Gucci trabajó como portero en The Savoy (habitaciones dobles desde 823€; ). -STEVE KING

Hôtel de Crillon, A Rosewood Hotel, París.Rosewood Hotels

HÔTEL DU CRILLON (PARÍS, FRANCIA)

Conocido entre los lugareños como Le Crillon, este es el tipo de hotel al que se escapan las celebrities para pasar desapercibidas y los simples mortales, para intentar destacar. Propiedad de duques y condes antes de la Revolución Francesa e inaugurado como hotel en 1909, este palacio, hoy gestionado por Rosewood Hotels, es uno de los más grandiosos de París. Las piedras preciosas, los elaborados arreglos florales y mucho, mucho mármol están por todas partes. 

Nuestra visita más memorable fue en 2021, cuando la ciudad estaba cerrada a los extranjeros y el hotel reconvirtió la suite Leonard Bernstein, así como el balcón envolvente, en un bar en el que los parisinos pudieran tomar cócteles con vistas a la plaza de la Concordia. Ahora ha vuelto a ser una magnífica suite, pero seguimos teniendo el bar Les Ambassadeurs, con una estética oscura y etérea digna de Dentro del laberinto, de David Bowie. Aquí son claves la comodidad y la elegancia, desde las hortensias frescas en la habitación a los productos de la exquisita Officine Universelle Buly. Y la cama, mon dieu!, es como dormir en una nube. Por todo esto venimos a Le Crillon: porque queremos vivir la Historia con un toque de modernidad y mucho savoir faire  (habitaciones dobles desde 1.800€). -SARA LIEBERMAN

Caruso, A Belmond Hotel, Italia.Tyson Sadlo

CARUSO, A BELMOND HOTEL, AMALFI COAST (RAVELLO, ITALIA)

La primera vez que fuimos a Caruso, una propiedad del siglo XI en la cima de las montañas Lattari, en Ravello, con vistas a 300 metros de altura del mar Tirreno, fue a finales de abril, cuando los limoneros de la Costa Amalfitana están en flor. El hotel, un palacio de piedra caliza aferrado a la colina, prometía una escapada de lo más atractiva. Al llegar comprobamos cómo los terrenos se abrían al pie del palacio cual gigantescos escalones de césped entre rosales, hamacas y cítricos, mientras la glicina arrojaba pétalos desde las pérgolas, palideciendo ante el intenso rosa de la buganvilla. Una visión que quita el aliento. 

Este año decidimos volver. La comida, o mejor dicho, la forma tan relajada de disfrutarla, fue el motivo principal de nuestra segunda visita. Cada mañana dedicábamos una hora al desayuno entre tortillas de romero, tomates fritos con focaccia, tartaletas de caprese al limón y sfogliatelle santarosa, una pasta en forma de concha rellena de frambuesa y crema. A mediodía dábamos un paseo hasta el pueblo y por las noches nos quedábamos en el hotel, atrapados en una decadente y genial indulgencia. Y, aunque no solemos repetir destino, ya estoy pensando en la próxima visita. En abrir las ventanas de la villa y recordar por qué Caruso es la excepción (habitaciones dobles desde 615€). -JO RODGERS

Beau-Rivage Palace, Lausana.Beau-Rivage Genève

BEAU-RIVAGE PALACE (LAUSANA, SUIZA)

Han pasado ya más de cinco años desde la última vez que estuve en los terrenos de Beau-Rivage, desde que me quedé boquiabierta contemplando el edificio alzarse sobre el lago Leman, pero el recuerdo de la habitación sigue claro como si hubiese estado ayer: la gruesa alfombra bajo mis pies, la terraza de cuento de hadas desde la que veía cómo el amanecer iluminaba los Alpes cada mañana, el momento en el que abría las persianas antes de empezar el día con un café recién hecho. Los interiores en Beau-Rivage son regios pero sobrios; los empleados –muchos de ellos salidos de la cercana y reconocida École Hôtelière de Lausanne–, eficientes y agradables. 

Dediqué gran parte del tiempo a pasear por los cuidados jardines, junto a la orilla del lago. Al caer la noche, después de disfrutar de clásicos como el lenguado a la meunière en el restaurante Anne-Sophie Pic, con dos estrellas Michelin, solía quedarme en la elegante penumbra del bar, meciendo una copa de amaro mientras veía a los empresarios cerrar tratos bajo tapices del Viejo Mundo. En cierto modo, todo esto no era más que una distracción, una forma de matar el tiempo hasta poder retirarme educadamente a mi habitación y acceder de nuevo a mi pequeño mundo de fantasía; un mundo al que anhelo volver (habitaciones dobles desde 480€; brp.ch). -BETSY BLUMENTHAL

The Newt in Somerset, Reino Unido.Jenny Zarins

THE NEWT IN SOMERSET (SOMERSET, REINO UNIDO)

Decir que The Newt es un hotel es como decir que el Palacio de Buckingham es una casa: con esos jardines que por sí solos merecerían una visita, museo interactivo, un spa de lujo, heladería y pastelería, este hotel es más que sus 42 preciosas habitaciones; ofrece hasta safaris de abejas y catas de miel. Sabiendo esto, es fácil entender por qué ha causado tanto furor desde que abrió en 2019 en un rincón de Somerset, ya en alza gracias a la cercana galería Hauser & Wirth. Ahora al terreno de 323 hectáreas se ha añadido una villa romana reimaginada con museo. Koos Bekker, millonario sudafricano y dueño de la finca, así como su mujer, Karen Roos, no han reparado en gastos en la villa. 

Roos define su diseño como “clásico contemporáneo” con algunos toques divertidos: los tapices de las paredes, la sala decorada en los colores de un juego de croquet, un busto romano luciendo un collar de conchas marinas. Los dormitorios van desde el rural chic a la simplicidad escandinava. Igual que pasa en el hotel sudafricano de la pareja, Babylonstoren, los jardines son el centro de todo, así que a nadie sorprenderá que la comida del huerto a la mesa rebose frescura. The Newt también fabrica su propia sidra, o “cyder”, como ellos lo llaman, con los 300 tipos de manzanos del huerto en forma de óvalo (habitaciones dobles desde 594€). -JANE KNIGHT

Kyrimai, Grecia.Julia Klimi & Alexandros Kyrimis

KYRIMAI (MANI, GRECIA)

En el corazón de la península de Mani, el brazo central del Peloponeso, hay extensiones infinitas de naturaleza prácticamente sin tocar, campos de cardos casi de la altura de una persona marcados aquí y allá por caminos y santuarios. Una de las pequeñas poblaciones que se encuentran en este paisaje es Gerolimenas, en la costa suroeste de la península, y en ella hay una casona del siglo XIX que es, desde hace 20 años, un hotel histórico en el que parece posible viajar en el tiempo. Sobre la construcción original, que llevó a cabo la misma familia que gestiona el hotel, se ha realizado una reforma impecable. 

Este laberinto de gruesos muros de piedra, arcos y escalinatas consigue a la vez dar la sensación de castillo encantado. Muchas de las habitaciones tienen dos pisos, y las camas de sábanas blancas están resguardadas en la parte superior, pero el sol entra por las ventanas y baña las paredes ambarinas y los suelos de madera. El agua cristalina que se contempla desde el restaurante está llena de peces que se acercan a nadar en la sombra, y cuesta resistirse a la tentación de bajar a darse un baño, aunque también apetece quedarse en tierra a escuchar los barcos mecerse sobre las olas. La cocina es de las mejores de la región: las sardinas con aceitunas negras y el feta con hinojo marino tienen sabores verdaderamente paradisíacos (habitaciones dobles desde 130€; kyrimai.gr). ANTONIA QUIRKE

Grand Hotel Tremezzo, Como, Italia.Kasia Gatkowska

GRAND HOTEL TREMEZZO (COMO, ITALIA)

En un panorama hotelero cada vez más agresivo en Italia, algunas propiedades familiares mantienen ese aire único con el que muchos grandes grupos solo pueden soñar. El decadente Grand Hotel Tremezzo es sin duda uno de ellos: lleva en manos de la misma familia desde su apertura en 1910 y exuda encanto del Grand Tour en cada rincón. A poca distancia del Lago di Como y con vistas a Bellagio, este edificio de estilo art nouveau italiano evoca una sensación que se acentúa al entrar al elegante vestíbulo, con la escalinata con alfombra roja, los espejos antiguos con marco dorado y los baños de mármol. 

Pero, a pesar de su opulencia, el hotel también consigue ser íntimo gracias a espacios como el spa con piscina climatizada y productos Santa Maria Novella, la piscina exterior rodeada de bosque y flores, y las barras escondidas y banquetas en las esquinas del restaurante (no te pierdas el risotto de pan de oro). El hotel consigue fascinar sin esfuerzo con detalles como una tentadora tienda que exhibe marcas como Bric’s Milano, Borsalino y Chez Dede, y el precioso bote de madera perfecto para excursiones por el lago… y para moverse sin preocuparse por el tráfico en carretera. Pero la pièce de résistance es la piscina flotante en el lago: un lujo de película con su propia playa, sombrillas naranjas y elegantes tumbonas (habitaciones dobles desde 750€). -ONDINE COHANE

Deplar Farm, Islandia.Oivind Haug

DEPLAR FARM (TRÖLLASKAGI, ISLANDIA)

Algunos lugares desafían, o más bien trascienden, el mismo concepto de hotel. Deplar Farm, una antigua granja en un remoto valle al norte de la península de Tröllaskagi, con mayor población de ovejas que de personas, es uno de esos lugares. Lo que queda grabado en la memoria son las sensaciones: el escalofrío al sumergirse en la gélida piscina después de 15 minutos de meditación en una sauna; la espuma de las olas contra la luz rosada del amanecer durante una excursión en kayak por el mar; la modorra durante un baño de sonidoterapia. 

Aunque a simple vista parece igual al resto de las granjas, este lodge para 32 huéspedes es una guarida amplia y cristalina de puro hedonismo. No es solo que las sillas de estilo mid-century pidan a gritos que te sientes en ellas, sino que todo el espacio, dentro y fuera, es una seducción, desde el heliesquí en las montañas circundantes hasta el surf en el solitario fiordo de Skagafjörðu, pasando por la pesca con mosca en busca de salvelinos y truchas en los lagos cercanos. A veces el lujo es tal que resulta casi irreal: en el camino entre la bañera de hidromasaje interior y la exterior, con vistas del valle descendiendo hasta el mar, un empleado aparece en la barra de la piscina y nos pregunta si queremos los mismos negronis que la noche anterior (habitaciones dobles desde 3.200€; elevenexperience.com). -TOBY SKINNER

The Goring Hotel, Londres.The Goring Hotel

THE GORING (LONDRES, REINO UNIDO)

The Goring es londinense hasta la médula. A diferencia de muchos otros hoteles de lujo, de esos de discreto aire internacional, este no podría estar en ninguna otra parte del mundo. Desde sus habitaciones llenas de antigüedades y su cercanía al Buckingham Palace hasta su comedor señorial, frecuentado en su día por la reina consorte Isabel Bowes-Lyon, es uno de los mayores iconos de la ciudad. Pero la palabra que lo define es “tradicional” más que “anticuado”, y bajo esta capa tan clásica se aprecia una realidad mucho más contemporánea. Las camas son increíblemente cómodas y las toallas suaves y gruesas. Los baños cuentan con duchas amplias y bañeras en las que se podría organizar una regata. 

La discreción lo es todo en este lugar en el que quizás se hayan debatido y organizado luchas de poder y demás ardides, y el Goring Cocktail Bar, que ha auspiciado tantas conversaciones furtivas en el pasado, sigue sirviendo los mejores Martinis de la ciudad. El director, Jeremy Goring, es miembro de la cuarta generación de esta familia a cargo del hotel y, como amante del surf, se encarga de que las cosas no se estanquen. El bastión de la cocina británica tradicional es el restaurante The Dining Room: oeufs Drumkilbo, costillar de cordero, ternera Longhorn a la Wellington y la legendaria tortilla de langosta (habitaciones dobles desde 672€). -TOM PARKER BOWLES

Cipriani, A Belmond Hotel, Venecia.Mattia Aquila / Belmond

CIPRIANI, A BELMOND HOTEL, VENICE (VENECIA, ITALIA)

El clásico bote a motor de cedro barnizado, el último grito en navegación chic de Venecia en los años 70, te espera para llevarte al Cipriani, A Belmond Hotel, donde te recibirá el encantador Roberto, que lleva aquí toda la vida. A diferencia de otros hoteles de lujo de Venecia, que ocupan palacios históricos, el edificio de Cipriani se construyó ad hoc en 1958 en 12.000 m2 de terreno en la isla de Giudecca, anteriormente propiedad de la familia Guinness. Las hijas, Honor y Brigid, eran fans de Harry’s Bar, y por eso invitaron al dueño, Giuseppe Cipriani, a ser más ambicioso y abrir un hotel con ellas como socias. 

El resultado es un lugar sin rival; del servicio atento que nunca resulta empalagoso a la atmósfera de paz sin perder ese aire de club discreto y exclusivo entre canchas de tenis, cocina en el jardín, viñedo y spa en los jardines Casanova, donde el mujeriego que le da nombre sedujo a las monjas del convento vecino. Ojo a la espectacular piscina olímpica, cuyo tamaño fue un afortunado accidente, ya que el arquitecto se lió con las medidas entre metros y pies. Desafortunadamente, el barman Walter Bolzonella, creador del cóctel Buonanotte junto a George Clooney, se ha jubilado; lo sustituye el hábil Riccardo Semeria. La elegancia en cada detalle define este hotel eterno (habitaciones dobles desde 835€; ). -CATHERINE FEARWEATHER

Le Meurice, París.Le Meurice

LE MEURICE (PARÍS, FRANCIA)

Una reflexión: ¿serían los hoteles de París tan palaciegos si no hubiera ocurrido la Revolución Francesa? Ese estilo Luis XIV, de pan de oro y brillo satinado, de asientos barrocos y lámparas de araña, se ha repetido hasta la saciedad, tanto que se nos olvida lo impresionante que puede ser. Le Meurice es un punto y aparte en este sentido: un espectáculo de ópera donde otros hoteles son musicales de Broadway con decorados tambaleantes; una obra de teatro inmersiva en la que cada detalle –el emblema del galgo que decora la mantequilla, el pañuelo decorativo de seda del maître, el trampantojo de fruta del jefe de repostería Cédric Grolet– siguen una cuidadosa coreografía.

Pero, a pesar de toda la grandiosidad, sigue siendo acogedor y contemporáneo. Siéntate en el comedor Ducasse entre toda la pompa de Versalles mientras das vueltas con indolencia en tu silla de tulipa de Eero Saarinen esperando a que te traigan los huevos trufados. A diferencia de muchos hoteles palaciegos de la ciudad, este no se esconde, sino que se alza en el corazón de París, con los principales museos a su alrededor. Durante el debut de Art Basel en París, Le Meurice fue la elección obvia de coleccionistas: no hay amante del arte que no quiera dormir en esta obra maestra (habitaciones dobles desde 1.700€; dorchestercollection.com). -RICK JORDAN

África y Oriente Medio

La Mamounia, Marrakech.Madeline Lu

LA MAMOUNIA (MARRAKECH, MARRUECOS)

Para enamorarse de La Mamounia solo hace falta cruzar la puerta y dejarse llevar. Otra cosa es entender La Mamounia, quererla eternamente más allá del romance fugaz. Esto precisa mucha devoción hotelera y no poca distancia para asimilar que, una vez aquí, pasarás a formar parte de una historia fascinante escrita por uno de los hoteles más emblemáticos del mundo. 2023 será por cierto su gran año, ya que celebra el centenario de su nacimiento con fastos que de momento mantienen en absoluto secreto. Qué será, será… como cantaba por aquí Doris Day en El hombre que sabía demasiado, la peli con la que Alfred Hitchcock, en vez de miedo, nos dio ganas irrefrenables de conocer Marrakech.

Mientras los desvelan podríamos hablarte de los eternos desayunos junto a Le Pavillon de la Piscine, qué divino lugar para ver y ser visto; de lo que significa sentarse en el Churchill a tomar una copa y acabar compartiendo aventuras con huéspedes de aquí y allá; de las fastuosas cenas en Le Marocain, donde la cocina marroquí se torna sublime; de cómo el atardecer lo tiñe todo de un color que jamás habías visto. Podríamos hablarte de mil sensaciones... pero mejor ve (habitaciones dobles desde 450€). -DAVID MORALEJO

Crookes & Jackson
Crookes & Jackson

BABYLONSTOREN (PAARL, SUDÁFRICA)

Al salir de las carreteras de Ciudad de Cabo, atravesando viñedos y campos de árboles frutales por los que traquetean los tractores entre viñas y melocotones, llegarás a Babylonstoren, flanqueado por un granero reconvertido en restaurante... y por un burro que todos quieren acariciar. No es de extrañar el ambiente hogareño que transmite porque esta propiedad del siglo XVII de 200 hectáreas es, de hecho, un hogar. Babylonstoren pertenece a Karen Roos, ex editora de revistas que, cuando abrió el complejo, construyó 13 casas rurales junto al jardín, cada una con su cocina. Si quieres una inmersión total en el gusto impecable de Roos, puedes alojarte en su cortijo lleno de arte y antigüedades, que data de 1777. 

Las familias pueden alojarse en la nueva Fynbos Family House de cinco habitaciones, y dejar que los niños jueguen con libertad entre la maleza. Tú mientras disfruta de la tienda, la panadería reconvertida en horno de leña para pizzas, la fábrica de jabón, la prensa de aceitunas que produce deliciosos aceites o, el último descubrimiento, una bodega de vinos y museo. Los frondosos huertos son una delicia en sí mismos, y después de una comida de sobremesa eterna en los restaurantes Greenhouse o Babel no hay nada mejor que una sesión de hammam y un masaje en el nuevo spa (habitaciones dobles desde 1.385€). -LISA GRAINGER

Courtesy Asilia Jabali Ridge

JABALI RIDGE (RUAHA, TANZANIA)

El Parque Nacional de Ruaha es una de esas joyas naturales que los aficionados a los safaris prefieren mantener en secreto. Y, sobre un promontorio desde el que se ve una planicie de fauna fascinante y el río Mwagusi (dependiendo de la estación), se alza este acogedor campamento, como el hogar de los Picapiedra de nuestros tiempos, solo que con una de las piscinas más bonitas de todo el continente. 

El hotel tiene ocho habitaciones, cada cual de diseño más innovador, y algunas de ellas orientadas de forma que se ven pasar elefantes desde las hamacas. Otras están construidas sobre rocas en las que los damanes roqueros se tumban al sol y todas son obra de Caline Williams-Wynn, una interiorista de Ciudad del Cabo que ha sabido encontrar el equilibrio perfecto entre sostenibilidad y lujo. Su cubierta vegetal proporciona sombra y los muebles de madera combinan con las telas adornadas con motivos inspirados en plantas autóctonas. Después de un masaje con aceite de marula, lo que más apetece es tomar un cóctel con hierbas mientras se pone el sol. Resulta muy difícil no enamorarse de este lugar, lleno de gente con la que compartir la fascinación de avistar un gran felino o un licaón y con un personal tan apasionado por su trabajo como el que aquí te espera (habitaciones dobles desde 863€). -LANIE GOODMAN

Courtesy Singita  

SINGITA KWITONDA LODGE (MUSANZE, RUANDA)

El único alojamiento colindante con el Parque Nacional de los Volcanes de Ruanda es también el más cercano a las oficinas del parque. Entrar en este lugar es adentrarse en un mundo de comodidad absoluta: desde la deliciosa y nutritiva comida hasta el material de senderismo siempre disponible, no hace falta preocuparse por nada, solo de disfrutar de esos majestuosos animales con los que compartimos el 98% del ADN: los gorilas. Los interiores de Kwitonda, hechos con roca volcánica, bambú y eucalipto, están decorados con artesanía local y, desde las habitaciones, se ven los montes volcánicos que asoman entre la niebla de unos bosques que se extienden hasta donde alcanza la vista. 

Los enormes baños hacen también de spa privado y cuentan con camillas en las que los terapeutas podrán aliviar el agotamiento muscular tras un día de aventura. Hay actividades de sobra para entretenerse, desde el yoga hasta las visitas al pueblo cercano o las rutas naturales junto a expertos en conservación en las que se destaca la importancia de la resilvestración. Singita ya ha avanzado en su objetivo con 250.000 árboles y arbustos plantados. Las suites incluyen libros, material artístico, chimenea interior y exterior y una piscina climatizada. Un refugio ideal para disfrutar tardes enteras mientras escuchas el sonido de la lluvia (suites desde 2.154€ por persona y noche). -JANE BROUGHTON

Chris Schalkx

THE JAFFA, A LUXURY COLLECTION HOTEL (TEL AVIV, ISRAEL)

Mi primer viaje a Tel Aviv tuvo como inspiración una foto. No era una foto del paseo marítimo repleto de patinadores bronceados, ni de los preciosos edificios blancos estilo Bauhaus que iluminan el centro de la ciudad. No, la fotografía que me inspiró fue una imagen del interior del bar The Chapel del hotel The Jaffa: un antiguo convento con vidrieras de colores que el diseñador británico John Pawson ha convertido en una obra de arte anacrónica uniendo de manera magistral el turbulento pasado de la ciudad con un presente ultralujoso; en persona impresiona aún más, con sus techos profusos en adornos neoclásicos, las robustas sillas Botolo italianas en terciopelo color mostaza y el altar reconvertido en barra forrada de mármol. 

Esta fórmula de fusión entre lo nuevo y lo viejo se repite en el resto de espacios del hotel, de los pasillos en arco que rodean un patio de aromas cítricos al yeso desgastado por el tiempo de mi suite, con un baño oculto tras una caja de aspecto futurista. Es una analogía acertada de la rápida gentrificación de Jaffa, al sur de Tel Aviv y tan antiguo como la misma Biblia, que se ha convertido en una de las zonas más creativas de Israel. Las paredes de The Jaffa ya han cumplido cien años, pero pocos hoteles consiguen capturar tan bien el zeitgeist que está viviendo la ciudad (habitaciones dobles desde 627€). -CHRIS SCHALKX

Courtesy The Chedi Muscat

THE CHEDI MUSCAT (OMAN)

En mi primera visita al Chedi Muscat en 2004, este refinado templo a la tranquilidad aún era una anomalía. En una sultanía en la que los hoteles de cinco estrellas se entregaban a las excéntricas muestras de deslumbrante rococó, el Chedi Muscat lo tenía todo para seducir al opulento gusto del mercado de Oriente Medio: afortunadamente, la primera incursión de la marca en esta región ha sido todo un éxito. El Chedi Muscat se ha ganado una legión de fans, tanto de la zona como internacionales, que acuden a este hotel no para ser vistos, sino para todo lo contrario. 

El vestíbulo ya indica por qué: bajo un encantador techo adoselado (un guiño al pasado beduíno de Omán) reina el silencio. La falta de música crea una atmósfera de serenidad, en la que la banda sonora del día a día es el suave borboteo de las instalaciones de agua que atraviesan las 8 hectáreas de cuidados terrenos. En sus 162 habitaciones y suites, definidas por la relajante simetría de los diseños omaní y asiático, abundan la teca y el lino fresco. Esa sensación de paz también se hace sentir en el restaurante principal del hotel. La pesca omaní es el atractivo principal de los menús de los seis restaurantes. Al atardecer, las antorchas iluminan el insondable cielo árabe, con la única compañía del sonido de las olas (habitaciones dobles desde 343€). -STELLA ROSATO

One & Only Royal Mirage (Dubai).One & Only Royal Mirage

ONE & ONLY ROYAL MIRAGE (DUBÁI)

En una época en que ciertas propiedades de lujo parecen recortar en pequeños detalles que el huésped no percibirá, One & Only Royal Mirage sigue infalible. De los detalles en la habitación, como las flores frescas, a los de cortesía, como la fruta helada junto a la piscina y un servicio de limpieza para gafas de sol, todo contribuye a crear una agradable sensación de autoindulgencia. Ya en el mismo vestíbulo de mármol el personal percibirá todas tus necesidades sin ser molesto o intrusivo. 

En su apertura en 1998 frente a la playa de Jumeirah, sus cúpulas y arcos tradicionales superaron con elegancia las vecinas residencias de la realeza. Aunque ha aumentado su extensión para incluir el Arabian Court y el Residence & Spa, sigue teniendo un sentido innato del espacio y la privacidad, sin duda ayudado por las 26 hectáreas de terreno. A nadie sorprenderá que los vehículos más habituales sean los buggies de golf para evitar que los huéspedes vestidos de Loro Piana suban demasiadas escaleras hasta los ocho restaurantes, dos de los cuales están bajo el mando del chef Mauro Colagreco, con tres estrellas Michelin. Ni en los emblemáticos ni en los alojamientos que rebosan postureo encuentra rival: One & Only Mirage es, sencillamente, el rey de Dubái (habitaciones dobles desde 543€). -STELLA ROSATO

Iain Masterton/Alamy
Matyas Rehak/Alamy

JUMEIRAH AL QASR (DUBÁI)

No esperaba enamorarme, no tanto, de Jumeirah Al Qasr: este palacio de mármol y oro en el corazón de una playa plagada de resorts es totalmente opuesto al estilo “menos es más” que suele atraer a un autoproclamado huésped sofisticado como yo, pero a las pocas horas de hacer el check in me vi absorbido por esta fantasía árabe y, a la mañana siguiente, me sentía un auténtico miembro de la realeza. Es imposible no sentirse como un príncipe cuando el servicio siempre está atento a tus necesidades, cuando te deslizas por el laberinto de canales del hotel en un abra, o recorres los pasillos decorados con columnas de estilo árabe y celosías mashrabiya. 

Los más de 50 bares, cafeterías y restaurantes esparcidos entre las palmeras del complejo están siempre listos para proveerte lo que puedas desear, y las habitaciones son dignas de la realeza, con lujosos baños, bañeras de mármol y hasta incrustaciones de madreperla. Luego están las vistas desde el balcón: el desierto se mezcla con una maraña de palmeras y piscinas, y el brillo del skyline de Dubái al fondo. A primera vista, Al Qasr podría parecer un oasis en el desierto al estilo Disney, pero si te alojas aquí descubrirás que el encanto de este fastuoso lugar reside en su proverbial hospitalidad (habitaciones dobles desde 521€). -CHRIS SHALKX

Asia

Chris Schalkx

THE DATAI LANGKAWI (MALASIA)

El cliente más recurrente de The Datai ha acumulado más de 50 visitas desde su apertura en 1993: así de intensa es la fidelidad que despierta este hotel malayo que año tras año ve volver a los británicos vestidos de lino y a los singapurenses luciendo Hermès de pies a cabeza, a menudo de la mano de la próxima generación de habituales. La clave es la atmósfera relajada: chic tropical, pero nada ostentoso, un testamento a los diseños atemporales de Kerry Hill incluso después de que el arquitecto francés Didier Lefort mejorara las habitaciones de teca y el hotel añadiera piscinas privadas a más villas. 

Los restaurantes son un cóctel espectacular de cocinas tailandesa, india y malaya servida en pabellones con techo de paja y en el Dining Room junto a la piscina, donde el menú degustación del chef Chai Chun Boon echa mano del huerto de permacultura del hotel. El spa cubierto y al aire libre, ubicado junto a un arroyo en medio de la jungla, nunca deja de impresionar. Pero los habituales vuelven por los placeres sencillos: los cálaos que pasan volando como balas junto a la suite, los langures agitando el follaje sobre tu cabeza y las expediciones a primera hora de la mañana con el naturalista Irshad Mobarak… La emoción de la vuelta a lo salvaje en The Datai nunca acaba (habitaciones dobles desde 486€). -CHRIS SCHALKX

Nancy Lova

THE OBEROI UDAIVILAS (UDAIPUR, INDIA)

Udaivilas, el mayor de los cinco resorts de Oberoi, lleva años agitando a sus huéspedes a base de aventuras, catas e inmersiones en la cultura india, incluso antes de que las “experiencias” se convirtieran en el gran reclamo hotelero en todo el mundo. De talleres de cocina tandoor a recitales bajo las estrellas, Udaivilas anima a empaparse de la cultura del subcontinente. Mi propia vivencia allí hace 20 años fue un absoluto despertar: vi una luz anaranjada bajo los párpados cuando me derramaron aceite caliente en la frente (el chakra del tercer ojo) y liberaron toda una vida de presión emocional en un instante. 

Aquella primera experiencia fue inolvidable gracias a la perfección del entorno en Udaipur, la ciudad más romántica de India, que se define por una extravagancia digna de un cuento de hadas. Ya sea flotando en la piscina del spa sobre el lago Pichola, relajándote en el baori rodeado de cúpulas doradas o subiendo por escaleras que parecen llegar al cielo, la experiencia de Udaivilas aúna a la perfección lo espiritual y lo sensual. Los canales de agua atraviesan patios repletos de fuentes hasta una piscina en la que podrás nadar mientras contemplas el reflejo del cielo o las luces titilantes y embriagadoras de los faroles (habitaciones dobles desde 335€). -CATHERINE FAIRWEATHER

Chris Schalkx

MANDARIN ORIENTAL, BANGKOK (TAILANDIA)

Si hay un lugar en el mundo en el que te puedan pasar cosas como coincidir en la cena con comerciantes de atún tailandeses multimillonarios o cruzarte por los pasillos con Russell Crowe, ese es el Mandarin Oriental Bangkok. Desde la espectacular suite John le Carré, toda blanca y verde jade, se ve fluir el río Chao Phraya, y contemplar el movimiento de barcas y buques cisterna desde los lujosos interiores, enfundado en una comodísima bata, invita a fantasear con ser escritor de renombre. 

No falta fiesta para quien la busque, y no hay mejor lugar que el pequeño Bamboo Bar para pasar la noche escuchando jazz y llegar a tiempo para el mejor desayuno del mundo. Ni hay mejor forma de empezar el día que con fruta tropical en abundancia y unos huevos benedictinos perfectos en la amplia terraza frente al río. En cuanto a comidas y cenas, la experiencia kaiseki de la mano del chef Takagi Kazuo en el restaurante Kinu combina en perfecto equilibrio gastronomía tailandesa y japonesa. El spa es un auténtico paraíso, y sus tratamientos mezclan técnicas ancestrales y contemporáneas para crear un abanico único de terapias destinadas al bienestar. Los mejores hoteles del mundo no lo son solo por su diseño e instalaciones; también son lugares con vida propia. El Mandarin Oriental, con sus 146 años de historia, sigue teniendo todo esto (habitaciones dobles desde 524€). -LEE COBAJ

Courtesy Hoshinoya Kyoto

HOSHINOYA (KYOTO, JAPÓN)

El fluir de una embarcación estrecha; el remolino de un río bordeado de piedra; las abruptas montañas forradas de bosque; el sutil saludo del personal en un embarcadero junto a tres sillas Diamond de Harry Bertoia. Esta es la escena que me da la bienvenida en Hoshinoya en mi primera visita en cuatro años. Sereno, remoto y profundamente curativo, este lugar nada tiene que ver los turistas en kimono haciéndose selfies junto a las pagodas y, desde su apertura en 2009, es el antídoto perfecto para los visitantes cansados del cliché. 

Aquí, la naturaleza es la protagonista: un viaje en barco de 15 minutos transporta a los visitantes desde los bosques de bambú de Arashuyama hasta el hotel. En esta escondida ladera con vistas al río Oi se desperdigan 25 habitaciones entre jardines frondosos y arces otoñales, rosadas flores de cerezo y altos pinos. Los edificios centenarios han sido renovados por la arquitecta Rie Azuma con motivos fotográficos en papel karakami sobre las camas, biombos blancos minimalistas y bañeras hinoki. La gastronomía está a la altura, entre platos de temporada –uno de nuestros favoritos es el filete de ternera y miso rojo envuelto en hojas de higuera– y exquisitos desayunos en la habitación. Hoshinoya es un lugar para escribir haikus y recuperar el sueño que el ajetreo nos quita (habitaciones dobles desde 246€). -DANIELLE DEMETRIOU

Chris Schalkx

RAFFLES SINGAPORE (SINGAPUR)

Hasta el hotel más clásico tiene capacidad para reinventarse. Raffles, inaugurado en 1887, pasó por una reforma de dos años que lo transformó por completo en 2019. Esta nueva versión, más elegante que nunca, destaca el encanto histórico de esta joya nacional a la vez que la prepara para el futuro. Hay detalles que no han cambiado, como el enorme vestíbulo, que sigue dando esa sensación de amplitud que apreció Joseph Conrad en su día. La lámpara de araña refleja la luz del sol y la esparce por las paredes y las preciosas celosías cobrizas, y los suavísimos sillones ofrecen un espacio en el que disfrutar del famoso té del hotel. 

Las suites, apartamentos en sí mismas, tienen un aire nostálgico, pero a la vez incluyen todo lo que necesita el huésped moderno, y los libros de autores locales que verás en sus estanterías son un guiño a la elite literaria que solía alojarse aquí, entre la que destacan nombres como Noël Coward, Rudyard Kipling y Pablo Neruda. La mezcla de sabores locales e internacionales, desde la cocina india de Tiffin Room hasta los menús de Anne-Sophie Pic y Alain Ducasse, atrae a clientela de todo el mundo. El mítico Long Bar sigue siendo el mejor lugar en el que tomarse un Singapore Sling, además del único lugar de Singapur en el que nadie te mirará mal por tirar las cáscaras de cacahuete (habitaciones dobles desde 870€). -SHAMILEE VELLU

Chris Schalkx
Chris Schalkx

NIHI SUMBA (ISLA DE SUMBA, INDONESIA)

Para llegar hasta aquí necesitas volar hasta Bali y tomar una avioneta hasta la isla de Sumba, al este. Al tocar tierra te espera una hora y media en jeep esquivando arrozales y pueblecitos de cabañas con tejado de hierba. Pero todo compensa cuando llegas al cartel de madera que reza “bienvenido al límite de lo salvaje”. Compensa por las vistas (más si te va el surf) de las olas azules y los ponis Sandalwood que trotan por la playa al amanecer. Compensa por las villas, amplias haciendas de bambú y tejidos ikat acunadas por jardines rebosantes de buganvilla rosada. 

Y volverás por las actividades inmersivas, demasiadas para hacer todas en una sola semana, entre las que se incluyen pícnics, tours guiados para comprar carpintería sumbanesa y cestas trenzadas con hoja de palmera. Pero, sobre todo, querrás volver porque sabrás que tu contribución marcará la diferencia para los habitantes de esta isla. Lo verás de primera mano en la clínica de malaria a las puertas del resort, o durante las clases voluntarias de inglés y los programas en escuelas locales, financiados por la Sumba Foundation, de la que tanto Nihi como sus acaudalados huéspedes son los principales mecenas. Durante los próximos dos años, la empresa crecerá con filiales en la vecina Flores, en la isla de Roti, junto a Timor Occidental, y el norte de Costa Rica (habitaciones dobles desde 1.277€). -CHRIS SCHALKX

Micheal Driver
John McDermott/Amansara

AMANSARA (SIEM REAP, CAMBOYA)

El sol quema con fuerza en Camboya, pero al final de la tarde su ardor se diluye y todo queda teñido en un bucólico tono sepia. La hora dorada tiene un encanto especial en Amansara, entre las discretas paredes beige que amortiguan el ruido y la actividad del centro de Siem Reap, donde los patios interiores del hotel evocan el brillo de una era ya pretérita. Villa Princiére, el nombre original de la propiedad, se completó en 1962 como una obra maestra de la nueva arquitectura khmer. El rey Norodom Sihanouk encargó al arquitecto francés Laurent Mondet la construcción de su casa para invitados, un lugar donde personajes como Jacqueline Kennedy pudieran alojarse cuando visitaran Camboya. 

Aunque Amansara ofrece un refugio fresco y tranquilo ajeno al ruido y el calor de las calles, y aunque su spa de lujo es el sitio perfecto para mimarse, nadie viaja a Siem Reap en busca de tranquilidad, sino para ver las espectaculares ruinas de la edad dorada del imperio khmer y para conectar con una ciudad en expansión que resurge triunfante de las cenizas de un pasado complicado. A las puertas de Angkor Wat, el hotel ofrece tours por las ruinas con arqueólogos o visitas a una casita khmer de madera para cenar nam ban chok casero, unos tallarines de arroz en un sabroso curry verde (habitaciones dobles desde 1.575€). -MAVIS TEO

Joe Thomas
Joe Thomas

THE UPPER HOUSE (HONG KONG)

Desde hace décadas, Hong Kong es, indiscutiblemente, la ciudad más llamativa de Asia. Siempre ha tenido un encanto especial que abarca desde los puestos callejeros hasta elegantes restaurantes con estrella Michelin. Pero también ha pasado por unos años muy difíciles. Desde las represalias que siguieron a las manifestaciones y protestas prodemocracia de 2019, más de 250.000 hongkoneses han abandonado sus hogares. Cuando el Covid cerró la frontera durante 31 meses, hasta octubre de 2022, el turismo también desapareció.

Pero durante la pandemia tuve la oportunidad de alojarme en The Upper House, en Admiralty, que aprovechó parte del tiempo de confinamiento para unas reformas. La suite que elegí, en la planta 48, es obra del hongkonés André Fu, quien diseñó el hotel cuando se inauguró hace trece años. Tiene unas vistas impresionantes del puerto y de la montaña, y entre sus grises suaves, azules intensos y maderas claras asoman muestras de la Living Collection de Fu: papel pintado De Gournay, alfombras de Tai Ping... El nuevo restaurante, Salisterra, de inspiración mediterránea, está decorado en tonos terrosos y sirve platos de temporada como la suave crema de alcachofa con huevo a baja temperatura. Estos últimos años no han conseguido alterar tan magnífico lugar. (habitaciones dobles desde 421€; thehousecollective.com). -LEE COBAJ

Lauryn Ishak

SIX SENSES PUNAKHA (PUNAKHA, BUTÁN)

De los cinco hoteles Six Senses que hay en Bután, seguramente sea el de Punakha el más acogedor e íntimo. Desde la capital, la carretera hacia el noreste cruza el paso de Dochula antes de llegar al más cálido valle de Punakha, y el paisaje cambia sus cimas nevadas y pinares por frondosos arrozales escalonados. Lo primero que se ve es el bar y salón de té, una estructura de madera suspendida sobre la piscina, con un diseño inspirado en las granjas tradicionales. Las diecinueve suites y villas están repartidas entre varios edificios, todas con vistas al valle o a la montaña desde sus balcones. 

Por dentro, todo es de madera del Himalaya, desde los muebles hasta los suelos, y hay una chimenea que invita a acurrucarse después de disfrutar de un banquete típico en la terraza. La marca lleva el bienestar por bandera, así que no podía faltar el spa. Hay sesiones de meditación, yoga nidra y terapias como el tratamiento shirodhara, que emplea aceites para generar melatonina e inducir el sueño. Entre otros planes, la ruta guiada por campos de guindillas y berenjenas sube hasta un templo del siglo XVII, donde se puede descansar en las alturas. Tampoco falta la adrenalina, y tras un emocionante rafting en el río Mo Chhu apetece relajarse con un pícnic de rollitos de arroz y Martinis de granada. Este lugar es un santuario, un refugio para el alma (suites desde 1.459€). -EMMA LOVE

Courtesy The Leela Palace Bengaluru

THE LEELA PALACE (BENGALURU, INDIA)

A mediados de los dosmiles, tenía costumbre de ir a Citrus, el restaurante de The Leela Palace, a disfrutar de sus brunch. Me pasaba horas viendo pasar a la gente, sangría en mano, probando las ensaladas, embutidos, pollo asado y postres del buffet. Siempre había un ambiente festivo, muy distinto a lo que cabría esperar de un hotel formal. Y es que el Leela nunca ha encajado en esta descripción.

En lo estético, es una fusión de estilos variopintos: arquitectura art déco, muebles estilo colonial, arte a lo templo del sur de India y grandes dosis de artesanía rayastaní. Sus altísimos pilares de arenisca, decoraciones en oro laminado de 24 quilates, lámparas de araña, frescos florales, alfombras artesanales y elaborados arreglos florales armonizan de una forma asombrosa.

Por aquel entonces estaba cerca del aeropuerto, por lo que era destino habitual de viajeros de negocios que acudían al llamado Silicon Valley de India. El aeropuerto ha cambiado de lugar, pero la clientela no. Hace poco me fijé en que los comensales del Jamavar, el excelente restaurante indio, iban desde emprendedores con sus portátiles hasta familias de la zona.

No ha cambiado mucho, por suerte las cosas como el brunch siguen siendo iguales, pero sí que se han visto algunas mejoras con el paso del tiempo. El hotel genera casi toda la energía que consume con sus propios campos eólicos y ofrece puntos de carga para vehículos eléctricos. Está por inaugurarse su planta embotelladora, y hay otras medidas de conservación de los recursos naturales proyectadas para el futuro. Aunque el color dominante sea el dorado, el corazón del Leela es, sin duda alguna, verde (habitaciones dobles desde 164 €). -PRASAD RAMAMURTHY

Courtesy Ceylon Tea Trails

CEYLON TEA TRAILS (HATTON, SRI LANKA)

Es difícil no quedarse sin aliento ante la belleza del valle de Bogawantalawa, a cuatro horas en coche de Colombo. Este es el verdadero país del té y hogar de los cinco hermosos bungalós de Tea Trails. Parte de Resplendent Ceylon, propiedad de la amada marca de té de Sri Lanka Dilmah, sus 27 habitaciones están repartidas en estos bungalós de la época colonial. Retrocederás en el tiempo entre muebles antiguos, camas con dosel, sillones de chintz y bañeras con patas en forma de garra. Cada residencia es única (si quieres piscina desbordante reserva Dunkeld, junto al lago; para un jardín inmejorable elige Tientsin, y Norwood tiene las mejores vistas), pero todas comparten un aire hogareño sublimado por un personal eficiente y amable. 

Los chefs residentes de los bungalós te propondrán platos y cocinarán lo que quieras: date un festín de curry con arroz tradicional o de platos infusionados con té, como el filete de cerdo asado a fuego lento con té medawatta, manzana y puré de ciruelas, mantequilla y salsa de mostaza naranja. En el complejo podrás jugar al croquet, ir en kayak hasta otro bungaló para tomar un afternoon tea o acurrucarte en uno de los cómodos sofás junto al fuego en la librería forrada de madera. Este es un lugar para relajarte, mejor aún en una de las tumbonas de la terraza y con un gintonic en la mano (habitaciones dobles desde 879€; resplendentceylon.com). -HARRIET COMPSTON

Courtesy The Four Seasons

FOUR SEASONS HOTEL ISTANBUL SULTANAHMET (ESTAMBUL, TURQUÍA)

Mi edificio favorito de Estambul, y tal vez del mundo, no es la vertiginosa cúpula de 15 pisos de Santa Sofía, sino una antigua prisión de 1918 que en 1996 renació como el Four Seasons Hotel Instanbul at Sultanahmet. El hotel reabrió en 2022 tras un proceso de rediseño que duró dos años y estuvo capitaneado por el estudio londinense Goddard Littlefair. Ahora el vestíbulo es como un microcosmos de Sultanahmet: la pastelería La Pistache vende dulces turcos, la librería de viejo Sahaf ofrece ilustraciones y mapas, y la joyería boutique nos hechiza con sus brillos. 

El nuevo bar principal, Lingo Lingo, tiene un comedor que ofrece un ritual culinario puramente turco: productos del mar y mezze con licor raki. También se ha ampliado el spa, añadiendo un hammam y espacios privados. El restaurante Avlu, un clásico del recinto, ahora sirve comida anatolia en mesas rodeadas de flores de temporada cerca de un mescit, una sala de oraciones de azulejos azules que exuda serenidad. Los huéspedes pueden usar la lanzadera para ir al hotel hermano, un Four Seasons ubicado en un palacio del siglo XIX en el Bósforo, darse un chapuzón en la piscina al aire libre con vistas al estrecho y relajarse en el suntuoso spa del hotel. En el Four Seasons Istanbul hemos llegado a ver hasta un arcoíris doble: un lugar de fantasía donde siempre te sientes en casa (habitaciones dobles desde 587€). -SEVIL DELIN

Australia y Nueva Zelanda

Courtesy Lake Hāwea Station

LAKE HAWEA STATION (NUEVA ZELANDA) 

No resulta fácil definir este rancho en mitad de las tierras altas neozelandesas. Es una granja, con sus ovejas merinas y sus vacas, pero también un alojamiento de lujo a hora y media de Queenstown, y su atractivo reside en ese equilibrio entre la cultura ganadera y su estilo sofisticado. Pero si miras un poco más de cerca, verás que lo que diferencia esta extensa propiedad es su filosofía en lo referente a sostenibilidad. Cuando sus dueños, Justine y Geoff Ross, adquirieron el terreno en 2018, la tierra y sus estructuras, entre ellas las cabañas que servían de refugio para pastores, necesitaban bastante atención. Se dedicaron a transformar el lugar, reforestando con 100.000 árboles endémicos para intentar replicar el aspecto que debió tener el territorio cuando el pueblo Ngāi Tahu de la isla Sur migraba hacia él en busca de caza, antes de la era colonial. Pusieron a punto las cabañas con interiores nuevos, enormes terrazas y cómodas camas, todo ello con vistas impresionantes del lago, junto al que podrás observar a los pastores reunir a sus ovejas o pasear junto a los cerdos kunekune que hay sueltos por la zona. 

Hay parcelas reservadas para la recuperación de la tierra y toda la energía es renovable. La pareja busca así lograr una huella de carbono negativa en los próximos años y fijar nuevos estándares para la industria ganadera, para mejorar su funcionamiento de forma que resulte más sostenible. Aparte de todos estos ambiciosos objetivos y la admirable cantidad de trabajo que invierten en que se cumplan, Lake Hāwea Station es, sin duda alguna, uno de los refugios más impresionantes y paradisíacos que hemos visto jamás. Despertar al amanecer en su casita junto al lago es como estar en otro mundo, y el tipo de experiencia que te obliga a reflexionar sobre lo asombroso que es encontrarte en un rincón tan perfecto de nuestro planeta, uno de los mayores regalos que implica viajar (habitaciones dobles desde 279€) -ERIN FLORIO

Kathy Van Dullemen

PUMPHOUSE POINT (TASMANIA, AUSTRALIA)

El proceso de desconexión (del wifi, de los problemas del día a día, de la realidad) empieza con el viaje hacia esta espesura tasmana Patrimonio de la Humanidad de la Unesco. Pumphouse Point se ubica en un parque nacional que protege algunos de los bosques más inusuales de la tierra: un tramo irremplazable de fresca jungla llena de musgo, bruma y misterio, así como de variantes de especies que datan de antes de que la isla se separara de la Australia continental. Este bosque rodea el melancólico lago Saint Clair y las sorprendentes líneas art déco de la antigua central hidroeléctrica junto a la orilla. 

Las 19 habitaciones y suites tienen interiores sencillos; seis están en Shorehouse, una subestación reconvertida en alojamiento, mientras que el resto se reparten entre los tres pisos de Pumphouse, conectada a tierra gracias a un malecón artificial de 239 metros. Los huéspedes practican meditación y yoga en la nueva “cápsula” de cristal y madera, organizan pícnics con productos de las alacenas de las habitaciones, exploran los senderos a pie o en bicicleta eléctrica y reman en botes para avisar a los ornitorrincos. Los desayunos y comidas comunales se sirven en el comedor acristalado de Shorehouse, con ualabíes y alguna que otra familia de wombats dejándose ver ante los comensales (habitaciones dobles desde 720€). -HELEN ANDERSON

México, América Central y Sudamérica

James Florio

TIERRA PATAGONIA (PAINE, CHILE)

A todos nos gusta una habitación con vistas, pero no todas pueden presumir tanto como las 40 habitaciones de este hotel en forma de herradura, que miran a la Cordillera de Paine, más allá del lago Sarmiento, y a las olas que rugen cuando se levanta el viento. No hay mirador ni sendero de montaña cuyas vistas superen las de Tierra Patagonia, un proyecto de la familia Purcell, amante del esquí, y ahora controlado mayoritariamente por los pioneros australianos del lujo Baillie Lodges. 

Esta propiedad se funde con el entorno hasta ser casi invisible desde lejos: los artistas del paisajismo Catalina Phillips y Gerardo Ariztia han creado un paraíso vegetal a base de conservar y replantar toda la vegetación del lugar. En toda partes hay muestras de respeto tanto a la cultura como a la naturaleza, desde dioramas exhibiendo la historia de exploración de Chile a los Calafate sours preparados con licor de moras de producción local en el bar del hotel. Las excursiones celebran el paisaje y a sus gentes, ya sea visitando antiguos cementerios o acompañando a los investigadores que estudian a los pumas en su hábitat natural. Tierra Patagonia ofrece una forma diferente de conocer este lugar mágico del fin del mundo, una experiencia acompañada de unas vistas insuperables... mires por donde mires (habitaciones dobles desde 9.200€ por tres noches, estancia mínima). -SARAH MARSHALL

Courtesy Hotel Esencia

HOTEL ESENCIA (XPU-HA, MÉXICO)

Aunque Playa del Carmen y Tulum estén sobreexplotadas, entre ambas ciudades aún quedan rincones de costa virgen. Cerca de la arena blanca de Xpu-Ha, el refugio escondido en la selva de Hotel Esencia es un soplo de aire fresco. Construido como retiro para una duquesa italiana, la propiedad de 20 hectáreas pasó en 2014 a manos del productor de Hollywood Kevin Wendle, que ha convertido el lugar en el retiro de playa más cool de la región. Un favorito de estrellas como Bella Hadid y Lupita Nyong’o por su privacidad, el resort gira alrededor del edificio principal, donde todos los días se sirve un afternoon tea en la biblioteca y cuyos caminos de piedra llevan a cuatro enormes villas y 47 suites, todas con terraza y algunas con piscina climatizada y solárium con vistas al mar. 

Los alojamientos más nuevos están en Esencia Mansion, una villa de cuatro habitaciones con tres piscinas, un cine, bar subterráneo y un cenote cercano donde los huéspedes pueden practicar paddle entre los manatíes. Para recargar las pilas tienes una cafetería donde sirven pastas mexicanas, un bar de zumos con smoothies y boles de açaí, y tres restaurantes entre los que se incluye uno yucateco donde los platos tienen un toque mediterráneo, como el gazpacho verde con cangrejo y el pulpo a la parrilla con guacamole de ajo (habitaciones dobles desde 1.323€). -MICHAELA TRIMBLE

Line Klein

UXUA CASA HOTEL & SPA (TRANCOSO, BRASIL)

El pueblo pescador de Trancoso, en el estado de Bahía (Brasil), no es el enclave libre de turistas que un día fue, pero Uxua Casa Hotel & Spa aún es una auténtica parte de la comunidad. El propietario de origen danés, Wilbert Das, visitó la ciudad por primera vez durante unas vacaciones en 2004, cuando era director creativo de la marca de ropa Diesel. Empezó a añadir casitas a su residencia de verano una a una, hasta formar el retiro eco de lujo rústico que es a día de hoy. La alineación final de 13 casas (algunas centenarias) exhiben materiales reciclados y artesanía local, y todas se ubican a las afueras del verde Quadrado, con multitudes de niños jugando al fútbol. Tomando una caipirinha junto a la piscina enmarcada de buganvilla, te sientes parte de la comunidad local: un contraste mágico con los típicos resorts de lujo (casas a partir de 384€). -JULIET KINSMAN

Micheal Driver
Courtesy Jardín Escondido

JARDÍN ESCONDIDO (BUENOS AIRES, ARGENTINA)

El espíritu de Buenos Aires está en un sorbo de mate y también en esas copas de vino tinto haciendo equilibrios en manos que gesticulan desde los balcones. Jardín Escondido consigue capturar esa delicada mezcla de elegancia cosmopolita y vida de pueblo en sus siete habitaciones en el barrio de Palermo Soho. Puede que se deba a que la propiedad no era originalmente un hotel, sino la casa privada de Francis Ford Coppola: el director compró este lugar cuando estuvo en Argentina en 2009 para el rodaje de su película Tetro, y nunca llegó a irse del todo. 

Tras convertirla en una de las propiedades de The Family Coppola Hideaways, según nos cuenta el personal, el cineasta vuelve cuando necesita un lugar tranquilo para escribir y una copa de malbec. Cuatro de las habitaciones (Sofía y Ellie, y las suites Francis y Roman) mantienen el nombre de los miembros de la familia. Aquí no hay vestíbulo en el sentido tradicional, sino un recibidor y un salón con películas de Coppola. En el patio, una piscina de color esmeralda se entreteje con una maraña de helechos. No esperes restaurante, tampoco spa ni gimnasio, pero eso es lo que hace de Jardín Escondido un sitio especial: estar aquí es como visitar la genial casa de un amigo en una de las más impresionantes ciudades del mundo (habitaciones dobles desde 378€). -MEGAN SPURRELL

Estados Unidos, Canadá y Caribe

Brandon Barré/Halekulani

HALEKULANI HOTEL (WAIKIKI, EE.UU.)

Este oasis junto al mar y algo alejado de la calle principal de Waikiki transporta a sus huéspedes a aquellos tiempos en los que Hawái era el destino favorito de recién casados como el matrimonio Hemingway, que pasaba las tardes bebiendo daiquiri en House Without A Key, el restaurante y bar del hotel. Halekulani es un clásico que pasó mucho tiempo anclado en el pasado, pero la pandemia fue su gran oportunidad para renovarse y, tras dieciocho meses, resurgió con el brillo de antaño. 

Sus 453 habitaciones tienen todos los servicios que cabría esperar de un alojamiento moderno, como cafeteras Nespresso y conexión a internet de alta velocidad, además de ciertos toques de vanguardia como los inodoros futuristas. Mantienen, eso sí, tradiciones tan populares como las fiestas nocturnas y la danza hula junto al kiawe centenario en House Without A Key, pero este restaurante, que debe su nombre a la primera novela de la serie de Charlie Chan, ahora cuenta con bar al aire libre. Cuesta apartarse de la piscina y de sus comodísimas tumbonas, pero merece la pena para disfrutar del programa For You, Everything del hotel, que ofrece acceso gratuito para huéspedes a algunos de los espacios culturales más importantes de Oahu, como el museo de arte, cultura y diseño islámicos Shangri La (habitaciones dobles desde 610€). -JEN MURPHY

Auberge Resorts

COMMODORE PERRY ESTATE, AUBERGE RESORTS COLLECTION (AUSTIN, EE.UU.)

Si algo no falta en esta ciudad son los emprendedores, así que resulta lógico que Edward Howard Perry, creador de esta propiedad nacida en 1928, hoy convertida en un Auberge Resort, sea uno de los pioneros. El apodo “The Commodore”, que se ganó cuando volcó su barca en el lago Austin, ha pasado a la historia junto con su empresa de comercio de algodón. Esta actividad fue la que le puso en contacto con Europa, donde adquirió su gusto por la arquitectura mediterránea: fachadas encaladas, baldosas, chimeneas de piedra, todo lo importó y se mantiene gracias a una restauración millonaria. 

Cada suite es diferente, con diseños únicos, lujosos papeles pintados y antigüedades que aportan elegancia a esta mansión histórica, y las 54 habitaciones cuentan con obras de arte originales y balcones que dan a preciosos jardines flanqueados por sicomoros. La piscina, rodeada de sombrillas amarillas a juego con las tumbonas, está inspirada en Palm Springs. El día perfecto termina en Lutie’s, el restaurante cuyo nombre homenajea a la esposa de Perry, legendaria anfitriona cuyo ingenio ha pasado a la historia. Es más, no cuesta en absoluto imaginarse a Perry y a Lutie aquí, brindando por el futuro de su próspero negocio y de su ciudad (habitaciones dobles desde 432€). -STIRLING KELSO NEFF

Chip Riegel/Ocean House

OCEAN HOUSE (RHODE ISLAND, EE.UU.)

En ciertos círculos de la Costa Este de Estados Unidos es casi imposible mantener una conversación sin que alguien mencione Ocean House. Los habituales siempre están dispuestos a intercambiar trucos para conseguir la suite con vistas al Atlántico; los primerizos quieren compartir la anécdota de los cócteles junto al campo de croquet del resort. He soñado con esta enorme mansión amarilla que se alza sobre la costa de Rhode Island mucho antes de poder visitarla. 

Desde que abrió sus enormes puertas de madera envejecida en la remota Watch Hill en 1868, Ocean House no ha hecho más que definir su versión propia de la hospitalidad: una versión atemporal, considerada, personalizada y fácil. Durante nuestra visita pasamos el tiempo entre la piscina cubierta y la habitación, con montones de libros que hacen referencia al pasado náutico y ballenero de la zona y una terraza desde la que podrás ver hasta el estado de Nueva York. Cuando perdimos la reserva a la hora de la comida por una siesta inesperada de nuestro hijo, dejaron junto a nuestra puerta un carrito con estofado de almejas, patatas fritas, sándwiches y galletas aún calientes… sin que tuviéramos que pedirlo. Alojarse en Ocean House es una experiencia especial y única, una combinación ganadora para las vacaciones que querrás repetir un año tras otro (habitaciones dobles desde 540€). -ERIN FLORIO

Francesco Tonelli/The Mark

THE MARK (NUEVA YORK, EE.UU.)

No soy muy fan del término staycation, aunque el concepto sí me gusta. Una de las mejores cosas de vivir en Nueva York es que los hoteles hacen las veces de portales por los que escapar de mi día a día en Brooklyn. Entrar a The Mark, que ocupa una elegante manzana entre la Quinta Avenida y Madison cerca de Central Park, es como abrir la puerta a un apartamento secreto en el Upper East Side. Quienes estén familiarizados con el trabajo del maestro francés del interiorismo Jacques Grange reconocerán la ausencia de ostentación que es su sello de identidad; The Mark llena ese hueco con una sofisticación sutil pero deslumbrante, desde el suelo del discreto vestíbulo a los diáfanos pasillos que iluminan suavemente el camino hacia cada puerta de color azul pálido, moteados aquí y allá de cuadros encargados para decorar las paredes. 

También están esos toques clásicos neoyorquinos, aunque con un extra de elegancia, como el puesto de perritos calientes con un menú diseñado por Jean-Georges Vongerichten o las cestas para hacer un pícnic en Central Park entregadas vía bicitaxi y colocadas en mantas bajo los robles. Lo que distingue a The Mark es su habilidad para transportar a los huéspedes a ese estilo de vida tan neoyorquino por el que muchos están dispuestos a cruzar el mundo (habitaciones dobles desde 995€; themarkhotel.com). -ERIN FLORIO

Lisa Romerein/Malibu Beach Inn

MALIBU BEACH INN (MALIBÚ, EE.UU.)

Excepto si piensas en los bungalows sobre el agua, hay pocas formas de estar más cerca del océano que en Malibu Beach Inn. El famoso restaurante Nobu queda a unos pasos, igual que el icónico Malibu Pier, y no hace falta ni salir de la arena para llegar. El hotel tiene 47 habitaciones que dan a Carbon Beach, también conocida como “Billionaire’s Beach”, y las vistas parecen sacadas de una postal. Pero aún más fascinantes que sus amaneceres y atardeceres son sus sonidos, con el hipnotizante rumor de las olas para relajarse en el balcón disfrutando de la brisa marina o para conciliar un sueño profundo y reparador.

Aunque es tentador quedarse en habitaciones como estas, con detalles tan cuidados como las almohadas bordadas, no puedes perderte el Carbon Beach Club. El estilo chic costero del restaurante es obra de Waldo Fernández, que añadió el rediseño de este lugar a un portfolio en el que figuran clientes tan dispares como Angelina Jolie y Elizabeth Taylor. Sus muebles de madera natural y textiles de Bellino Fine Linens son una delicia, pero aún más seductora resulta la orilla, donde puedes asomarte a ver romper las olas mientras disfrutas de una lubina a la parrilla con una copa de Cabernet. Si tienes suerte hasta verás ballenas, el complemento ideal en este festival para los sentidos (habitaciones dobles desde 670€). -JENNIFER BLAISE KRAMER

Patrick J O'Brien

THE SANCTUARY AT KIAWAH ISLAND GOLF RESORT (CAROLINA DEL SUR, EE.UU.)

Creo que mis hijos no han pedido volver a ningún hotel tanto como al Sanctuary at Kiawah Island Golf Resort, ubicado en la isla homónima que se encuentra al sur de Charleston, en Carolina del Sur. Les encantó por muchos motivos, como la heladería del hotel, la piscina, perfecta para los más pequeños y, sobre todo, un campamento de día de lo más divertido, parte del complejo cercano con parque acuático donde pasaron horas y horas después de que acabaran las actividades del día. El campamento, sobra decirlo, permite a los padres dedicarse a actividades más adultas, como visitas al spa, partidos de tenis o el uso y disfrute de los múltiples campos de golf, incluido el Ocean Course junto al mar, un escenario habitual en el campeonato de la PGA. 

Kiawah maneja con precisión y soltura la coreografía familiar que supone separarse y juntarse: lo mismo para travesías en yate –que pueden reservarse junto a la entrada– que para disfrutar de deliciosas comidas en alguno de sus restaurantes, como el Atlantic Room, con vistas al Ocean Course, donde el chef local John Ondo prepara con amor versiones creativas de clásicos como la sopa de cangrejo y las gachas con gamba. Culmina el día con una tarde de juegos en el jardín mientras el sol se esconde y cae la noche sobre el Atlántico (habitaciones dobles desde 250€). -JESSE ASHLOCK

Courtesy NoMad Las Vegas

NOMAD LAS VEGAS (LAS VEGAS, EE.UU.)

Las Vegas siempre ha sido famosa por ser capaz de transportarte a Venecia, París, Egipto... pero, hasta que llegó NoMad a finales de 2018, ningún local de The Strip conseguía hacerte viajar a un hotel boutique clásico. MGM Resorts se alió con el grupo Sydell para remasterizar el anciano Monte Carlo y crear Park MGM y NoMad Las Vegas, un hotel boutique de 293 habitaciones que ocupa las cuatro últimas plantas del Park MGM. La mejor decisión fue traer al arquitecto francés Jacques Garcia, famoso por su opulencia inspirada en la Belle Époque. 

Las habitaciones cuentan con bañera (algunas, en el mismo dormitorio), cortinas de terciopelo y tocadores que te hacen creer que al otro están los Campos Elíseos en vez del estadio T-Mobile. Aún más evocador es el restaurante NoMad Library, inspirado en el Real Gabinete Portugués de Lectura de Río de Janeiro, con paredes cubiertas por los 25.000 libros de la colección del fallecido filántropo David Rockefeller. El guiño kitsch no falta: a menos que leas las plaquitas, no te darás cuenta de que los bustos clásicos de las paredes son un tributo a famosas mujeres del juego del siglo XIX. Y, dado que los hoteles fascinantes atraen a huéspedes fascinantes, verás a gente de todo tipo en el NoMad Bar comiendo pollo relleno de trufa y foie (habitaciones dobles desde 127€). -ANDREA BENNETT

Charissa Fay

1 HOTEL SOUTH BEACH (MIAMI, EE.UU.)

Entre los alojamientos art déco forrados de neón de South Beach destaca este hotel tranquilo inspirado en la naturaleza que realiza la fantasía holística detox de Miami con un toque eco más que bienvenido: un favorito de las redes sociales por sus instantes de foto, de la mayor piscina en una azotea de Miami Beach a los 180 metros de playa pasando por el llamativo vestíbulo, anclado con un jardín vertical de tres plantas. Los más deportistas no podrán resistirse a sus programas avanzados de bienestar (los favoritos son el glute camp y el metabolic meltdown), el estudio de Soul Cycle y el puntero gimnasio Anatomy.

El 1 Beach Club, que enmarca el perímetro sur de la propiedad, acoge el resto-bar en la arena número 1 de Miami, con madera y textiles trenzados plantados en la arena entre algas, altas palmeras y macetas de suculentas dignas de Tulum. Las habitaciones y suites de 1 son sorprendentemente grandes, a partir de 50 metros cuadrados, muchas equipadas con balcones frente al mar, y todas tienen ventanales de techo a suelo. El 1 Hotel South Beach destaca como un seductor guerrero de lo eco en una playa en la que los esfuerzos medioambientales destacan por su laxitud. Este resort con una neutralidad de carbono del 100% exhibe cabezales de madera de pino reciclado, perchas hechas de papel reciclado y filtros de agua en la habitación, demostrando que la sostenibilidad y el lujo pueden convivir… y lo hacen de maravilla (habitaciones dobles desde 983€). —PAUL RUBIO

Courtesy Clayoquot Wilderness Resort

CLAYOQUOT WILDERNESS LODGE (ISLA DE VANCOUVER, CANADÁ)

Este safari tradicional que mira al Pacífico se adelantó a su tiempo al abrir en 1995 en una Reserva de la Biosfera de la Unesco en el seno de Clayoquot, en pleno corazón de la isla de Vancouver. Accesible solo en barco, helicóptero o hidroavión, sus 25 tiendas de campaña no se crearon para cosechar likes en Instagram, sino que se inspiraron en los campamentos de buscadores de oro como tributo a su pasado. Las actividades se diseñaron desde el comienzo para reconectar con la naturaleza y con uno mismo antes de que se hablase tanto sobre la desconexión digital. 

También desde el principio, el hotel ha abrazado una perspectiva regenerativa, intentando preservar y mejorar la fauna y la vida de las comunidades indígenas locales. Una reforma de 1,6 millones de dólares dirigida por los hoteleros australianos James y Hayley Baillie, de Baillie Lodges, ha permitido que Clayoquot siga siendo un pionero del alojamiento sostenible. Las comidas en Cookhouse buscan ingredientes locales, como el alga marina y la arcilla de glaciar. Del mismo modo, las selvas pluviales y los ríos glaciares proveen una variedad casi infinita de tratamientos. Nutrias, osos negros y águilas serán tus vecinos (desde 2.900€ por tienda y noche, 2pax, todo incluido). -JEN MURPHY

Cheval Blanc St-Barth Isle de France

CHEVAL BLANC ST-BARTH (SAN BARTOLOMÉ, ANTILLAS MENORES)

En un rinconcito remoto de San Bartolomé, bajando por una sinuosa carretera de montaña, se encuentra una frondosa bóveda de vegetación que parece sacada de un cuadro de Gauguin. Más allá se extiende la media luna de arena perfecta que forma la playa de Flamands, la espectacular ubicación de Cheval Blanc St-Barth Isle de France. Sus edificios bajos se extienden apaciblemente por la costa, blancos y grises entre el verde intenso de las palmeras. Tras el huracán Irma, la remodelación quedó a cargo del diseñador parisino Jacques Grange y el resultado emana elegancia y buen gusto. 

Los interiores tienen una estética europea moderna: lino, textiles ikat, notas de color verdes, azules y rosas y toques de bambú, rafia y piedra. Los platos de inspiración criolla del joven chef francés Jean Imbert, que se sirven en La Case y en el desenfadado restaurante de playa La Cabane, son ligeros pero llenos de sabor, y los cócteles, sublimes. Comer con los pies en la arena en La Cabane, mientras la gente pasea por la playa o salta olas, resume a la perfección la esencia de este lugar. Recuerda a la playa de Pampelonne, pero con menos actividad, más apacible y con un ambiente a la vez relajado y hedonista. Lo más memorable son, sin duda, las sesiones privadas de yoga en el cenador del jardín con Nicolas Legrez (habitaciones dobles desde 1.005€). -VASSI CHAMBERLAIN

Courtesy Jumby Bay Island

JUMBAY BAY ISLAND (ANTIGUA, ANTIGUA Y BARBUDA)

La palabra que mejor define Jumby Bay es “colorido”. Sobre sus paredes blancas corretean lagartijas de un intenso esmeralda, colibrís iridiscentes revolotean sobre trepadoras de flores rosas, plataneros de pecho amarillo saltan entre las mesas buscando migas del último desayuno, y hasta las tortugas tienen las patas rojas. La arena blanca contrasta con aguas turquesas que invitan a sumergirse entre estrellas de mar naranjas, peces de vivos tonos y majestuosas rayas. La exuberante isla privada que alberga todo este color sigue siendo una de las más exclusivas del Caribe. 

Las sensacionales villas y las 28 suites (que pronto serán 40) logran dar una sensación de intimidad única gracias a la ausencia de coches y su concepto de todo incluido que te permitirá pasar el día entero en bañador sin preocuparte por absolutamente nada. Sus tres restaurantes y su spa son igual de atractivos y sofisticados que la gama de colores de la isla, y pequeños detalles como los patios de entrada a las suites, con balancines de mimbre para mecerse en la cálida brisa, son absolutamente encantadores. Las cenas en el Estate House, que en su día fue parte de la plantación de azúcar, encajan a la perfección en el entorno. Y un último secreto: las catas de ron te harán sumergirte en el auténtico espíritu caribeño (habitaciones dobles desde 2.168€). -MARY LUSIANNA

Traducciones y adaptaciones de textos originales por Virginia Buedo y Eva Duncan.

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